Escultura de un espacio mantenido

Escultura de un espacio mantenido

Durante muchos años tuve la sensación de vivir sentado en una silla. Una silla inamovible situada en ningún lugar. Desde allí, observaba.

Escultura de un espacio mantenido comienza a nacer en 2018 como una exploración emocional.
Un retrato de lugares estancos e indeterminados de mi vida, islas de luz en la oscuridad, que derivan en un homenaje a esos espacios, rostros y nombres familiares, costumbres y ausencias. Fotografías tomadas desde la incertidumbre y el vacío; tentativas de preservar lo que caduca; una escultura de melancólica armonía, de convivencia entre aquello que nos pertenece y aquello a lo que pertenecemos.

Al fin, una desnudez o despellejamiento, igual que una voz que responde; versos salpicados de un poema involuntario