¿Qué es el shodō, el arte de la caligrafía japonesa?

Descubre sus orígenes y los elementos estéticos y de mindfulness que la componen, con Rie Takeda

El shodō es la práctica artística de escribir en japonés y todo un símbolo de belleza. Traducido textualmente como “el camino de la escritura artística“, el shodō representa siglos de conocimiento, técnica y sabiduría ancestral de una cultura fascinada por el arte de escribir.

La artista y calígrafa japonesa Rie Takeda (@rietakeda) ha practicado el arte del shodō desde que tenía cinco años, y desde entonces se desempeña como calígrafa profesional en Europa y Japón. Takeda, que es también profesora, nos describe a continuación los orígenes del shodō y su relación con la práctica mental del mindfulness.

Mushin, una práctica de conexión interna

Practicado y enseñado como un verdadero ritual, el shodō requiere de encontrar la paz mental para unir cuerpo, mente y espíritu en el proceso creativo de escritura. Si conseguimos esta tranquilidad mental, nos acercamos a un estado de mushin: una mente clara y transparente.

Este método de relajación nos lleva a producir una ligera energía en nuestro cuerpo, misma que podemos verter en el papel a la hora de escribir en tinta. Así, la caligrafía japonesa se convierte en una meditación consciente en la que mente y cuerpo se unen, creando una danza entre la mano y el papel.

Los estilos del shodō

Por su tradición ancestral, el shodō contiene más de doce estilos de caligrafía y diversas técnicas que se han desarrollado acorde a la evolución natural del lenguaje japonés. Otros estilos fueron creados por renombrados calígrafos en los últimos 3000 años. Dichas formas reflejaban las características políticas y tendencias estéticas de aquellos tiempos antiguos, y muchas veces los mismos calígrafos adaptaban el shodō a sus propias curiosidades artísticas.

Según Rie Takeda, los tres estilos esenciales de la caligrafía japonesa son: kaisho (bloque), gyosho (semi-cursiva), y sosho (cursiva). Cada estilo es más complejo que el anterior, por ende, en la escuela los niños que aprenden el lenguaje del shodō en una clase de arte, solamente practican el estilo kaisho, o estilo de bloque.

El estilo Kaisho

El término “kai“ significa forma fundamental. Es uno de los tipos más básicos de caligrafía japonesa, y es utilizado ampliamente en libros, productos impresos y el Internet, siendo el estilo más común y fácil de leer y aprender. Su forma es fuerte, clara y poderosa, con una estructura unificada.

El estilo Gyosho

Gyosho es el estilo semi-cursiva, y proviene del término “gyo“ que significa dejarse ir. Dicho estilo se creó a partir de la forma de escritura de reisho, y fue desarrollado alrededor de los años 206 a.C. hasta 220 d.C. Su estilo evita los ángulos fuertes y las líneas rectas, utilizando una técnica suave y redondeada. Como su nombre lo indica, el estilo gyosho permite crear una sensación de calidez y apertura, dejando ir la mano libremente sobre el lienzo.

El estilo Sosho

Sosho es el estilo cursiva, y su significado referencia a la hierba por su movimiento y ligereza. Originalmente creado en el siglo III como un estilo abreviado para escribir rápido, el sosho se enriqueció con un carácter estético que le dio mayor flexibilidad para adaptarse al contexto del arte, siendo utilizada su elegancia en géneros como la poesía. Posee un estilo refinado a la hora de escribir, y es considerado el padre de Hiragana, las sílabas del alfabeto japonés, por lo que hasta hoy tiene una gran influencia en la caligrafía del país.

¿Te ha gustado descubrir esta técnica ancestral? Recuerda que puedes aprender con Rie Takeda a combinar el arte de la caligrafía japonesa con la práctica mindfulness para unir cuerpo, mente y espíritu en su curso online ‘Shodo: introducción a la caligrafía japonesa’.

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