Tutorial Ilustración botánica: cómo dibujar un árbol

Aprende paso a paso a dibujar un árbol partiendo de referencias y combinando diferentes técnicas y procesos con Paulina Maciel

La ilustración botánica, ya sea realista o absolutamente fantástica, es uno de los géneros más hermosos que un creativo puede practicar, gracias a su abundancia de colores, su capacidad para mejorar nuestras facultades de observación y su multiplicidad de aplicaciones, desde diseño editorial hasta ilustración de cuentos, pasando por diseños de packaging u otras necesidades gráficas.

En este tutorial, Paulina Maciel (@pau_maciel), diseñadora e ilustradora detrás de Canela Estudio, explica cómo dibujar y pintar un árbol desde cero, con un método muy sencillo y utilizando materiales al alcance de todos. Descúbrelo en el vídeo a continuación:

1. Bocetando el árbol

Como punto de partida, podemos tomarle una foto al árbol que queramos ilustrar y empezar a bocetar a partir de ella. Lo primero es encontrar la forma básica de la planta; para ello, colocando un papel de calco sobre la fotografía, empieza por identificar los distintos grupos de arbustos o follajes que la forman.

Solo tienes que rodear los arbustos de forma sencilla, y a continuación bocetar también las ramas que los conectan entre sí. Una vez marcada la estructura básica del árbol, podemos empezar a darle un poco de profundidad marcando las sombras en la parte inferior de los arbustos; por norma general, la luz vendrá desde arriba.

Aunque cada árbol tendrá su propia forma, con estos principios básicos podrás bocetar cualquiera de ellos.

2. Pintando el árbol

Para empezar a dar color a nuestro árbol, partiremos de tres tonos de lápices acuarelables: tonos de luz, medios tonos y tonos de sombra. Si no tienes el boceto del paso anterior, realízalo ahora (y si puedes hacerlo con un portaminas fino, en vez de con grafito, mejor).

Sombrea el árbol con el mismo portaminas, fijándote en las zonas de luz y sombra para saber en cuál de ellas colocarás cada tono de lápiz. Lo importante no son tanto los detalles como conseguir el aspecto general del árbol; una vez lo tengas, empieza a aplicar el color con los lápices acuarelables. Puedes pintar también un poco del suelo bajo el árbol, para darle un poco más de contexto.

Una vez esté pintado, utilizando un pincel ligeramente mojado, empieza a desvanecer la textura del lápiz con trazos que vayan desde las zonas más claras hasta las zonas más oscuras. Recuerda que, si no quieres que se note el boceto original, tendrás que hacerlo suavemente, sin apenas apretar.

¿Te ha gustado este tutorial? Recuerda que puedes aprender con Paulina Maciel a descubrir e interpretar el mundo natural, combinando la acuarela con plumilla y grafito, en su curso online 'Cuaderno botánico en acuarela'.

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