Doma Collective
Así como el dadaísmo surgió para confrontar el orden y lo ya establecido en el arte, las obras de Doma Collective generan un reto ante la seriedad de ser adulto y la alegría de regresar a una etapa infantil donde la espontaneidad rige la mente.
Este colectivo originario de Buenos Aires, Argentina, conformado por Mariano Barbieri, Julian Pablo Manzelli "Chu", Matias Vigliano "Parquerama" y Orilo Blandini, ha buscado desde sus inicios responder de manera optimista y divertida a la complicada situación que vivía su país en 1998, año en el que el sistema político, económico y social de Argentina colapsó. Doma Collective se dedicó a intervenir espacios públicos con instalaciones y esculturas con un concepto juguetón, fantástico e incluso absurdo.



“DOMA busca simplemente recapturar el entorno como un lugar de juego y alegría. Una superación del régimen visual tiránico de la ciudad contemporánea, un intento de darle a lo ridículo y absurdo un uso claramente político” - Rafael Schacter (antropólogo, curador y catedrático de la Universidad de Londres) -




La primera intervención de gran formato que realizaron fueron las “Víctimas”, muñecos de trapo colocados en las entradas de edificios o avenidas transitadas. A la par, también elaboraron estructuras inflables que simulaban un tanque de guerra, pero se presentaban desinflados y sin mucha gracia en las calles de Berlín.




Su participación dentro de diversas exposiciones siempre estuvo marcada por la creación de singulares piezas, donde debían converger una gran estructura y la curiosidad del espectador.
Su interés por experimentar con otros medios, los llevó a trabajar con estudios como Fase y a crear instalaciones interactivas como el Templo Criptométrico en la ciudad de Sao Paolo.



Sin duda una de sus creaciones más representativas fue Coloso, un personaje que crearon sobre una torre eléctrica con luces de neón, simulando que la estructura cobraba vida y se convertía en un simpático ser. La pieza fue parte de Tecnópolis, una feria de arte y tecnología de Villa Martelli, Argentina.



Para Doma crear un hecho revolucionario se trata de romper estructuras, un ejemplo representado con instalaciones como el “Confesionario", el cual al ser un objeto simple que posee una carga poderosa e intensa de significado, rompe esquemas al ser colocado en un espacio común y corriente.

Después de 17 años de volver al mundo del arte un salón de juego e invitar a la reflexión a través de la creatividad, Doma Collective hizo una retrospectiva de su trabajo a través de un libro llamado DOMA 17.

2 comentarios
microbians
StaffDOMA rulez!
seo_specialist_joseprieto
Fantástico trabajo!