Mi proyecto del curso: Storytelling para freelance y creadores

Gancho
La historia que te hace único
Imagina que tu entorno habla de ti, que cuenta tu historia, lo que te hace único. Pero primero, déjame contarte cómo decidí vivir mi propia historia cuando todo cambió en un segundo.

Premisa
Una vida para complacer a los demás
Hola, soy Cata Arango. Hasta hace unos años tenía un trabajo estable, tranquilidad económica y una pareja. Pero me daría cuenta de que había deseos a los que renuncié, tratando de satisfacer lo que creía que los demás esperaban de mí.

La danza, para ser la mejor en la universidad o mi carrera de artes por el miedo que sentía al pensar en qué trabajaría después.

Luego, la vida me llevaría al límite, para mostrarme que no tenía que ser nada más que yo.

Gatillo
Todo inició en el 2016
El 8 de enero del 2016, en un cubículo de una oficina, la enfermera Liliana me dice: “Tu biopsia fue positiva, tienes cáncer. Vamos a hacer todo para que estés bien”.

Con 30 años y una vida en la que parecía que todo iba bien, sentí que todo se derrumbaba. ¿Lo has sentido alguna vez?

Cuento los días según el examen que toca y los resultados que hay que reclamar, esperando que las noticias no empeoraran con alguna metástasis.

La vida se detiene.

Dejo mi trabajo en el área de Gestión del conocimiento durante casi un año para dedicarme a la quimioterapia y las cirugías.

Un día, recibo la llamada de Santiago, mi jefe: “Cata, necesitamos tu computador para entregárselo a la persona que te reemplazará mientras estás dedicada a tu recuperación”.

Alguien llega a mi puerta a recogerlo y me deja con la certeza de no ser indispensable para la mayoría de las cosas que hago en mi vida, porque la vida continúa si uno ya no está.

En el 2017 regreso a la oficina. Cuando Santiago me explica, trato de comprender, sin éxito, en qué están los asuntos que había dejado iniciados.

Veo mi agenda llenarse de reuniones, pero al salir y tratar de retomar lo que habíamos hablado, ya no lo recuerdo nada, mi memoria no es la misma, me siento insuficiente, rara, incapaz.

Llevo siempre mi cuaderno y escribo cada detalle de las conversaciones para disminuir el nerviosismo y recordar lo que necesito.

Intento adaptarme durante dos años, pero no quiero levantarme y desayunar apurada para llegar a tiempo, ni llegar en las noches a preparar mi almuerzo para el día siguiente. Mi trabajo se convierte en una lista de tareas por cumplir. ¿Dónde está ahora el sentido de mi vida?

Mientras esto pasa, empiezo a recuperarme físicamente después de la quimio y comienzo a pintar y a escribir.

· Destino una habitación de mi casa para pintar.
· Retomo mi caballete, olvidado por años.
· Utilizo papeles y pinturas viejas que encuentro guardadas.

Expreso lo que siento: el dolor, la incomprensión de los cambios de mi cuerpo, pero también la ganas de vivir apreciando cosas tan simples como sentir el viento en mi cara. ¿Has sentido lo mágico que es? Es un milagro.

En pocas semanas pinté 9 cuadros…

Y cuando los vi juntos, entendí que contaban una historia que quería compartir.

Resultado
Cuando sucede la magia
Un día estoy en un recital de poesía con mi amiga Coni, allí conocemos a Erika, que nos muestra el lugar. Recorremos sus pisos en madera y sus grandes habitaciones con techos inalcanzables. Una casa en el centro de Medellín, patrimonio de esta ciudad.

Noto que hay una exposición y le pregunto a Erika si sería posible tener allí mis obras.

“Claro, envía la propuesta”.

Cuando Sebastián, el director artístico de La Casa Centro Cultural recibe mi proyecto, me abren las puertas a pesar no tener experiencia artística, para exponer la serie llamada Ritos y cicatrices.

Las personas la visitan, lloran solos o conmigo, reconocen su propia historia en esos cuadros y conocen lo que significa pasar por una enfermedad así.

Pienso que somos indispensables para lo que hacemos desde el amor, ese es nuestro poder para transformar el mundo y darle sentido a nuestra vida. Como cuando abrazamos o besamos a quienes queremos, es ahí donde somos irremplazables.

Empiezo a pensar en la posibilidad de dedicarme más al arte, escribo algunas ideas de cómo podría hacerlo:

· Vendiendo obras.
· Haciendo talleres.
· Trabajando en comunicaciones como independiente.

Dudo de mi sensatez, seguro que suena a locura ¿cómo voy a pagar las cuentas? A pesar del miedo, la vida me enseñó que uno se debe, al menos, lealtad a lo que es.

Entonces renuncio a mi trabajo para explorar caminos que me conecten con mi ser artístico y así sentirme más libre.

Decido tener una vida con más sentido para mí. Contar mi propia historia.

Lección
Lo que aprendí
He vivido unos años llenos de ideas, intentos, fracasos, búsquedas y aprendizajes. Sobre todo aprendí que todos somos únicos y que cada historia merece ser reconocida y contada, porque es nuestra huella y lo que nos conecta con los demás.

Conclusión
Quiero acompañarte a contar tu historia
Desde el 2019 hasta hoy, descubrí que detrás de mis cuadros y de lo que escribo, hay una historia que merece ser contada. No quiero contar solo mi historia, sino ayudar a otros a encontrar su propia voz para dejar la huella que desean a través de sus historias.

¿Cuál es la historia que quieres contar? Descubrámosla juntos