Tutorial Iluminación: control de exposición y contraste
Aprende con Enrique Silguero a controlar la exposición y a variar el nivel de contraste, para aplicar a tu proyecto de fotografía, cine o vídeo
Conocer y dominar la luz es una de las habilidades básicas para cualquier creativo que quiera dedicarse profesionalmente al campo del audiovisual, ya sea a la imagen fija como a las imágenes en movimiento. Dentro del aprendizaje sobre la iluminación, entender los conceptos de exposición y contraste y cómo se relacionan entre sí es un paso muy importante.
Para ayudarte a comprenderlos de la forma más sencilla posible, Enrique Silguero (@enrique_silguero), director de fotografía, te los explica con ejemplos prácticos y muy detalladamente, para que tú también dejes atrás el modo automático de tu cámara.
Descubre los consejos en el siguiente vídeo:
Exponer correctamente
Para comprender la exposición, debemos recurrir al histograma: la representación gráfica de la distribución de los niveles de luz en nuestra imagen. Es decir, una curva que nos indica cuántos negros, grises y blancos hay en ella. Si en esta curva hallamos valores que van desde el negro hasta el blanco, de forma bien equilibrada, normalmente significará que la imagen está bien expuesta.
Si subimos la exposición, es probable que la curva se desplace hacia la derecha, hacia los blancos, haciendo que la imagen se sobreexponga y haciéndonos perder toda esa información.
Igualmente, si bajamos la exposición, la curva se desplazará hacia la izquierda, hacia los negros, lo que hará que también perdamos información, generándonos problemas en caso de que queramos tratar la imagen.
Trabajando el contraste
Una vez entendemos qué es la exposición y por qué debemos equilibrarla, podemos pasar a hablar del contraste. Este se mide, en esencia, con la percepción óptica o mediante un fotómetro de los distintos niveles de luz de nuestra imagen.
Cuanto más extrema sea la distancia entre los blancos y los negros, más contraste tendremos; o lo que es lo mismo, una imagen con la mitad completamente en sombra y la otra mitad completamente soleada tendrá mucho más contraste que una en la que la luz se distribuya de manera regular y suave.
Para jugar con el contraste en un entorno controlado, podemos utilizar luces de relleno: por ejemplo, imaginemos un rostro con su lado izquierdo totalmente iluminado y su lado derecho en penumbra. Si queremos reducir esa diferencia, reduciendo el contraste, podemos dirigir una luz de relleno al lado derecho, para equilibrar ambos lados del rostro.
En ese sentido, si trabajamos con una sola fuente de luz, la que podemos llamar principal, y no jugamos con luces de relleno o rebotes para la luz principal, lo más normal es que tengamos un contraste más alto, ya que no se compensará la potencia de esta luz principal.
Si queremos aumentar todavía más el contraste, podemos utilizar banderas para reducir el rebote en paredes o techo de la luz principal, focalizándola todavía más en la zona que nos interese.
Y si lo que queremos es generar un relleno sin utilizar más de una luz, podemos utilizar un stiko blanco, una superficie que rebotará la luz principal y nos ayudará a reducir el contraste.
Si te han gustado estos consejos, recuerda que en el curso online de Enrique Silguero 'Iluminación básica para proyectos audiovisuales' podrás aprender a usar la luz como generador de emociones en tus trabajos cinematográficos.
Te puede interesar
- Iluminación con luz natural para principiantes, un curso de Zony Maya.
- La luz fantasma: técnica de iluminación y tratamiento del color, un curso de Ibai Acevedo.
- Fotografía de estudio: la iluminación como recurso creativo, un curso de Antonio Garci.
1 comentario
sccpjvidal
Muy bien explicado, entendì desde el principio