Crónicas Polacas VI: Un día en Cracovia
de Manuel Pérez Báñez @manuel_pb
- 176
- 0
- 0
Dia 11. Cracovia
Continuación de la crónica anterior
Por fin el día se presentaba un poco más despejado que el anterior que lo pasamos pasados por agua. Una parte del grupo decide hacer la visita a Auschwitz y otra parte no, entre la que me incluyo.
Así que , mientras que una parte el grupo iba a Auschwitz, la otra se dispone a conocer un poco la historia de Cracovia a través de un nuevo Free Tour temático sobre la Cracovia Histórica.
Camino de nuestro punto de encuentro pasamos por el bello pasaje cubierto de la Plaza del Mercado ( fotografía de arriba) , que aún no tenía su habitual bullicio turístico, era muy temprano y los puestos estaban abriendo sus tenderetes y mercancias...
Comenzamos la visita con la guía en la Barbacana, uno de los lugares más antiguos de la ciudad para dirigirnos a la ciudad vieja o Stare Miasto ( en el mapa de abajo aparece remarcada) para ir desgranando conforme íbamos dando el paseo, un poco las vicisitudes y la historia de la ciudad. Nuestra guía nos comentaba anécdotas y curisidades sobre la historia de Cracovia y hacía que nos fijáramos en los detalles de algunas fachadas que de otra forma nos hubieran pasado inadvertidos.
En la gran Plaza del Mercado, por ejemplo, nos contó la curiosa historia del trompetista de la torre que, a modo de ritual, a determinadas horas del día se asoma a uno de los ventanucos de la torre izquierda de la iglesia ( en la fotografía de abajo se aprecia abierto) para entonar una melodía que se interrumpe con una nota desafinada. Y es aquí donde entra la fabulación. Parece ser, si no recuerdo mal, que la historia sobre el trompetista que dio el aviso de una invasión desde lo alto de la torre y que fue abatido por una certera flecha enemiga (¡¡ Que puntería la del arquero madre mía !! ) que le atravesó la garganta, era una invención de una guía que no sabía explicar el desafine de la trompeta y que alguien inspirado en dicha historia fabulada que contó la guía para salir del paso , escribió una novela sobre el famoso trompetista. Y a partir de ahí se construye la tradición…
Si Varsovia fue casi totalmente arrasada, Cracovia sobrevivió casi intacta a la guerra. Durante la ocupación alemana la cuidad apenas ofreció resistencia como por ejemplo, Varsovia u otras ciudades polacas más combativas. De inmediato, la alta cúpula nazi de la Polonia ocupada estableció su cuartel general en el Castillo de Wawel, por lo que la ciudad quedó al margen de los bombardeos alemanes
Lo cierto es que hoy día puede presumir de conservar un centro histórico inmaculado y una tradición cultural cosmopolita , siendo una de sus grandes capitales universitarias y jalón ineludible de aquella gran Europa de los cafés, la cultura y la bohemia que la guerra echó por tierra.
Nos encontramos una pieza del artista polaco Igor Mitoraj, el llamado escultor de los héroes caídos. Hace algunos años se pudo ver una muestra de sus monumentales piezas en la Plaza Nueva de Sevilla y volví a encontrármelas años más tarde en Las Ramblas de Barcelona. Conocido en todo el mundo por sus gigantescas esculturas en bronce y mármol, Mitoraj denunciaba la desidia y el abandono padecido por las obras maestras de la antigüedad, a través de bustos masculinos tumbados, cabezas fracturadas y miembros partidos. Alumno del pintor, escenógrafo y director de teatro Tadeusz Kantor, en la Academia de Bellas Artes de Cracovia, donde se crió, Mitoraj se trasladó a París a finales de los sesenta y en 1983 abrió un taller en la localidad toscana de Pietrasanta. Falleció hace un par de años. Vimos alguna obra suya más por Cracovia en algunos de sus escondidos patios (imagen de abajo).
Arriaba: Patio central del Castillo de Wawel. Parece ser que tuvo que ser reconstruido en varias ocasiones por varios incendios, recuerdo que escuché algo sobre un monarca aficionado a la alquimia que en su afan de encontar la piedra filosofal le prendió fuego a todo el castillo.
Abajo: transeuntes y turistas por la colina de Wawel.
La Colina de Wawel tiene un especial significado para los cracovianos. Estuvo habitada desde el Paleolítico y miles de años después se construyó en el lugar un castillo de estilo gótico que se convirtió en la primera residencia de los reyes de Polonia. Con el paso de los años el castillo se fue remodelando y adquirió un carácter renacentista. Tiene muchos añadidos, es un poco popurrí de estilos.
Un rey del siglo XVI, el rey Segismundo I el Viejo (Zygmunt I en polaco) era muy inquieto el hombre y se rodeó de artistas nacionales y extranjeros, incluidos arquitectos italianos, escultores y decoradores alemanes, para renovar el castillo y transformarlo en un espléndido palacio renacentista
Cuando se trasladó la capital a Varsovia el castillo quedó en el abandono, siendo saqueado por el ejército prusiano y ocupado por los austriacos, que lo convirtieron en un importante punto de defensa. Se construyeron murallas y el interior del castillo fue modificado para su nueva función. ya comenté que con la llegada de la Segunda Guerra Mundial el palacio se convirtió en la residencia del gobernador general nazi de la Polonia Ocupada.
El Castillo tiene por otro lados numerosos puntos de interés:
La Cueva del Dragón conocida en toda Polonia, según la leyenda esta cueva fue el lugar en que vivió el Dragón de Wawel. La gruta cuenta con unos túneles 270 metros de longitud y llega hasta la orilla del Vístula, donde se puede ver una escultura del dragón que cada cierto tiempo echa fuego por la boca apara divertimento de la chavalería menuda.
La Catedral de Wawel el centro espiritual y religioso de los polacos.
El Palacio Real: Primera residencia de los reyes de Polonia, el Palacio Real de Wawel fue construido en el siglo XI para convertirse en uno de los puntos clave en la historia del país.
las colecciones reales de obras de arte con obras renacentistas, cerámicas, tapices, etc. Actualmente está expuesta en una de sus salas una ilustre obra: "La dama del armiño", de Leonardo Da Vinci, en préstamo del Museo Czartoryski de Cracovia, por reformas .
Este cuadro, como casi todos los del gran Leonardo tiene una novelesca historia. La pintura fue adquirida por un alto noble polaco de viaje por Italia en 1798 para regalara a su mujer . Un tiempo después se le perdió la pista. Parece ser que estuvo escondido en los subterráneos de un castillo de las afueras de Cracovia dunate mucho tiempo. El cuadro fue encontrado en 1939, requisado ( léase "robado") por los soldados nazis que habían invadido Polonia y enviado al museo del Kaiser Friedrich en Berlín. En 1940 Hans Frank, el gobernador general polaco-alemán de la Polonia ocupada, demandó para él solito ( listo el nota) el cuadro con la excusa que se restituyera a la villa de Cracovia, y allí estuvo colgada en sus oficinas de Wawel ( como un almanaque, vamos) . Al final de la segunda guerra mundial, las tropas aliadas descubrieron la pintura en la mansión de Frank en Baviera (listuco, listuco) . Por fin Fue devuelto a Polonia y actualmente se expone, como dije, en el Museo Czartoryski de Cracovia, ahora en restauración. Fin de la historia. Pero ¿quién es esa bella dama que acaricia aun inquietante armiño blanco? Ah, esa es otra historia llena de intrigas y misterios ...
Tuvimos la suerte de encontrarnos con varias fiestas populares y actuaciones folklóricas en distintas plazas y mercados. Una de ellas fue un peculiar Festival del Pierogi donde degustamos algunas de las muchas variedades de esta popular empanadilla polaca. Vimos a agente ataviada con trajes folclóricos regionales.
Dije antes que la otra parte de la comitiva hizo otro plan ...no tan lúdico sino todo lo contrario.
Ya di las razones en la anterior crónica por las cuales no realicé la visita al campo de concentración de Auschwitz-Birkenau. No puedo, por tanto, ilustrar esta crónica con mis propias fotografías ni comentar las sensaciones experimentadas, aunque intuyo que no serían muy diferentes a las sentidas el año pasado en el campo de concentración de Sascheshausen, a las afueras de Berlín. Bueno, sobre Auschwitz poco puedo añadir que ya no se sepa o se haya visto en películas, fotografías o en algunos de los muchos y crudos documentales emitidos en televisión sobre el Holocausto. Aún así, a hí van algunas realizadas por la comitiva.
Creo que sobran en este caso los comentarios: botes de gas Ziclón, barracones, alambradas, vestigios , imágenes que remiten a un indescriptible dolor y padeciminetos humanos fruto tal vez de la sinrazon más brutal que que haya conocido la humanidad. Imágenes que sin duda hablan por si solas y deben hacernos reflexionar sobre este gran agujero negro de nuestra historia reciente.
Tras la comida dimos un paseo por algunos de los "tesoros escondidos " que nos proponía la guía del free tour: recovecos, pasadizos, pequeños patios, claustros y basílicas donde encontrábamos pequeñas joyas de arte religioso, vidrieras, restos arqueológicos, etc. En todo caso, lugares que eran pequeños remansos de tranquilidad lejos del bullicio de las principales vías de la ciudad.
Por desgracia, con tan escaso tiempo de visita, nos quedaron muchas cosas por ver. Por ejemplo, la Cricoteca, que recuerda un poco al Caixafórum madrileño en su manera de recuperar arquitectura industrial a base de acero corten y celosías y que está dedicada a la obra y los archivos de Tadeusz Kantor, vecino ilustre de la ciudad y pionero del teatro contemporáneo en la posguerra, mezcla de happening, performance y ritual colectivo cargado de implicaciones políticas y memoria colectiva.
Y también nos quedó pendiente , en las afueras de Cracovia visitar el "suburbio-ciudad" de Nowa Huta, (Nueva Siderurgia) una de las pocas ciudades obreras en torno a un gigantesco complejo de Altos Hornos, inspirada por la URSS y completada en los años cincuenta en un estilo social-realista : grandes avenidas, plazas descomunales, manzanas enteras de “palacios para los trabajadores” en estilo seudoclásico pero obrero . Nowa Huta se pensó como bofetada política en la cara de la burguesa y decadente Cracovia. Intentaba a su manera, como la brasileña Brasilia, materializar en arquitectura a pie de acera una utopía ideológica, por las buenas o por las malas.
Ya puestos , por lo que he podido leer aquí y allá , cuento un poco su historia : Nowa Huta se construyó en los años 50 en las afueras de Cracovia para funcionar como una ciudad obrera independiente. Tras la toma de poder del gobierno comunista en Polonia las autoridades decidieron emplazar una gigantesca factoría siderúrgica "Lenin" , la más grande de Polonia, y que atraería a miles de trabajadores . Nowa Huta sería el gran complejo residencial que acogeria a esta población obrera venida de todos los rincones de Polonia
Nowa Huta estaba concebida como el "paraíso del trabajador", sin embargo el tiro le saldría por la culata al gobierno comunista ya que al cabo de unos pocos años el lugar sería el escenario de las primeras confrontaciones entre los trabajadores y el gobierno, germen del potente movimiento sindical que resurgiría a finales de los 70 en otras zonas obreras de Polonia , con el movimiento de Solidarność, primer sindicato independiente de todo el territorio soviético, y terminaría forzando unas elecciones parlamentarias en 1989 (Solidaridad) encabezado por aquel electricista (y Premio Nóbel) llamado Lech Walesa , que a la postre le llevaría al gobierno en las presidenciales en 1990. Hoy día hay gente que cuestiona muy críticamente su figura y su papel en la reciente historia polaca...
En fin,son (otras) lecciones de la historia ...
0 comentários
Faça login ou cadastre-se Gratuitamente para comentar