Carmen María Chizón Sánchez

Desde chica he sido inquieta y curiosa, y he permanecido así por siempre, esto me ha llevado a aprender en toda clase de actividades y aprendizajes. Afortunadamente tuve a una madre y a un padre amorosos y que nos dejaban experimentar sobre nuestros alcances, así aprendí a patinar, nadar, inglés, francés, teatro y leía a mares, mamá y papá amantes de la lectura , de la música y de las artes, nos paseaban por museos, conciertos, obras de teatro, espacios arquitectónicos maravillosos y nos animaban a aprender.
Recuerdo que viajábamos a Mazatlán, un puerto pequeño y hermoso, de allá eran la vieja y el viejo, y era un gusto pues vi mil atardeceres y todos diferentes, vi el mar de muchas formas y tonos, y se comía delicioso, pero los dulces eran lo mejor. Después comenzamos a viajar a otros estados y eso abrió otras posibilidades de cosas bellas, pero Oaxaca fue lo mejor, ahí la belleza está presente en cada persona, vestido, comida, es una bomba atómica a los sentidos, sus bordados, sus textiles, los tapetes, los alebrijes , canastera, bueno, no termino, y la comida todo es manjar. Para entonces ya había estudiado pedagogía y matemáticas y tenia a mi primer hijo. Ver las cosas con visión humanista y científica es un privilegio, veía en los patrones de bordados cosas extraordinarias, pero los paisajes también eran diferentes y llenos de plantas y árboles vistos solo ahí, el cielo y las nubes son majestuosas y en la noche ves las estrellas, otra afición mía, la astronomía.
Con el tiempo, mi hijo mayor empezó a estudiar arquitectura y me pareció de los más bella e interesante la carrera, me contagiaba su entusiasmo y comencé a indagar, son lenguajes impresionantes, la arquitectura me tocó, y me adentré gracias a esto, en el estudio de las diferentes geometrías, que mundos.
Para entonces ya había nacido y crecido mi segundo hijo y mi entonces esposo y yo, decidimos que tomara clases de música, claro, lo llevé durante los primeros cinco años, tomé semanalmente la clase para apoyarlo, tenia cuatro años mi hijo y compañeritas y compañeritos, por eso debíamos de aprender la clase mamás y papás que lleváramos a nuestros hijos, esto hizo que tuviera bases musicales y que investigara sobre los patrones de la música.
He aprendido caligrafía, dibujo de la figura humana, caricatura, tejido con agujas, con gancho, etcétera.
Solo quiero terminar diciendo, que mi vida ha tenido grandes su altibajos, pero el afán de seguir aprendiendo morirá en mí, hasta que expire o como dicen acá n Mexico, hasta que me saquen con los tenis por delante.