Paula Pelosso

Fotos, siempre, fotos. Cámaras, pequeñas, grandes, instantáneas, celulares... siempre un obturador
Libros, muchos, desbordando por todas partes, a veces porque los leo, a veces admito, me gusta coleccionarlos, verlos por ahí y poder tomarlos cuándo me dá la gana o detona algún tema o curiosidad, entonces, ahí están para aportar al "nudo" que tengo armado en mi mente.
Las historias, sobre todo las que tienen un principio real y se convierten luego con aportes mágicos o tan reales como el comienzo, en leyendas, pequeñas leyendas diarias. Las familiares, son mis preferidas, en especial si han estado ocultas por alguna razón durante años... destejerlas y con ellas volver a tejer vínculos impensados y nuevos consensos que las acercan a los mitos de otros.
Las aves, la diversidad. Millones de fotos, salidas y kilometros a pie, para "cazar" pajaritos y descubrir que cualquier espacio es un universo y un hogar para ellos. Conocer algo de su comportamiento, por ejemplo el respeto que obligan las aves migratorias con su extremo esfuerzo de vida!
La naturaleza toda, el cielo, pequeñísimos rincones, una hoja o un paisaje, todo deslumbra por igual.