Craft
Descubre los consejos de los expertos para mejorar tus técnicas y convertir tu pasión en un trabajo
El delicado trabajo de bordar ha acompañado a la humanidad durante siglos, siempre con el propósito de decorar, diferenciar y dar un significado especial a las prendas. Con el tiempo, la técnica ha ido cambiando, dejando de ser algo que sólo los ricos y poderosos podían permitirse, para convertirse en un recurso común para casi todas las clases sociales. El bordado es una forma de expresión muy amplia, presente en innumerables culturas, de oriente a occidente, y ha evolucionado como un arte accesible, dotado de un proceso creativo muy libre.
Para Paula Linard, bordadora profesional desde hace cinco años, las posibilidades del bordado son casi infinitas, desde decorar cuadros y personalizar prendas usadas y nuevas, hasta elaborar piezas más sofisticadas. "Hay mucha, mucha demanda de pedidos para hacer cosas para bebés o para regalar. Sólo necesitamos desarrollar un poco más de habilidad con el dibujo para hacer algo más de autor. Tenemos que enfocarnos en el lado del arte de este oficio, ya que es expresión. Es bueno tratar de hacer un dibujo propio, de descubrir nuestra propia línea, que no hace falta que sea perfecta. Me gusta apreciar la imperfección del punto y el dibujo. No siempre parece tan linda al principio, pero el resultado final siempre me hace feliz, porque son cosas que hicimos con nuestras propias manos, de principio a fin. Este valor no tiene precio ”, dice.