México, octubre de 1968: un mes, un año y un momento que marcaron la identidad, la historia y la gráfica de un país.
Hace cincuenta años México fue testigo de acontecimientos que marcarían la historia moderna del país, un período y punto de quiebre para su sociedad: primeramente, con el movimiento social conformado por estudiantes de la UNAM, IPN y otras casas de estudio mexicanas, quienes participaron con profesores, intelectuales, obreros, campesinos, comerciantes y profesionales, ejerciendo acciones para la eliminación del autoritarismo, generando un cambio democrático en el país con mayores libertades políticas y civiles.
El estado mexicano señaló al movimiento como un intento comunista de derrocar al gobierno, criminalizando a sus integrantes para, después, realizar una masacre de estudiantes en la Plaza de las Tres Culturas de Tlatelolco, en la Ciudad de México. Un atentado contra la libertad de expresión, donde según cifras oficiales, murieron 30 personas, aunque acorde con organizaciones de derechos humanos fueron casi 300.
Diez días después, con un país en crisis social y política, el presidente Gustavo Díaz Ordaz inauguraba los Juegos Olímpicos. La capital recibía a 5.516 deportistas de 112 países, los primeros juegos celebrados en América Latina eran acompañados por Enriqueta Basilio, primera mujer en la historia moderna encargada del encendido del pebetero; las primeras transmisiones de televisión vía satélite a todo el mundo; 23 récords olímpicos, y Tommie Smith y John Carlos dejando en alto al Black Power.