Clasicismo y psicodelia en las esculturas de Christina A. West
Sus esculturas muestran la dualidad entre lo que dejamos ver y lo que se esconde en nuestro interior.
Como esos pasteles aparentemente perfectos por fuera, que al cortarlos desvelan un todavía más maravilloso interior con bizcochos del color del arcoíris, la escultora norteamericana Christina A. West moldea bustos perfectos, acordes a la belleza más clásica, que más tarde rebana para desvelar un interior psicodélico, en el que el color es el protagonista, resaltando sobre el frío y apagado color gris de la piedra.
Christina A. West moldea sus retratos en yeso, superponiendo capas de colores que se van colocando unas sobre las otras en el interior de la figura. La capa superior se moldea en tonos grisáceos para dar la apariencia de la piedra o el mármol, una técnica utilizada comúnmente en escenografía. Al cortar una sección del cráneo, los colores vivos aparecen de una manera totalmente sorpresa, incluso para la artista, que los descubre de modo casi arqueológico.
Con sus bustos, la escultora Christina A. West pretende llamar la atención sobre el deseo de aparentar de la sociedad actual, cómo nos escondemos detrás de una apariencia para tratar de esconder lo que realmente guardamos en el interior de cada uno de nosotros. Sus retratos escultóricos revelan el colorido interior de sus figuras como una metáfora de la máscara que todos vestimos cada día y que no permite mostrar nuestro verdadero yo.
Con sus esculturas, Christina A. West hace un trabajo de introspección en la psicología humana.
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microbians
StaffFlipante