10 videoclips con la danza como hilo conductor
Juanma Carrillo ha seleccionado algunos de los mejores vídeos musicales basados en la danza y para mostrar el poder del movimiento
Contar con medios y gran presupuesto no es una condición indiscutible para crear un gran videoclip. El director y fotógrafo español Juanma Carrillo (@juanmacarrillo) es especialista en crear auténticas obras de arte audiovisuales con pocos medios y un defensor acérrimo de la danza como medio para comunicar por medio de la música y la imagen.
El cuerpo y el movimiento son más que suficientes para lograr llegar al espectador y estos diez videoclips centrados en la danza son una buena muestra de ello. Los ejemplos de vídeos musicales centrados en el baile son numerosísimos a lo largo de la historia y abarcan los más diversos estilos –desde el "Thriller" de Michael Jackson hasta Britney Spears, pasando por todo el R&B de los 90's y 00's–, pero Juanma Carrillo ha hecho una selección de los más destacados para él:
Kanye West - "Fade" (2016), dirigido por Eli Linnetz
Teyana Taylor realiza una maravillosa coreografía erótica-gimnástica para el Hit New House (old school) del siempre inspirador Kanye West que, en esta ocasión, prescinde de manera muy acertada de su omnipresente presencia, para darle todo el valor y peso, al cuerpo sudoroso y escultural de su colega y amiga. Combinando una precisa coreografía con un acertado toque 80's (esos colores, ese gym, vestuario...) perfecto para el tema, que samplea un temazo house de Chicago, y que te deja con ese extraño final (muy Lachapelle), entre cachondo y asombrado.
Hercules & Love Affair ft. John Grant - "I Try To Talk To You" (2014), dirigido por David Wilson
"Me gusta el uso de la danza para contar una historia", en este caso, una historia de desamor, de desencuentro y quizás de ruptura. La cámara baila con los bailarines y el director ha sabido usar las luces y sombras para ayudar en esa danza contemporánea que, en muchos casos, puede resultar fría a muchos espectadores y que, sin embargo, aquí está empapada de sensualidad y cercanía.
The Chemical Brothers - "Got To Keep On" (2019), dirigido por Olivier y Michel Gondry
Los Chemical Brothers siempre han apostado por la danza en sus vídeos, algo lógico, teniendo en cuenta que son una grupo de música de baile. Siempre han arriesgado en su imagen, usado múltiples efectos y estilos vanguardistas, generalmente de la mano de creadores, igual de locos y creativos que ellos. El francés Gondry es su director de cabecera, o por lo menos con el que han creado vídeos icónicos en la historia del videoclip allá por los 90 y 2000.
Este clip no me parece tan llamativo como algunos de sus grandes hits, pero sí creo que es curioso el uso de la postprodución, que han usado para jugar con el baile y hacer que los bailarines bailen al son del director.
The Chemical Brothers - "Wide Open" (2016), dirigido por Dom & Nic
Si hay un clip que usa de una forma magistral la danza y los FX digitales es esta maravilla que acompaña una canción de por sí grande, con Beck dejándose llevar igual que lo hace la bailarina. Un trabajo de orfebrería digital tan bien integrado que se ha convertido en toda una fantasía para los amantes de la danza.
Massive Attack, Young Fathers - "Voodoo In My Blood" (2016), dirigido por Ringan Ledwidge
Tratar la danza en el mundo del videoclip hace mucho que (afortunadamente) dejo de ser símbolo de coreografías "made in USA" post-MTV tan años 90 (Britney, JLO, Destiny's Child o Madonna) que, aunque han sabido evolucionar (Rosalía, SIA) y estrellas como Kylie Minogue o Lady Gaga han sabido sacarle lustre, no dejan de parecernos el mismo clip al repetir pasos o clichés de dichos bailes.
Por eso se agradece tanto el peso que, a partir de los 2000, tomó la danza contemporánea y videodanza en el mundo del videoclip, generalmente muy unido a grupos de electrónica y música experimental. ¿Pero dónde acaba la danza y comienza la performance? es una pregunta que nos hacemos al ver un vídeo como el de Massive Attack. Y, claro, si tienes a la actriz Rosamund Pike, todo cobra sentido, porque el nivel de interpretación es muy alto y te puedes permitir construir una pesadilla en torno a una bola y unos pasos de danza que no lo son... por eso muchos de los clips actuales con danza no son exactamente baile.
The Blaze - "Territory" (2017), dirigido por The Blaze
¿Y qué es la danza?, ¿acaso unos movimientos de boxeo se puede considerar danza? Correr, saltar, pelearse, abrazarse o bailar mientras fumas en una azotea... No resulta fácil contestar a eso con seguridad, pero casi todos los vídeos creados por el colectivo francés The Blaze, contienen imágenes que, sin ser coreografías o proyectos de baile, incluyen de una forma muy original algo parecido a la danza.
Todos sus vídeos comparten un mismo estilo narrativo: grandes planos angulares, movimientos largos y lentos buscando el plano secuencia y sobre todo un universo personal entre lo étnico y el homoerotismo. Un mundo plagado de hombres y humo, chándales, barriada y una búsqueda dramática, pero completamente contemporánea, de contar otro tipo de historias. Y el baile forma parte de ello.
Su primer clip que ya contenía el germen, en un vídeo más sencillo, de esa mezcla entre amigos, pocos recursos pero un gran magnetismo.
Jamie xx - "Gosh" (2016), dirigido por Romain Gavras
Si en el anterior videoclip se cuestionaban los movimientos de lucha como pasos de danza, aquí directamente cabe preguntarse si organizar una coreografía de cientos de extras en movimiento, girando y corriendo, no debería considerarse un paso adelante en el baile.
Claramente, este no es un vídeo de danza, ni siquiera es un vídeo que contiene pasos de baile, pero además de ser uno de los videclips más destacables de lo que llevamos de siglo XXI –que contiene una infinidad de planos inspiradores e imposibles– los planos donde entran esos extras contienen algo parecido a una evolución de la danza: un incremento de momentos y cuadros donde se busca el efecto masivo, una combinación de cuerpos y pasos juntando muchísimos bailarines, en momentos sincronizados y en otros desincronizados, creando un efecto apoteósico.
Romain Gavras vuelve a dejar su ya característica impronta –desde el color, al montaje pero sobretodo la grandiosidad y esos personajes albinos, otras veces pelirrojos, pero siempre diferentes– y demuestra que tiene algo que decir en el mundo de la danza.
OK Go - "I Won't Let You Down" (2014), dirigido por Kazuaki Seki and Damian Kulash, Jr.
Siguiendo con la idea de las coreografías que no son danza ni son baile, pero sí son coreografías, nos encontramos con la banda que se merece por sí misma,un listado exclusivo y casi un estilo a parte: OK Go.
Son, sin duda, el grupo que mejor ha aprovechado las posibilidades del videoclip en la era Youtube y las nuevas tecnologías. Usando y abusando de la idea de lo viral para promocionar su música a través de locas coreografías, usando el soporte del vídeo como reclamo para la música y no a la inversa.
Y con los años y a riesgo de agotar sus ideas, hayan ido buscando desafíos cada vez más imposibles. Pues desde que vieron el resultado que les daba la mezcla de pasos absurdos con maquinas, efectos artesanales, colores y manualidades, no han parado de buscar como admirar al espectador jugando con la gravedad, el slow motion, o la pintura. Son un ejemplo de la "danza en el siglo XXI" en el formato del videoclip.
Jon Hopkins - "Singularity" (2018), dirigido por Seb Edwards
Pero, al final, la danza se impone. Todos esos pasos que beben de las grandes coreografías de las vanguardias de siglos pasados, cuando se buscaba interactuar con los objetos, los espacios, las cosas y sobre todo con los cuerpos.
Fue con la llegada del nuevo milenio cuando nombres que parecían destinados solo al público más selecto y elitista se convirtieron casi en mainstream que sonaban a todo el mundo: Pina Bausch –quien, con su muerte en 2009 dejaba un legado de coreografías y coreógrafos imitándola y adorándola a partes iguales en todo el mundo–, o Sasha Waltz –que ha sabido usar los medios audiovisuales actuales y la luz para llevar la danza al futuro–. Atrás quedaba el legado legendario de Maurice Béjart o Merce Cunningham, que ciertamente marcaron la danza del siglo XX.
En el primer cuarto del siglo XXI la danza en vídeo es oscura, cuenta historias que bien podían pasar en Matrix y usan efectos visuales integrados en la coreografía de un mundo distópico y tenebroso.
Ane Brun - "Oh Love/HOLD" (2014), dirigido por Erik Linghede
HOLD fue, hace unos años, el ejemplo más claro de que, cuando hay emoción y verdad, menos es más.
Este videoclip muestra una tremenda belleza con gran sencillez y es el claro ejemplo de cómo usar los medios que se tengan para narrar y transmitir (si se tiene la suerte de contar con dos bailarines como los de este vídeo, quizás lo más inteligente sea documentar sus pasos y seguirlos sin muchas más florituras).
Junto al vídeo anterior, son lo más cercano a la danza en la actualidad en el mundo del videoclip. Pues, aunque son las grandes divas las que llevan los pasos y los movimientos hasta millones de habitaciones y smartphones, son los outsiders, los raros, los románticos y los diferentes los que hacen avanzar el género y el arte en sí mismo.
Juanma Carrillo imparte en Domestika el curso 'Realización de vídeos musicales low cost', en el que te enseña a producir y filmar un videoclip profesional con pocos medios.
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