¿Qué es el pastel al óleo y cómo se utiliza para pintar?

Descubre en qué consiste esta técnica de dibujo y pintura y por qué tantos artistas aman los pasteles al óleo

Justo a medio camino entre el dibujo y la pintura están los pasteles al óleo. Se trata de una herramienta práctica, placentera y muy viva que se suele recomendar a principiantes pero que utilizan también profesionales.

En este artículo descubrirás de qué forma puedes aprovechar las cualidades de este material para tus pinturas e ilustraciones y la interesante historia que hay detrás de su creación.

¿Qué es el pastel al óleo?

El pastel al óleo es una herramienta para pintar y dibujar. Su apariencia es la de una pequeña barra o crayón grueso de pintura. Está compuesta por un pigmento unido con una mezcla aglutinante de aceite y cera que no se seca. Se trata de un formato muy práctico para trabajar los pasteles aunque no es el único.

Un artista que quiera trabajar con pasteles al óleo también puede elegir trabajar con:

- Pasteles duros. Sirven para trazos concretos.

- Pasteles blandos. Cubren grandes superficies y se disuelven por rápido.

- Lápices de pastel. Cuentan con minas intermedias entre el pastel blando y duro y suelen utilizarse sobre para bocetos y detalles.

Lo pasteles al óleo se distinguen de estos otros pasteles por ser pasteles grasos pero su creación es relativamente reciente.

Antes de que el pastel al óleo se popularizara, las pinturas pasteles eran algo limitado al mundo de los artistas. En 1720 ellos ya compraban pigmentos y aglutinantes en lugares como La Maison du Pastel pero el crayón artístico , tal como se conocen al pastel al óleo, se creó en el siglo XX.

¿Dónde aplicar pastel al óleo?

Esta herramienta versátil de composición suave y aceitosa combina perfectamente con múltiples soportes y materiales como:

- Todo tipo de papel de dibujo
- Papel coloreado
- Lienzos
- Madera
- Lija

¿Por qué tantos artistas aman los pasteles al óleo?

El trabajo al pastel al óleo suele tener muchos seguidores porque se considera un medio que permite que la personalidad del artista se revele fácilmente. La versatilidad de esta herramientas es conocida y está ya explorada por muchos pintores e ilustradores que han sacado lo mejor de ella tanto en arte abstracto como realista. Pero lo que suma encanto a este material es las posibilidades que brinda de expresar pensamientos y emociones personales con libertad en la misma línea pictórica. De hecho, si miramos la historia de los pasteles al óleo descubrimos que esa fue la razón por la cual se crearon.

Una herramienta para la libertad

El pastel al óleo nació como la búsqueda de una herramienta para lograr libertad creativa. Todo comenzó al final de la Primera Guerra Mundial cuando el artista japonés Kanae Yamamoto propuso una revisión del sistema educativo de su país. Sentía que los niños pasaban demasiado tiempo dibujando ideogramas con tinta china negra y creía que eso colaboraba en crear personalidades autómatas, pasivas y obedientes. Él quería promover un sistema menos restrictivo, una visión que expuso en su libro Teoría de la autoexpresión, que describía el método Jiyu-ga de "aprendizaje sin profesor".

Los profesores Rinzo Satake y Shuku Sasaki leyeron la obra de Yamamoto y se convirtieron en seguidores. Ellos se empeñaron en poner en práctica sus ideas. Para ello, decidieron producir un crayón de cera mejorado que permitiera a los niños dibujar fluidamente. En 1921 fundaron la compañía Sakura Cray-Pas Company y comenzaron a experimentar.

Sus primeros crayones no salieron muy bien pero con el tiempo los perfeccionaron y en 1924 decidieron desarrollar uno de alta oleosidad: el pastel al óleo. Por entonces dividieron el invento por estación y se dedicaron a hacer pasteles de invierno con aceite adicional para evitar que se endurezcan con el frío y pasteles de verano con poco aceite para evitar que se derritan con el calor.

Las escuelas desconfiaron del método pero los ambientes artísticos se sintieron fascinados. Cuando los crayones japoneses llegaron a Europa tuvieron un éxito comercial inmediato y algunas marcas comenzaron a copiarlos. La marca japonesa contactó a artistas de vanguardia para que se familiarizan con la técnica, entre ellos Pablo Picasso.

Y fue el mismo Picasso quien en 1947, y tras llevar muchos años sin poder conseguir pasteles al óleo debido a las condiciones de la guerra, convenció al fabricante francés a Henri Sennelier, especializado en productos artísticos de alta calidad, para que desarrollara una versión para bellas artes, mas sofisticada. En 1949, Sennelier fabricó los primeros pasteles al óleo destinados a profesionales y artistas experimentados superiores en cuanto a viscosidad de la cera, textura y calidad del pigmento y capaces de producir obras más consistentes y atractivas.

¿Cómo se pinta al óleo?

Los artistas suelen comenzar dibujando su idea, con un lápiz muy blando para no raspar ni dañar la superficie. Esto es muy importante ya que cuanto más lisa y sana esté, mejor se desplazará y se expresará el óleo. En general, ellos hacen muchas pruebas y ensayos antes de comenzar la versión definitiva. Dibujar primero en una escala reducida, y utilizar lápices de colores para visualizar tu resultado final después, suele ser buena idea. Haz varios bocetos para comparar y decidir mejor. Una vez que el dibujo esté terminado y sepas qué colores vas a usar, comienza a colorear suavemente, de forma casi translúcida.

Ten en cuenta que el óleo funciona por estratificación, es decir, por acumulación de pigmentos. El máximo peligro que corremos de arruinar nuestra obra viene de sobrecargarla de capas. Por esta razón, la planificación de colores y del trabajo en general es importante. De todas formas, si fallas en esta parte, siempre puedes retirar algo de material con tus dedos o con un espátula pero siempre es preferible no llegar a esto.

A medida que tu trabajo se vaya revelando antes tus ojos podrás utilizar recursos extras que hacen a la magia de la técnica. Algunos de estos recursos son:

- Aprovecha la fricción natural. Una vez que acumules capas irás descubriendo que los colores se mezclan entre sí por fricción, es decir, naturalmente. Los resultados pueden sorprenderte y alimentar tu proceso creativo.

- Usa tus dedos, algodones, telas o esponjitas para mejorar las mezclas.

- El aceite de trementina o aguarrás hace que el material se mezcle más entre sí provocando un efecto más parecido al de la pintura clásica.

- Calienta tu pastel. Esto se suele hacer para lograr cierta textura en el material. El óleo caliente y derretido se pega con una espátula para un efecto empaste.

- Raspa la punta de tu pastel y utiliza la pigmentación en polvo.

- Combina técnicas. Puedes mezclar pintura al óleo con pasteles al óleo, pero la pintura al óleo debe aplicarse primero, es decir, debajo de los pasteles.

Precauciones frente al pastel en óleo

- Si vas a pintar al aire libre, hazlo en la sombra y protege tus pinturas del sol ¡se derriten fácilmente!

- Las barras suelen ensuciar el pastel. Comienza trabajando desde el centro de la hoja hacia afuera e intenta conservar una mano limpia. Protege con un secante las zonas que hayas terminado.

- Deténte a tiempo. Acepta las imperfecciones cuando realmente la obra esté avanzada o podrás arruinar todo el trabajo buscando rehacer algo.

- Por su composición aceitosa, el óleo puede llegar a ensuciar casi todo: tus manos, tu ropa, tus muebles y también los pasteles pueden ensuciarse entre sí. Ten a mano una toalla de papel o un trapito para ir limpiando tanto tus manos como tu material. Es una buena idea mantener limpios los pasteles al óleo mientras se trabaja con ellos y no dejar que permanezcan demasiado tiempo sucios.

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