Roraima I parte.
przez Gabriela Millan @gabriela_millan_r
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En el 2016 estaba por terminar mi licenciatura en ciencias políticas. Habían transcurrido pronto 5 años desde que llegue a San Cristobal, una ciudad hermosa, rodeada por hermosas montañas, y habitada por personas cordiales. En ese tiempo conocí tanto de la vida, de las amistades, de los propósitos pero sobre todo, aprendí sobre mi misma. Sobre lo alentador que resultaba descubrirme, vencer miedos y derribar enormes muros que me imponían limites.
La primera vez que escuche hablar de Roraima, fue en Bogotá en el 2014 cuando me fui de intercambio. Mi amiga Daniela Vega echaba el cuento de su viaje, de la gente con la que compartió y lo que sintió durante la excursión. La manera de expresarse me conecto tanto con el lugar, que decidí vivir mi experiencia en Roraima, no sabia como, ni cuando, ni con quien y mucho menos como pagarlo, porque no era un viaje muy barato que se diga, especialmente en la realidad económica venezolana y tampoco tenia equipo para hacerlo (mochila, bolsa de dormir, zapatos, carpa...). Yo solo sabia que iba a vivir mi experiencia en Roraima.
En navidad del 2015 mi mamá me regalo mi primera mochila de 65L y para la navidad siguiente mi tío Oswaldo vino de visita de Costa Rica y me regalo un par de dólares para gastar en algo bonito o para guardarlos por si acaso. A principios del 2016 viaje a Nicaragua para conocer y estrenar mi pasaporte nuevo (era el primer tramite importante que hacia sola). Estando en Nicaragua me decidí por viajar a Roraima a mi regreso, especialmente que ya sonaba en mi cabeza la idea de emigrar ese año, aproveche a comprar ropa para la excursión, los sacos de dormir (para mi hermanita y para mi) y por supuesto guarde algunos dólares de CADIVI para poder costear parte de lo que era viajar a Roraima.
Al llegar a Venezuela, dos buenos amigos y mi hermana secundaron la idea de irnos a Roraima, empezamos a idear como conseguir el dinero y con que empresa hacerlo. En eso llame a mi amiga Daniela y me recomendó llamar a Alberto (el guía de su viaje). Lo llame a la mañana siguiente, me presente, recuerdo que le dije "Hola Alberto, me llamo Gabriela soy amiga de Daniela Vega, ella viajo contigo a Roraima y nos gustaría hacer lo mismo, somos 4 personas y no tenemos mucho dinero pero queremos conocer, que planes tienes?" el muy amablemente me hablo de fechas, precios y condiciones físicas. Me propuso conseguir un grupo de 10 o 12 personas para que fuera viable el viaje, y yo le propuse para que fuera viable para nosotros dejarle pagar en cuotas, y a cambio el compromiso que seriamos 12 personas y un grupo chevere.
Termine la llamada, llame a mis amigos y esa misma tarde nos vimos en un cafe cerca de la universidad para conversar sobre el plan. El plan era simple: buscar entre amigos y conocidos que quisieran venir a Roraima, fijamos las fechas para los pagos y por supuesto la fecha del viaje, y diseñamos unas pulseras para vender, que eran bonitas, en un buen precio y por una noble causa, le vendimos pulseras a todo el que conocíamos y al que no también.
Llame al guía nuevamente le hable de las fechas y del pago y me dijo: Ok, si va, me parece bien.
Dos meses mas tarde estamos en la cima del Tepuy, estábamos en Roraima, éramos 12 personas y un grupo muy chevere... Tenia una mochila, un saco de dormir, ropa para la excursión, incluso un amigo me regalo una franela especial para el viaje con los colores de la bandera, había pagado el viaje y estaba mi hermana compartiendo esta experiencia conmigo.
Que genial es hacer equipo, proponerse las cosas y contarle a la gente que quieres hacer y si no tienes los medios también, quizás mientras lo cuentas se te ocurre algo o alguien te ofrece una mano.
Gabriela Millan.

1 komentarz
antonionunezstorytelling
Prowadzący PlusBardzo dziękuję za twoją historię, @gabriela_millan_r
Myślę, że sukcesem jest uporządkowanie sekwencji jego historii, odłożenie na półkę przedmiotów i procedur, których potrzebował podczas podróży. Ekonomiczna trudność w dotarciu do tego miejsca również działa bardzo dobrze jako konflikt.
Aby poprawić swoją osobistą historię, sugeruję usunięcie całego pierwszego akapitu i przesunięcie go do końca. Jego opowieść mogłaby zacząć z dużo większą mocą od akapitu „Przybycie do Wenezueli”. Pierwszy akapit mógłby być dobrym zakończeniem lub morałem na koniec: „W tym czasie tyle wiedziałem o życiu, przyjaźniach, celach, ale przede wszystkim dowiedziałem się o sobie. O tym, jak zachęcające było odkrywanie siebie, przezwyciężanie lęków i łez. w dół ogromnych murów, które nakładały na mnie ograniczenia.
Myślę, że twoja historia również by się poprawiła, gdybyś szczegółowo opisała, co czuła twoja przyjaciółka Daniela Vega w Roraima, co skłoniło cię do podróży, by poczuć to samo. Wtedy znacznie lepiej zrozumielibyśmy wewnętrzny konflikt narratora i powód, dla którego musiała odbyć „wewnętrzną podróż” samopoznania.
Powodzenia!
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