el manzano
el manzano
ile andres villalobos @chefgerman29
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Introducción
relato de horror, me inspire en un objeto: una manzana roja.

Materiales
libreofficewriter, notebook, agenda de notas y un boligrafo.
el manzano
llevamos tres años juntos y Desde un tiempo le hemos dado vueltas, pero por fin ahora lo hemos
concretado.
al principio no parecía muy entusiasmada, pero cambio de parecer al ver ella misma la casa.
Estábamos formando nuestro propio hogar y me sentía muy dichoso por ello, en especial que ella
también este emocionada con este nuevo paso, era algo muy importante para mi.
Ya no tendremos a mi madre entrometiéndose en discusiones que no le competen, ni a la familia de ella
formando bandos entre nosotros. Aunque de igual manera mantendremos el contacto y podrán venir a
visitarnos cuando nos organicemos mejor; entre mi trabajo de conserje y el proceso creativo de ella.
Se que para jeanne puede ser un poco más difícil, en especial al principio, sobre todo porque desde
siempre a sido más apegada a su familia, que yo a la mía. Pero con el tiempo estoy seguro de que
estaremos mucho mejor y más unidos que antes.
La casa es hermosa; tiene su encanto colonial en la arquitectura de siglo pasado; con unas estancias bien
distribuidas entre las cuatro habitaciones:
él cuarto de estar y el de lavado. la terraza es mención aparte
por su cuidado en el huerto, los ornamentos que este tiene en sus macetas y jarrones, en especial por
unas columnas de terminaciones jónicas, que le dan una especie de ambiente griego antiguo al cuarto y a la
casa en general. El huerto cuenta con una gran variedad de frescas hierbas, lo que más me llamo la
atención es una inscripción en latín, debajo de un gran árbol de manzanas que exudaba una fragancia
embriagadora.
Las manzanas eran de un rojo muy vivo,de hecho,no recuerdo si alguna vez he visto frutas de esa intensidad
cromática antes.
Por un momento pensé estar en medio de una ensoñación; entre el entorno griego y lo que este
provocaba en mis sentidos. No, le di mayor importancia en ese momento, y me quedé absorto viendo el
manzano frente a mí, con su mensaje en latín. Jeanne me saco de mi estado de aparente hipnosis
con una broma muy pertinente; seremos turistas de tierras antiguas en nuestra propia sala.
Apenas ambos compartimos miradas,se nos vino la idea de poner unas sillas y pasar las tardes de esta
temporada de verano en la agradable terraza, bajo la sombra de aquel manzano.
Incluso el hacer una refrescante sidra se me paso por la mente en aquel momento. el sonido de las
burbujas explotando, con su sabor entre dulce y ácido se me hacia agua la boca de tan solo imaginarlo.
Hablamos con la dueña esa semana y llegamos a un acuerdo. Cerramos el trato y ayer nos mudamos.
aún tenemos que ordenar algunas cajas y ver la distribución del espacio a nuestro propio
requerimiento...pero hay bastante tiempo.
una cosa se me vino a la mente mientras revisaba las cajas, pero lo pase por alto casi al instante.
la anterior dueña que nos vendió el inmueble, parecía estar realmente apurada de cerrar el trato, incluso
más que nosotros.
también nos indicó que podíamos cortar el manzano, si este nos daba problemas con sus raíces cerca del
baño, pero que si lo hacíamos debíamos sacarlo de raíz, eliminando todo rastro de aquel árbol.
Se lo comente a jeanne pero luego de algunos días que se pasaron volando entre orden, limpieza y la
increíble terraza con vista a la playa, hacia que cualquier otra cosa fuera algo sin importancia, en
especial porque la casa ya era nuestra, nuestro sueño ya estaba siendo una realidad.
jeanne era la que más estaba en casa, disfrutando de ese agradable aroma; no solo de manzanas frescas
si no, de las demás hierbas, con las que sazonaba las comidas que llevaba como colación, al turno de
noche en el condominio rocas de mar. Además de preparar diferentes platos y pasteles, pasaba el resto
del día pintando cuadros de la playa, del huerto, en especial del manzano.
romero, salvia, orégano, laurel, entre otras, daban un gusto especial a los platillos que solía preparar,
combinadas con las manzanas de nuestro propio huerto, le daban un gusto particular. Algo extraño en
sabor...pero a la vez altamente adictivo.
Realmente era una buena vida para ambos. estaba muy feliz con nuestro progreso...pero cierto día que
llegue a casa después de una noche de trabajo, cansado, solo ganas de ducharme y tirarme a la
cama, me pareció oírla entonar ciertos cánticos de una lengua extraña, a la vez etérea, me dio la
sensación de estar frente a ciudades lejanas e ignotas. era una cierta influencia extraña que sentía en mi cuerpo, en mi mente. aunque trataba de pasarlo por alto, me era muy difícil ....
cada día que pasaba se veía distinta, con una personalidad iracunda, inestable.
Al pasar algunos días, semanas, no sé, cuánto paso en verdad. su actitud se tornó más violenta, a la vez que ciertas situaciones
empezaron a llamarme la atención: hecho de cocinar todo con manzanas, que estas parecieran no
acabarse nunca.
su afición a lenguas de las que nunca he oído que ella supiera anteriormente.
Sus pinturas que tanto yo admiraba, (de las que antes gozaban de una variedad de retazos definidos y
paisajes naturales tan plenos y vivos, como los cuadros de thomas cole). ahora solo tenían de figura
central a un inmenso árbol. Siempre figuraba un árbol, a veces seco y moribundo, otras con frutas
relucientes y doradas que asemejaban a manzanas. Pero aquel árbol estaba en medio de un escenario
inquietante; con el cielo purpura crepuscular, un sol negro por encima de todo el paisaje, el cual me generaba
cierto escalofrió. Ya sea por los trazos tan deliberados y fuertes que se apreciaban en él y, que me
genero una cierta similitud con un cuadro de redon; titulado “el ojo”.
Otra cosa inquietante fueron sus continuas danzas y movimientos sensuales que hacía alrededor del
Manzano, estallando en gemidos orgásmicos que profería casi de manera animal. como si aquello fuera
una danza ritual. ni siquiera se molestaba en explicarme algo. Simplemente cambiaba el tema y su
indiferencia era más evidente con el pasar de los días.
me trataba de enfocar solamente en mi trabajo, al llegar a casa me encerraba en el
dormitorio sin probar bocado, poniéndome los audífonos, para evitar su cada vez más enajenado
comportamiento. Lo único que no podía evitar, era la sensación de angustia y ansiedad creciente que
sentía cuando llegaba a casa, en especial cuando miraba en dirección a la terraza, a aquel manzano que de vez
en cuando mecía sus ramas con el templado viento de la tarde, haciendo que su ramaje pareciera unas enormes garras
que atrapaban todo lo que caía en sus límites.
Un día al llegar agotado y hambriento, por una noche pesada de labores, di unas mascadas a un panqueque
relleno, sin darme cuenta me había devorado las seis unidades que estaban en el plato encima de la mesa, y a los
pocos minutos me veía viajando por paisajes oníricos que me iban cautivando cada vez más, hasta
llegar a un abismo insondable del que no tuve consciencia...hasta que solo vislumbre vació.
desperté sobresaltado, bañado en sudor frio, me fijé en la hora; era más de medianoche. Esa noche no pude
asistir al trabajo.
decidí no comer más nada con aquella fruta, ni hierbas
por algún tiempo. Incluso compre los mismos ingredientes en una feria local. Para ver si en verdad algo
cultivado de la casa influía en mi...en nosotros.(ya que su comportamiento bien podía deberse a alguna
sustancia del huerto), cuales potentes psicoactivos distorsionando nuestro sentido de la realidad.
se lo comente a jeanne, pero a ella parecía no importarle, es mas me miraba como si me despreciara algunas veces, en especial
cuando hacia comentarios negativos contra el árbol.
Sinceramente no sabía como procesar todo esto...era como si nuestro sueño de formar nuestra familia
se hubiera convertido en una pesadilla de horror. !Y todo por un árbol! o la influencia que este parecía
ejercer sobre nosotros.
Cada vez, me cuesta mas conciliar el sueño y cuando lo hago llegan a mi mente las mismas imágenes de
horribles de escenarios irreconocibles. Con un árbol inmenso en el vació crepuscular y ese ojo, o lo que
pareciera ser un ojo, con forma de un sol negro como el vació mismo.
Al despertar tengo náuseas y fuertes dolores de cabeza, que me impiden mantenerme en pie por mucho
tiempo, estoy sudando de una manera enfermiza y el pijama se pega en mi cuerpo entre el calor del día
y la angustia que me paraliza por unos minutos luego de despertar de esos indescriptibles lugares.
Trato de incorporarme y beber algo de agua...pero al poner el vaso en el grifo este se llena con una sustancia
sucia y negra. Veo en el refrigerador algo para beber, pero en lugar de agua me
encuentro que solo hay sidra y jugo de manzanas. Ambos hechos de manera artesanal.
Los evito. A lo lejos como si fuera un sueño oigo los mismos cánticos que jeanne cantaba días atrás.
solo que esta vez al llegar a la terraza vislumbro algo que me altera por completo mis nervios. (Mas de
lo que estos días han hecho), y me llevan a un estado de casi enajenación completa, al darme cuenta de que
jeanne recitaba a modo de cántico la oración a pie del árbol. con su idioma en un latín perfectamente
fluido y entonado:
“quibus verbis ostium quodammodo patefiere videtur ac per illud pastor intrare,qui universas suas
cognoscit oves easque nomini vocat”
__pero,pero...amor, ¿que estás haciendo?__le dije mientras la miraba estupefacto sin el menor sentido de
lo que estaba presenciando en aquel momento.
__john, estábamos dormidos...dormidos y condicionados en una prisión para nuestros verdaderos
sentidos.!es hora de despertar john!,Solo saliendo de esta realidad a donde realmente pertenecemos
podemos librarnos de estos barrotes en los cuales nos han dejado presos, y solo hay una manera de
hacerlo.
__cariño...nose, de que hablas...y ¿porque tienes ese cuchillo en la mano?,¿no crees que deberíamos
sentarnos a hablar de esto? ...empecemos yendo a la sala de estar,¿Te parece?.
__pero...¿que vamos a hablar john?,! no podemos racionalizar lo que es evidente! El árbol nos ha
mostrado el camino, pero tu preferiste olvidarlo, preferiste estar dormido como los demás.
__esas manzanas deben de tener algo...incluso recuerda lo que nos dijo la antigua dueña; lo de cortar el
árbol y no dejar raíz alguna de su presencia en la casa.
__las manzanas solo son el conducto por el cual el árbol, nos dio el verdadero conocimiento. Y el árbol
en si es un mero instrumento, un mensajero de tiempos pasados. un recuerdo de lo que todos hemos
olvidado. En el fondo lo sabes, pero lo negaste.
__incluso eso que cantabas en latín!,¿de dónde aprendiste a hablar esa lengua?,¿qué significa eso?__le
dije tratando de mantener cierto control de mí mismo, al momento que racionalizaba algo que esta mas
allá de cualquier comprensión lógica humana.
__tú lo sabes...una parte de ti lo sabe bien, solo has querido volver a dormir en las placidas nubes de la
ignorancia _ fue lo último que jeanne dijo luego de colocar el cuchillo de cocina sobre su pecho y
exclamar triunfante; que todos nosotros estamos muertos y ella por fin va a despertar...y que me
esperará...en el jardín
Quizás lo he olvidado...no lo sé...a veces veo en sueños un ojo inmenso que cubre todo el cielo
ambarino, donde en mitad del escenario surge un árbol milenario e inmenso...más antiguo que la tierra
misma que habitamos. el cual solo observa y eso es lo peor...no hace nada, no interactúa de ninguna
manera. solo está ahí observando...vigilando.
a veces su recuerdo me lastima de una manera que no puedo concebir. en especial cuando las imágenes
de ella incrustada en aquel árbol llegan a mi mente. Cuando las pastillas ya dejan de hacer efecto y
espero por nuevas dosis las cuales un enfermero me suministra, es en esos momentos que la frase
aparece en mi mente en letras grandes y claras lo que antes era incomprensible para mi…
"He aquí la puerta que se abre, he aquí el pastor que conoce a todas las ovejas y las llama por su
nombre”
No recuerdo bien que sucedió...fue todo muy rápido.
En algunas imágenes me encuentro avanzando para disuadir a jeanne.
pero en otros recuerdos que vienen en contraposición a lo anterior...yo tenía un cuchillo en las manos y
me acercaba frenético donde ella y le hablaba de mundos olvidados y lejanos en una vastedad de un
universo del que ya no existe, más que en la consciencia de algunos pocos.
mientras entonaba cánticos en latín antiguo, me autoproclamaba el pastor del rebaño perdido.

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