mario isern

Es muy difícil transmitir, con una imagen fija, la pasión que me causan los instantes fugaces, es muy difícil comunicar sin palabras la emoción que me produce la tensión latente, sólo matizada por los infinitos colores, entre la luz y la oscuridad de la existencia. Pero se puede intentar, y así lo creo, con una sola fotografía, cortar la vida en pedacitos, crear una sensación, aunque sea evanescente, de quietud e introspección dentro de la vorágine de movimiento perpetuo de cada ser o cosa, el segundo eterno que llena mi alma al mirar tras el objetivo, regalar a otros la fugaz impresión de estar tras mis ojos, casi dentro de mi, mirando el mundo como yo lo veo.