Con amor, un día a la vez
di Rusia Candelario Murillo @guayas25
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Con amor, un día a la vez
Rusia Candelario Murillo
Guayaquil - Ecuador
01. Esa es la actitud
¿Qué pueden sentir dos personas solas ante las adversidades de la vida? una madre joven aún con una hija menor de edad, sin ningún pariente cercano a quién acudir por algún apoyo.
Sin embargo, la conexión entre ellas no solo era sanguínea sino de fuerza de carácter, de postura positiva que les ayudaba a sobrepasar todos los sinsabores que encontraron a la muerte de su ser más querido, don Juan, -esposo y padre-
Vivían en un pueblo desconocido, al que las había llevado don Juan por razones laborales. Y ante la muerte de él, no quedaba de otra que buscar trabajo para el sostenimiento de ellas dos, madre e hija.
Así toma Francisca -madre- la decisión de buscar labores dirigidas al arreglo y costura ropa, en esas manualidades era muy buena, contaba con una valiosa máquina de coser.
Al cabo de un período relativamente corto, consiguió una clientela que le apoyó para organizar un taller de costura, con lo cual se sintieron más seguras en el convivir diario.
Y como el tiempo es inexorable llega también el primer día en el que Diana -hija- asistiría a una institución educativa, todo estaba listo: los útiles escolares, el uniforme, la ruta de traslado a seguir diariamente pero no así el corazón de Francisca que debía dejar ir a Diana diariamente al Instituto en el centro de la ciudad en el que vivían.
Por varios días la llevó al colegio en las mañanas y la recogía a medio día, pero Francisca debía trabajar y cumplir en fechas indicadas las obras para ganar el sustento de las dos.
Entonces decide que Diana debía ir y regresar sola del colegio.
Cuanta desesperación sentía Francisca por la asistencia sola de Diana a la unidad educativa y aunque ya la había familiarizado con la ruta, con las advertencias de no ir a otro lado y de no conversar con extraños, de todos modos, sentía dolor al pensar que pudiera ocurrirle algo malo a su niña, aunque ya no estaba muy chica, era una espigada adolescente de 11 años, que iniciaba la etapa de la educación secundaria.
Pasaron los días y no ocurrió nada fuera de lo normal. Diana iba al colegio y regresaba a casa en el tiempo previsto por Francisca.
Pero un día soleado, muy caluroso en el que Francisca sale al patio a tomar aire y descansar, se da cuenta de la hora, era tardísimo y Diana no había regresado de la escuela.
Francisca toma su chal, el monedero y las llaves y salió a buscar a su hija, caminó, no se le hizo lejos la escuela. Se acercó a una vendedora de espumilla dulce que sabía que Diana comía y le preguntó por ella, a lo que respondió la vendedora que no había visto a la guagua.
Llegó a la escuela y el Portero le respondió que todas las niñas y maestros se habían retirado.
Qué hacer, no conocía a los padres de familia porque no había podido asistir a las reuniones escolares, tampoco conocía a las compañeras de Diana, porque la había acostumbrado a hacer sus tareas sola, sin necesidad de que nadie le ayudara con los deberes que le enviaban de la escuela, Diana siempre demostró ser una excelente estudiante, extraordinaria lectora además de autosuficiente e independiente.
¡Qué desesperación! Solo le quedó a Francisca levantar los ojos al cielo y elevar una oración pidiendo que su hija estuviera bien.
Y camina sin rumbo fijo, hasta que llega al borde del rio, vivían en un pueblo costero, dedicados sus habitantes a la pesca en agua dulce.
Sigue el recorrido de la orilla sin mirar ni sentir el bullicio del mercado, de las ventas, de las voces o ladridos de los perros.
Pero casi al terminar el malecón, que es cómo se denomina a la calle aledaña al rio, alcanza a divisar a su hija, le parece increíble pero es ella, sentada sobre una piedra muy grande, muy cerca del rio, está Diana dibujando el paisaje que tiene frente a ella, en total calma y comiendo espumilla dulce.
Lo primero que pensó Francisca fue en buscar un látigo para castigar a Diana y que entienda que no debía desobedecer la regla impuesta de ir y regresar directo a casa.
Pero no tenía el fuete y también se sintió culpable porque por trabajar muchas horas en las costuras y en las tareas domésticas había dejado la comunicación directa que tenían, desde hace algunos meses.
Francisca se acercó un tanto tranquila y Diana al verla, la abraza y le pregunta ¿cómo adivinaste mamá que estaba aquí? Y sigue diciéndole: Tengo la tarea de presentar el diseño de un paisaje que me guste y siempre que voy por la calle principal lo veo y decidí venir a dibujarlo, no me ha pasado nada, además en la casa hace mucho calor, perdón mamá se me hizo tarde y te preocupé.
Respiró profundo y le dice a Diana: Escúchame hija querida, entiendo que no tienes aún mucha idea del peligro que has corrido de estar sola en este sitio, de la angustia que he sentido porque no llegaste a tiempo a casa y también de que te he fallado últimamente al solo darte indicaciones a seguir y no convivir más contigo.
Mamá perdóname a mí responde Diana llorando, no fui consciente de tu dolor acerca de mi tardanza, no lo volveré a hacer. Te tomaré yo también más en cuenta para realizar mis tareas escolares.
Llorando se abrazan y se perdonan madre e hija.
¡Esa es la actitud!
02. UN VIAJE NO PLANIFICADO
Es costumbre desde que se casó Piero pernoctar en la casa de la mamá Rossiya todos los fines de semana.
Siempre íbamos con Masha -su esposa- y Josué -el hijo mayor- de Rossiya a pasear sea en el día o en la noche por los lugares emblemáticos que tiene la ciudad de Guayaquil.
A la fecha, ya tienen una hermosa niña Sarah, que no solo es preciosa sino también muy inteligente, como son los niños que nacen en esta época denominada de las nuevas tecnologías.
Así un viernes en la tarde llega Piero y dice: mamá aliste bolsos nos vamos mañana a la playa, no tenemos mucha disponibilidad monetaria, pero al menos nos distraeremos, bueno hijo responde Rossiya, ¡con lo que me gusta la playa! gracias.
Amanece el día y rumbo a Salinas ciudad costera de Ecuador, tomamos un suculento desayuno para que nos aguante el hambre todo el recorrido.
Pero al iniciar el viaje, la ruta está muy congestionada, es feriado por cierto y parece que muchos también han decidido ir al mar.
Entonces Piero dice ¿Hey familia y si nos vamos mejor a la sierra? Oh si, manifiesta Masha, vamos a Ingapirca que yo no conozco. Siii, dijimos todos, a la sierra será.
Pero como estamos con ropa de playa debemos regresar a casa y cambiarnos de vestimenta, además iremos en el carro de Josué -hermano mayor- porque el vehículo es más fuerte para la subida de montaña, de esta forma salimos rumbo a la Provincia Austral.
Después de varias horas de recorrido y de haber consumido un delicioso ceviche como almuerzo, llegamos a la ciudad denominada El Tambo, ubicada en la Provincia del Cañar-Ecuador.
Paramos en este pueblo con un sustaso, el carro desde hace horas atrás traía un ruido inexplicable, buscamos un taller mecánico pero otra vez caímos en cuenta, es sábado y feriado, todo el comercio está cerrado.
¿Qué hacer?
Rossiya recordó que Chuquipata-Javier Loyola es una población colindante y que allí estaban de vacaciones los Murillo-Jiménez, que son familiares cercanos y queridos.
Nos comunicamos telefónicamente con Katherine Murillo, más conocida como Katty y que es la hija mayor de la familia antes mencionada y nos invitaron a pernoctar en la finca con ellos.
Pasamos una velada muy agradable. Nos brindaron chocolate con pan y queso delicioso y nos llevaron a pasear por el mágico pueblo de Biblián.
Y a simple revisión del dueño de la finca, Don Bolívar indicó que era el tubo de escape que posiblemente se había roto y que no era de mayor preocupación por el momento.
Al día siguiente, a recomendación de Katty nos trasladamos a conocer la “Cuchara de Palo más grande del Mundo”, está ubicada en Paute y tiene el Certificado de Récord Guinness. Es un lugar muy hermoso, pacífico, aunque no es de muy fácil acceso.
Ahora si llega el momento de ir a conocer Ingapirca, pero antes era necesario probar la comida típica, nada menos que “el cuy asado” a excepción de Rossiya todos degustan el cuy.
Llegamos a Ingapirca acompañados de los familiares a los que visitamos, pero era muy tarde, que ya no había disponible un Guía Turístico, así que decidimos hacer el recorrido por nuestra cuenta.
Una experiencia inolvidable, después del largo recorrido por los monumentos de Ingapirca, había que caminar una hora de ida y otra de regreso hasta el lugar turístico denominado “la cara del Inca” que está tallada en la montaña, según cuentan es en honor a los valientes guerreros Cañaris.
La caminata fue extenuante casi todos bajamos y subimos literalmente con falta de oxígeno, pero al decir de Rossiya la de mayor edad del grupo, “había que hacerlo, tal vez no haya otra oportunidad”
También probamos indistintamente, las bebidas típicas del lugar como: El canelazo, la chicha de coca o de jora.
Nos despedimos en forma efusiva y agradecidos de los familiares que nos recibieron y acompañaron y aprovechando aún una tarde soleada nos dispusimos a regresar a Guayaquil.
Un fin de semana para el recuerdo y concluimos que los viajes sin planificación salen mejor.
03. LA PARRILLADA
La familia Espín-Calderón tiene por costumbre reunirse cada mes para celebrar individualmente, los cumpleaños de los integrantes de esta.
Pero con una complejidad de emociones reciben el mes de junio, anualmente.
Porque se recuerdan la mayoría de los cumpleaños y si bien los llena de regocijo reunirse varias veces en forma presencial también es de enorme trabajo para Alejandra, la dueña de la casa en la cual se organizan las fiestas.
Ella debe limpiar antes y después de las reuniones, cocinar los alimentos, servir el almuerzo y el coffee time que es café o té y dulces.
Por último, se la pasa lavando platos.
Con la salvedad de que cada cumpleañero corre con los gastos de la fiesta.
Entonces en la reunión anterior, Alejandra elevó su protesta -ya que casi ningún otro miembro la ayuda- a que se simplifiquen las celebraciones y propone que se organice un solo acontecimiento, reuniendo a todos, en una fecha de mediado de mes.
Se acepta la petición de Alejandra y en esa misma reunión se procede a organizar el siguiente evento familiar.
El lugar sería el de siempre, la vivienda de Alejandra porque tiene un amplio patio delantero que permite la presencia de todos los familiares.
Se propusieron varios tipos de comida, como un buffet criollo, una parrillada o un almuerzo tradicional, se llevó a votación y se quedó que se llevaría a efecto “una parrillada”.
Todos y cada uno de los presentes se responsabilizó en llevar un tipo de alimento: El matambre, la chistorra, pollo, carnes, arroz, verdes y maduros. Así cómo los utensilios, como el fogón, el carbón, las asas, los aliños, los platos, cucharas y vasos desechables.
También 2 carpas para protegerse de las inclemencias del clima. Más sillas y el infaltable parlante musical para bailar.
Así se distribuyó todo, tanto en comida como en apoyo a la dueña de casa.
Y llegó el día de la parrillada.
Todos estaban alrededor de los fogones para observar cómo se hacía el asado y algunos con apuro de saborearlo
A algunos les gustó el asado a otros no.
Pero alrededor de una gran mesa se sentaron los 15 integrantes de la familia Espín- Calderón a degustar la comida, pero sobre todo a conversar de diferentes temas en forma pacífica y respetuosa.
El amor de familia sobresalió.
Luego se hicieron juegos de entretenimientos acompañados de café, té, soda, dulces y un buen vino. ¡que no podía faltar!
¡Que se repita la parrillada!
04. 65 no son nada
Envejecer es probablemente un vocablo prohibido para cuando se es joven, ni siquiera se escucharía la palabra si no fuera por la publicidad sobre productos y cirugías que retrasarían los signos del envejecimiento.
Siempre me pregunté: ¿será cierto que estos artículos pueden retrasar el paso inexorable del tiempo sobre mi piel?
A mí, Elsa es mi nombre, no me molesta la edad que tengo.
Es cierto que mis habilidades físicas han disminuido pero mis capacidades intelectuales casi están intactas, inclusive mi memoria de la cuál siempre he estado orgullosa.
A la fecha sigo realizando una variedad de tareas intelectuales, físicas o manuales con éxito.
Ah, y les cuento, una serie de anécdotas en referencia a la llegada a la edad adulta y a mí, sinceramente algunas me disgustan no por los años que represento sino por el abuso que se hace de la llamada “tercera edad”
Es por ejemplo cuando tenía 60 años e iba a ser fila en un Banco para realizar una actividad financiera siempre el Guardia de seguridad me enviaba a hacer fila en la de los de tercera edad.
¿Será porque siempre tuve canas y estas son señales de vejez?
Y yo protestaba, porque ¡verás le decía al Guardia yo no tengo 65 años, no soy adulta mayor!
Me enfadaba hacer esa fila, porque demoraban más.
En esa ventanilla dedicada exclusivamente a los adultos mayores se permitía realizar todo tipo de trámites y sin límite de tiempo.
Y me enojaba porque yo soy dinámica, hago varias cosas a la vez y no podía darme el lujo de hacer una fila por horas.
Ah bueeno, a no ser que sea para comprar una entrada al cinema o a un concierto.
Es cierto también que ofrece tanto el Estado como ciertas empresas privadas porcentajes de descuentos en los servicios que usa o consume un adulto mayor, pero ni tanto, es mejor seguir con la normalidad.
Entonces, como siempre me consideraron como persona de tercera edad, tuve la idea de inscribirme en un centro gerontológico estatal para tomar los cursos que ofrecían o para realizar gimnasia.
Pero ¡oh que sorpresa o disgusto!
No me aceptaron y que, porque no era de “tercera edad”, no tenía aún 65 años.
Pero como el paso de los años “van porque van”
Cumplí los 65 años, en el mes de abril, el que se le robaron al cantante Joaquín Sabina -pero no a mí- y aunque no me gusta celebrar con fiestas, esta vez sí organicé por todo lo grande una reunión en un restaurant elegante y convidé a todos los familiares y conocidos más cercanos, algunos se resintieron porque no les invité.
Es que yo como cumpleañera, no costeaba el consumo, sino que cada uno debía hacerlo.
Era a cambio del regalo que se acostumbra a dar en una fiesta de cumpleaños.
Algunos de todos modos me llevaron obsequios muy bonitos.
Hubo un almuerzo delicioso, cocteles, dulces y los clásicos discursos deseándome toda clase de buena suerte.
Y me tocó el turno de agradecer.
Entonces como todos habían manifestado con sus elocuencias sobre lo trascendental que es llegar a los 65 años.
Yo con mi consabida naturalidad después de hacer un breve recuento del tiempo en que llevamos de amistad. concluí mi alocución, diciendo:
¡Para mí y con letras mayúsculas puedo gritarlo o escribirlo:
¡65 no son nada!
05. Sarah con h
El 26 de enero de ya casi 2 años, nació Sarah y según la astrología es del signo Acuario, por lo tanto, son simpáticos, audaces, originales y brillantes, pero también muy independientes, les gusta llevar la contraria a todo.
No es por el inmenso amor que le tengo que digo que Sarah es una de las más hermosa, avispada y alegre niña que yo conozca.
Nació con peso y talla normal, saludable y llena de amor porque era esperada no solo por sus padres sino también por abuelos, tíos y demás familiares y conocidos.
¿Quién decidió el nombre? El papá, quién dudaba si sería con la inicial Z o con H al final. Quedó con la H al final.
El nombre también es un homenaje a la abuela materna que apoyó en todo lo necesario a Lorena madre de Sarah y que la ha criado durante el primer año de vida.
Ha trascurrido el tiempo y Sarah más conocida como Sarhita despunta como un ser super inteligente, activo y amoroso.
Gusta de la música que cuando escucha rock and roll o salsas enseguida mueve su cuerpecito al son de la melodía y aplaude llena de entusiasmo.
Poco a poco va conociendo a los familiares y amigos y ya no es huraña, se presta con facilidad a los abrazos y besos.
Aprendió a dar los llamados besos volados cuando se despide.
La signataria de este relato es la abuela paterna, quién siempre les dijo a los hijos que sus nietos no le llamarían abuela sino “Abu” y así Sarah con h está aprendiendo a llamarla.
Igual Sarah demuestra que tendrá un carácter bravo y muy decidida e independiente “las cosas se hacen como ella quiere y no como los adultos le indican.
Puede ser positivo o no el carácter autónomo todo depende de la formación que sus padres le inculquen desde ahora que es muy pequeña y que está formando su personalidad.
Ya ha viajado al extranjero con sus padres y dentro de su país también con abuelos, tíos y otros consanguíneos.
En Panamá, se golpeó en la frente, tratando de bajarse de la cama y es que, con ella, sus cuidadores no la pueden perder de vista ni un minuto porque ella enseguida se va para otro lado.
Entonces, ante dicho accidente, los padres de Sarhita y los administradores del hotel se asustaron, llamaron la ambulancia para que sea atendida de emergencia, en un centro de salud.
Los doctores la atendieron muy bien y a pesar de que lloró mucho, se durmió.
Pero al día siguiente, ¡adivinen! Sarah a pesar del enorme parche por 3 puntos que le habían cosido, ya estaba animada y a seguir paseando.
Es que le gusta mucho salir de paseo, para ella su palabra mágica “vamos” y ya está de salida.
Ha aprendido a hacer señales con la mano para que salgan pronto.
Cómo repito es una ternura y genera alegría a sus familiares en especial a su Abu.
Además, como describen a los nacidos en la generación Alpha, ella está muy pendiente de la tecnología. Sarah a su corta edad le enseñó a la Abu el manejo de YouTube.
¡Y es cierto lo que les cuento!
Solo me queda elevar una oración al cielo por el bienestar de mi nieta Sarah pues según los estudios científicos esta época en la que Sarah ha nacido “deberá desarrollar habilidades técnicas altamente especializadas para poder encontrar trabajo”
Pero sus padres están bendecidos y cuentan con las capacidades intelectuales adquiridas en los centros de estudios básicos y universitarios que de seguro guiarán por buen rumbo a Sarah con H.
06. El Atelier
Es una palabra que desde la antigüedad han usado los franceses para denominar a un espacio privado en el cual desarrollar sus actividades creativas.
Por ello, al jubilarme después de 40 años de labores docentes, me pregunté:
¿Ahora que vas a hacer Diana?
¿Te quedarás en la inacción del paso del tiempo, porque sí? O
¿Buscarás alguna actividad que te haga seguir viviendo?
Y pensé: Soy muy dulcera, entonces podría aprender a hacer postres, bocaditos y tortas y ofrecerlos a mis familiares y conocidos, en primera instancia y luego crearía un espacio en las redes sociales.
Qué gran idea me parecía y compré varios útiles necesarios para emprender con la repostería.
Luego de unas semanas. Oh qué tristeza. No es que salieran malos los dulces, sino que no me era satisfactoria la actividad.
Y no continúe. Me dediqué por un tiempo a sanar mis dolencias físicas y también espirituales.
Un día limpiaba y organizaba mi dormitorio y encontré de casualidad un mantel bordado y que lo atesoraba como un recuerdo sentimental muy profundo porque era de mi mamá, ella lo bordó para adornar mi mesa de trabajo estudiantil.
Cómo había tela sin bordar, busqué aguja e hilos y me puse a imitar el bordado hecho por mamá. Y qué sorpresa ¡podía hacerlo! Con forma y bonitos.
Entonces, decidí comenzar acciones dirigidas a establecer un taller de manualidades y con la ayuda de mi hijo Enrique, le puse nombre y también él le creó el logo: “Atelier: Hilos, Libros y Café”
Adquirí todos los materiales como: Máquina de coser, hilos de diversos tonos y grosor, bastidores o telares, tijeras, papeles, agujas de diferentes formas y tamaños.
Esta vez sí resultará -pensé- porque me sentía muy animada no era solo por tener que hacer sino que era el entusiasmo a crear algo propio.
Con los primeros bordados que hice me sentí muy satisfecha.
¡Me gustó! Es muy placentero observar los hermosos motivos de colores plasmados en una tela cosida con agujas e hilos.
Entonces mi hijo me entusiasmó a que los promocione y los venda,
Él me creo los sitios referentes a las redes sociales.
¡Y que creen! Me compraron mis bordados, me he sentido muy contenta por ello.
También incursioné con el tejido, es una actividad que se me da como si hubiera asistido a cursos de aprendizaje.
¿Será que mi mamá que está en el cielo me ayuda para que yo sea feliz en la tierra?
También, les comento que para hacer los tejidos llamados amigurumis, si tomé un curso especial, también he tomado otros cursos para conocer el nombre de las puntadas para el bordado manual.
Pero a pesar de estar ocupada con las labores mencionadas hay un sueño que siempre he tenido y que por trabajo para la subsistencia propia y de los hijos o por descuido no había podido cumplirlo.
Ese objetivo es escribir y publicar un libro. Con mucha modestia debo indicar que soy una asidua lectora. Y, tomé la decisión de hacer cursos que me ayuden a organizar mis ideas y a plasmarlas con la escritura tal cual lo hago con los bordados coloridos.
Ahora que tengo mi Atelier, acompañada siempre de una tacita de café, estoy escribiendo un libro de cuentos, ojalá les gusten estimados lectores y así se cumpla quizás el penúltimo sueño de mi vida.
07. Mi Jardín
Cuanta admiración siempre he sentido por los jardines llenos de flores coloridas que se asemejan a los edenes que describen los libros de poesías o al jardín japonés ubicado en Buenos Aires-Argentina, al cual conocí y quedé prendada de su majestuosa belleza.
Cierto es que siempre quise tener una casa propia que tuviera además de las habitaciones normales, llevara balcones, un gran patio y espacio para cultivar un jardín.
Y se cumplió el sueño tengo un espacio, aunque pequeño, pero en él organizo un oasis con césped, rosas de todos los colores, crotos, enredaderas y geranios éstos para tener la visita de los colibríes, pajaritos de hermosos colores y que según cuentan las leyendas visitan a las personas trayendo mensajes positivos de los seres queridos que ya no están vivos.
Es muy entretenida la tarea de sembrar, desmontar, cuidar de los bichos o parásitos y regar diariamente.
Tengo la ayuda de Carmen, mi sobrina que según ella dice, no le gustan las plantas, pero que “buena mano” tiene, porque no se le mueren los sembríos.
Siempre me apoya con el riego mi hijo Kike, él está atento a si las plantas se marchitan o tienen alguna plaga.
Pero como todos los gustos, estos cuestan monetariamente, bastante, por las herramientas a utilizar para cortar, plantar e irrigar, además de las macetas de piso y de aires, los abonos, repisas etc. Pero como todo aquello que gusta como un dicho en mi país “sarna con gusto no pica”
Hasta aquí todo es placentero para mí, me llena de gozo y alegría cada mañana al abrir las ventanas o salir y ver mi jardín florecido.
Yo les saludo, les hablo a las plantas -siempre lo he hecho- y cuando eran pequeños de edad mis hijos, una vez le dijeron al padre de ellos, que me pusiera atención, porque podría ser que estuviera loca porque converso con los montes. ¡que risa!
Pero como los días de la vida, unos son coloridos, otros grises, se presentaron dificultades.
Yo no tengo mascotas porque mis habilidades físicas están un tanto disminuidas que no me siento capaz de cuidar un perro o un gato.
Pero en la urbanización en la que vivo si los hay y algunos perros o gatos son descuidados por sus dueños, los dejan solos y sueltos en las mañanas y se hacen sus necesidades biológicas en cualquier lugar, siendo los jardines los lugares preferidos.
Entonces, investigué que hacer para evitar que estas mascotas ingresen a mi jardín, y conocí:
1. Regar con vinagre los sitios en los que encuentro los desechos biológicos de los perros o gatos.
¡Lo hice! galones de vinagre blanco, compré y regué el césped, surtió efecto por unas semanas, pues tampoco me ayudó por los torrenciales aguaceros que se desataron en mi ciudad.
¡Qué tristeza!
2. Sembrar la planta denominada Albahaca.
También la compré y a pesar de que daña la estética de mi vergel, la sembré en un lugar estratégico -según mi parecer- esto ha dado resultado porque desde hace algún tiempo, no encuentro suciedades en mi jardín.
Definitivamente, todo en la vida tiene su pro y sus contras y así como tengo las más hermosas rosas de varios colores y tamaños, crotos, helechos, enredaderas, pensamientos, geranios, siemprevivas, amor de un día y hasta algunas plantas medicinales como el orégano, la menta y la lavanda que ya me sirvieron para tomar “agüitas de vieja” también se presentaron las hormigas y los caracoles que se comen las hojas o las resecan.
Igual de la búsqueda de información, he utilizado agua jabonosa, sal y canela molida, con lo que precautelo a todas mis plantas.
Reviso todas las mañanas y soy dichosa, sigo saludando y conversando con mis arbustos, en espera de la presencia de un colibrí que me traiga noticias de mi amada mamá que desde hace varios años se fue al cielo.
Índice
• Esa es la actitud
• Un viaje no planificado
• La parrillada
• 65 no son nada
• Sarah con H
• El Atelier
• Mi jardín

4 commenti
guayas25
Ciao,
Scusate la professoressa Paula per il tempo che è passato per pubblicare il mio progetto finale del corso.
Spero che mi dai i tuoi commenti per migliorare.
Lo stesso per tutti coloro che accedono al mio lavoro. Grazie.
Saluti,
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doramaria_98
Caro insegnante, ero uno studente della scuola della provincia di tungurahua, ho bisogno di contattarti, darmi un numero o un social network dove posso trovarti.
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jacquipao25
Che bello 🌸!!! Ho preparato un caffè per accompagnare la lettura.
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guayas25
@jacquipao25 Oh grazie :)
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