¿Por qué crece la economía sumergida en España?

España, un país caracterizado por los altos impuestos, la mayor tasa de desempleo de Europa y con una corrupción política que no se queda atrás… ¿A quién le puede extrañar que la denominada ‘economía sumergida’ sea la que más crezca en nuestro país? Con más de seis millones de parados, con más de un millón de familias con todos sus miembros en el INEM y con muchos miles y miles que ya no cobran ni un céntimo de euro del Estado. A pesar de estas premisas, todavía hay quien se sorprende de que esta variable crezca. Por encima de todos, la clase gobernante; la que tiene que recaudar. Hay dos ministros, uno el de Economía y otro el de Hacienda, que claman al cielo y que están escandalizados.

Los datos aportados por técnicos del Ministerio de Hacienda la pasada semana, nos indican que la economía sumergida creció hasta el 26,4 por ciento del PIB (Producto Interior Bruto) por la crisis, a finales de 2012. Y yo añadiría por la subida de los impuestos y por una nefasta política económica por parte de quienes tienen la responsabilidad de ejecutarla. Pero, claro, yo no soy técnico del Ministerio de Hacienda. Esos son ‘expertos’. Con estos datos, España es el país del sur de Europa con más economía sumergida y mayor fraude fiscal.

Pero parémonos aquí. ¿Qué significa la economía sumergida? La Wikipedia nos la define como “toda actividad económica que escapa al control del fisco”. Hasta aquí, entiendo que el señor Montoro (Ministro de Hacienda), ande de los nervios. Y añade la definición. “Puede ser de forma legal (por ser actividades económicas legales que no tributen, como es el caso de la prostitución en Holanda, o por actividades que aún tributando se consigue un pago menor de forma legal, como las lagunas legales), o ilegal”. ¿Prostituirnos? Con la primera parte de la definición nos basta y nos sobra para saber de qué va esto de la economía sumergida y las reacciones de los dos ministros.

Hacienda dejó de ingresar más de 250.000 millones de euros en 2012 y el fraude fiscal se elevó por encima del 26 por ciento del PIB

Y es que el conocido como ‘dinero negro’, aquél que no se declara a Hacienda, asciende a 253.000 millones de euros y ha aumentado en más de 60.000 millones desde que se iniciara la crisis económica, en 2008. Como para que a Montoro le de un ‘patatús’.

La crisis, los impuestos y la corrupción política

Pero a los señores ministros Montoro y De Guindos, hay que recordarles que el hecho del significativo aumento de este incremento de la economía sumergida, tiene tres razones; y, en una de ellas, debería mirar hacia dentro de su propio partido político. La primera, la crisis económica que ha llevado a España a alcanzar tasas de desempleo desconocidas. La segunda, la subida progresiva de los impuestos que ha ejecutado el Gobierno de este país; y la tercera, ay la tercera… Pues la tercera (razón) es la corrupción política; un mal endémico made in Spain desde que se instaurara la democracia y que, en estos momentos, afecta a muchos políticos y ex políticos, empresarios y muchos otros ‘personajes’, y un largo etcétera. No tengo que recordarle a los señores Montoro y De Guindos, como el ex tesorero del Partido Popular, un tal Bárcenas, destapó una contabilidad ‘B’ en su formación política. ¿Verdad que no?

¿Cómo se puede sostener una economía con seis millones de parados, sin industria, que asfixia a pymes y autónomos con subidas del IVA hasta el 21 por ciento?

Y, quiero aclarar este punto, sin justificar en ningún momento el fraude fiscal. Si no existiera una economía sumergida en España, habría un estallido social. Porque ¿cómo se puede sostener una economía con seis millones de parados, sin industria, que vive de las exportaciones, y donde se sube el IVA hasta el 21 por ciento, y que asfixia a pymes (el 90 por ciento del tejido productivo de España), y a los autónomos, constituidos ahora como los ‘salvadores’ de la crisis económica? ¡Pero qué me están contando señores ministros! Busquen esos 253.000 millones de euros en su propia ‘casa’ y en cuentas en Suiza, lo mismo se llevan una sorpresa… Y a ello sumo el trato condescendiente, por no decir otra cosa, de Hacienda hacia los clubes de fútbol (ahí está el caso reciente de Messi), o con la Corona y los ‘jueguecitos’ que, presuntamente, se traían entremanos -nunca mejor dicho- el duque ‘emPalmaDo’ en el ‘caso Noos’, o su mujer, la Infanta Cristina, en ‘Aizoon’. “Con informes contradictorios de los peritos dando por válidos gastos de facturas falsas”. Y esta última afirmación no es mía, sino del presidente del sindicato de Técnicos de Hacienda, Carlos Cruzado. Por si las moscas, que lo de la libertad de prensa está cada vez más en entredicho.

Extremadura ‘funcionaria’, la que más defrauda

Y cómo se explica lo siguiente: Extremadura, la comunidad autónoma con mayor número de empleados públicos (funcionarios) con trabajo permanente, es la que registra una mayor tasa de economía sumergida. Un escalofriante 31 por ciento del PIB, casi 5 puntos más de la media nacional. A ver señor Montoro, ¿qué partido político gobierna en Extremadura. Han mirado ustedes por allí?

Por el contrario, la comunidad de Madrid, con tan sólo un 17 por ciento del PIB, es la que menos defrauda. Esto también habría que verlo con detalle, porque yo no me lo creo. Esta llamativa tasa ‘en positivo’, se explica porque es donde se concentra el mayor número de empresas y fortunas de este país. Y qué pasa, ¿éstas nunca engañan?

El papel de las familias

Con todas estas premisas es casi un milagro que no se haya producido ya una revuelta o estallido social, en España. Aquí, nunca pasa nada. ¿Por qué? Pues porque si no es por los padres y hermanos, que están arrimando el hombro y algo más por sus familiares que menos tienen, España ya tendría una ‘guerra en las calles’, parafraseando la canción del último disco de Enrique Bunbury, ‘Palosanto’. Un trabajo que, por cierto, recomiendo desde aquí.

Pues sí, señores ministros de Economía y Hacienda. Las familias, ésas a las que le suben las pensiones dos euros y lo venden como si fuera 200, son las que están sustentando la economía de España y no ustedes. Porque… Díganme si es lo mismo ‘perseguir’ al que no paga 300 euros que al que ‘se le olvida’ 300 millones.