¿Puede un invidente ver el arte?
No poder ver una pintura no significa que no se pueda disfrutar el arte.
Que el arte transciende fronteras es algo indiscutible, al menos si de lo que hablamos es de límites geográficos. ¿Pero qué ocurre con los confines que van más allá de lo territorial?, ¿es posible crear pinturas que una persona ciega pueda ver? La idea, a priori, resulta algo alocada, por no decir imposible, pero la respuesta es sí y lo es desde hace bien poco. Hace apenas unos años que Estudios Durero puso en marcha el proyecto Didú, que pretende acercar el arte a las personas invidentes.

Esta metodología, que permite recrear obras pictóricas en relieve para que puedan ser "vistas" por personas con discapacidad visual, combina herramientas tecnológicas, artísticas y pedagógicas que permiten a una persona ciega detectar texturas, formas, volúmenes y colores; de manera que la obra que la persona toca con sus manos es totalmente fiel a la realidad y también comprensible para quien no puede verla con sus propios ojos.


Para llevar a cabo con éxito el proyecto Didú, que lleva en funcionamiento desde 2013, es necesaria la colaboración de artistas gráficos, diseñadores, retocadores, técnicos y personas invidentes afiliadas a la ONCE. Didú ha llegado a grandes pinacotecas, como el Museo de Bellas Artes de Bilbao, el Museo del Prado o el Thyssen-Bornemisza, aunque su tecnología ha sido aplicada también en exposiciones fotográficas de vigencia internacional como el World Press Photo; además, Didú acaba de traspasar las fronteras nacionales para instalarse en el Museo Pushkin de Moscú, dedicado al arte europeo.




Cada vez son más los museos y exposiciones que se unen al proyecto Didú. Quizás, en algún momento, todos los discapacitados visuales puedan disfrutar del arte como lo hacemos los demás.
1 comentario
arturoroviraroldan
Muy interesante, abrir las fronteras (sean cuales sean) para disfrutar del arte sin límites. Como idea, una maravilla.