Mariluz

Vengo de una familia pequeña, mis padres, mi hermano y yo. De una realidad en la que he estado casi siempre de pequeña sola, inventando mucho para jugar con mis muñecas, con recortables, cuentos, dibujando. Sintiendo que estaba a gusto y protegida, segura, dentro de mi cabeza y en mis historias personales. Historias que no he compartido porque sentía que no eran nada extraordinario y que no interesaban, eso me llevó a dejar de escribir cuentos, a dejar de inventar nuevos diseños para mi habitación, a pensar que eran cosas infantiles que según crecía tenía que dejar de lado.
Durante muchos años he ido saltando de una actividad a otra sin saber muy bien qué era lo que quería hacer, solo con la idea muy clara de que no me gusta que me manden y que prefiero ser mi propia jefa a pesar de que el emprendimiento me produzca vértigo. Hasta ahora por lo que he optado ha sido por trabajos en los que he podido tener bastante autonomía o incluso en los que he trabajado sola aunque esté dependiendo de un jefe.
He visto que en mí predomina el orden, la organización, la palabra escrita, la escucha del otro, la empatía, el no juzgar, comunicar, acompañar al otro para que su vida sea más fácil y ligera. Y en eso estoy ahora: formándome para poder acompañar procesos y dándome a conocer, para crear una comunidad que esté interesada en lo que comparto.