Mi proyecto del curso: Escritura creativa para principiantes: da vida a tu historia

Mi proyecto del curso: Escritura creativa para principiantes: da vida a tu historia

MI PROMESA
Mi historia comienza mucho antes, sin embargo, les contaré esa parte que me marcó para siempre.
Estaba en el avión esperando el despegue, iba a ser un largo viaje 10 horas a Madrid, con el cambio de horario llegaría justo al amanecer; en esos momentos de espera pensaba las cosas que dejaba atrás; dejé estudios, a mis 35 había iniciado una nueva carrera, dejé mi trabajo, dejé mi familia pero él me esperaba y estaba feliz.

Sentada en el avión, estaba ausente solo con mis pensamientos cuando la azafata hace un anuncio, el avión tenía problemas y todos debíamos bajar. Recuerdo que volvimos a entrar al aeropuerto esperamos, firmamos papeles; luego nos comunicamos con nuestros familiares pero él nada sabía, mi vuelo se había retrasado y él me estaba esperando. Viajo desde Suiza para recogerme a emprender un nuevo viaje juntos de regreso a su país.

La aerolínea se encargó de todo, nos llevaron a uno de los mejores hoteles de la ciudad y anunciaron que el vuelo salía a las 6:30 a.m., afortunadamente mi familia se comunicó con él y le avisó del percance así que recibí su llamada; no sabría cómo describirles la emoción que sentía, estaba pocas horas de verlo otra vez, habían pasado meses desde nuestro último encuentro, un encuentro mágico en una hermosa isla de mi país.

A las 3 de la mañana nos recogían nuevamente en el hotel y otra vez al aeropuerto; ahora sí fue más fácil, éramos solo nosotros, los viajeros, no estaban las familias no habían despedidas, lágrimas, tristeza; solo la ilusión de llegar a su encuentro, a sus besos, sus abrazos, sus caricias; nada empañaba empezar una nueva vida, otro país, otro idioma y él siempre él.

Llegué a Madrid, el aeropuerto es inmenso pero no tuve miedo, además tuve un compañero de viaje que había viajado muchas veces y conocía el camino, todo fue muy fácil.
Finalmente allí estaba él, de pie, esperando; al verme se dibujó en su rostro la sonrisa más hermosa que alguna vez vi en mi vida; ¿Así se ve el amor de verdad?. No recuerdo el beso ni al abrazo, mi mente solo guarda ese momento, su sonrisa.

Tenía reservaciones en un hotel de Madrid, hasta hoy jamás me importó el nombre, es mi lección para un próximo viaje, estaré más pendiente de los detalles.
Llegamos al hotel, a nuestra habitación; estaba feliz, por fin nos encontrábamos otra vez; los detalles de esa noche se los dejo a la imaginación, fui feliz y fui amada, ¿Qué más necesitarían saber?

Al día siguiente emprendimos nuestro viaje a Suiza, es justo lo que me habían contado alguna vez, es un paraíso, su casa hermosa, un chalet de dos pisos, espacios abiertos, terraza y una vista que daba a un hermoso lago. Los paisajes de Suiza son definitivamente el paraíso.
Transcurrió la semana yendo a conocer pequeños pueblos llenos de historia, un sueño que jamás se me hubiera ocurrido que podría vivir. Allí estaba todo era perfecto, él, su casa, su país; ¿Todo seguiría siendo tan perfecto? ¿Era real?...
La gran sorpresa para completar mi felicidad fue un viaje a París, estuvimos 3 días; ese fin de semana se iba a celebrar el 14 de Julio, día Nacional, la ciudad de mis sueños estaba frente a mí.
Me llevó a conocer los lugares que nunca pueden faltar, la Torre Eiffel, Notre-Dame, la Basílica de Saint Coeur y muchos más. Todo era perfecto y seguimos nuestras visitas por los sitios más emblemáticos de Paris; por supuesto, no nos podía faltar el recorrido por el Rio Sena en uno de esos barcos turísticos y entonces fue allí cuando me di cuenta que algo estaba pasando, evitaba mirarme, estaba frio y distante; no quise preguntar, el terror que sentí a una respuesta que temía escuchar me detuvo. Mi tonta estrategia fue seguir normal, como si nada pasara, fue difícil, muy difícil, la frialdad cada vez se notaba más.

Debo confesar que a pesar de ser Paris la ciudad que toda mi vida soñé conocer, me concentré en él, siempre él; eso ya se los he dicho varias veces pero que puedo decir? En ese momento no existía nada más para mí, solo quería hacerlo feliz.

Hoy pienso en todas las cosas que debí vivir, que debí descubrir en ese viaje, los detalles que dejé pasar, las aventuras que tendría para contar.
Tengo bloqueados muchos momentos de ese viaje pero recuerdo bien ese 14 de Julio, estábamos esperando que anocheciera para que se prendieran las luces de la Torre Eiffel y los juegos pirotécnicos hicieran su espectáculo. Estar allí fue de las cosas más maravillosas que pude vivir, pero ya no estaba al lado de la persona que amaba, ya no.
Al día siguiente regresamos a casa, ya no pude más, mi tristeza cada vez era más, mi angustia e incertidumbre crecía y pregunté; la respuesta era tan clara como su frialdad. Esa noche en medio de mis lágrimas me hizo el amor.
A pesar de que esa historia continuó meses y meses después, terminó la noche que regresamos de París; nunca más volverá a ser el hombre que me esperaba con una hermosa sonrisa en un aeropuerto en Madrid.

Mi promesa, volveré a Paris, lo viviré con pasión por mí y para mí; será mi historia, seré yo y siempre yo!