No Hay Mas Patria Que La Propia Infancia
de Francisco Varvaró @francisco_varvaro
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¨No hay mas patria que la propia infancia¨
Rainer María Rilke
Nací en una ciudad mediterránea, en medio de los albores del cambio social y político Español, en el seno de una familia burguesa que trataba de encontrar un nuevo sentido identitario, a partir del enorme tránsito que suponía abandonar finalmente un régimen dictatorial, para abrirse a un nuevo mundo ¨democrático¨.
Recuerdo una niñez marcada por el olor de los cromos de Pannini, la eterna presencia de la televisión, desde donde emergían mágicamente los Payasos de la Tele, Marco, La Abeja Maya, Veinte Mil Leguas de Viaje Submarino, Un Dos Tres. La constante presencia de las narrativas televisivas se entremezcla indistinguiblemente en mis propias memorias infantiles, siendo imposible narrarme y diferenciar realidad y ficción.
La primera vez que me quise escapar fue un verano en casa de mis abuelos maternos, tenía 4 años y tras ser castigado por no querer ducharme tras visitar la playa, amenacé con escaparme a la isla de Ibiza, llevaba conmigo una barra de pan. Premonitoriamente la presencia de la partida se convertiría en una constante en mi adolescencia y juventud.
La tía Pilar ¨la tía de Bilbao¨, tenía los ojos profundamente azules, uno de sus ojos de cristal, el cual constantemente sacaba de su cuenca, provocando alternadamente las delicias y el terror de sus nietos.
Pilar era una mujer independiente, estudió periodismo durante la dictadura, era distinta al resto de mis tíos y tías, tenía un halo de actriz clásica del Hollywood de los cincuenta.
Murió un extraño domingo de mi niñez, mi padre me tomo sentándome en sus rodillas y me dijo ¨la tía de murió¨, lloré y lloré y lloré, su partida me rompió por primera vez el corazón, la muerte entró en mi mentalidad infantil como un espacio indefinible, ingrávido y lejano, rodeado por nubes de algodón y seres translucidos, que no necesariamente eran felices, un lugar donde en algún momento las personas que amaba, acabarían tarde o temprano visitando para no volver.
Tras está vendrían otras partidas significativas como la de mi primera compañera perruna, llamada cariñosamente ¨La Pepa¨, seguido por la trágica partida de mi amigo de aulas Cesar Huget, alias Chisa, personaje flaco y jovial cual cane pulgoso.
Un domingo nuevamente, durante la emisión en la televisión de ¨Encuentros en La Tercera Fase¨ de Steven Spielberg, mi padre abofeteo a mi madre tras una gigantesca pelea, ese fue el principio del fin de su matrimonio y el inicio de la disgregación de mi familia y de una larga sombra en nuestras vidas.
A los 15 años un ataque de risa nerviosa me recorrió el cuerpo, el pecho me ardía, Javi y Carlos trataban a toda costa de hacerme callar, el baño de la discoteca se inundaba de un humo dulzón e intoxicante, entré en una nueva era, la España de los petardos, los porros, los flys, los meins, de los vaporosos parquetos que acompañarían en buena medida toda mi adolescencia.
La era mein abrió un nuevo significado a la amistad, a la música, al cine, al arte, al sexo, a una nueva conciencia de ¨ser¨ que se diluye en el tiempo cual elipsis temporal, que incluye tres internados en distintos lugares del territorio Ibérico y varias historias de amor adolescente.
Las salas de cine toman a partir de entonces una enorme presencia en mi vida, veo cine noche y día, las imágenes se me adhieren como una segunda piel, vivo las historias como propias, me refugio en el haz lumínico que me permite partir una y otra vez a un espacio onírico, donde la pantalla me engulle.
Descubro la gran ciudad cosmopolita, parto con 100 mil pesetas a mi primera gran aventura Londinense, mi padre llora mi partida, abandono el Ruedo Ibérico, estudió la carrera de cine, trabajo limpiando en un hospital, fregando platos, sirviendo mesas, vendiendo revistas en Camden Town, vivo mi primera gran relación amorosa. Entro en el primer tercio de mi vida.
Me enamoró una y otra vez, en mi última etapa londinense mi compañera enferma de morning sickness, lo que le obliga a perder voluntariamente nuestro bebé. La relación no sobrevive, parto de nuevo.
Beirut me acoge en las navidades del 2009 en medio del inicio de una nueva Intifada Palestina, celebró la noche vieja en un extraño club de un hotel junto a mi mejor amigo libanés Carlos, cuya amistad nace en España en los 90. Carlos tiene un alma mujeriega, con la piel resiliente y una imaginación a prueba de bombas que le destaca como brillante publicista.
Carlos-¨!No sé si Israel nos va a bombardear de nuevo Frankie!, !bienvenido a Beirut!¨, el éxtasis hace efecto, entramos en el 2010.
Dirijo varios anuncios publicitarios, me pagan muy bien, entro en la compleja realidad del Oriente Medio, un mediterráneo trágico al tiempo que vitalista y impertérritamente hedonista, donde se aúnan sofisticados night clubs con los pañuelos que cubren los rostros de la mujeres en el barrio dominado por Hizbolá, Dahie, hay secretos envueltos de secretos, el hedonismo Árabe por la buena comida, la importancia de agasajar al invitado, la pasión en los vínculos familiares, las cicatrices de una guerra civil que se alterna con la presencia de los djs del momento. Beirut la antigua Suiza del Mediterráneo en todo su esplendor me transforma. Acabo siendo expulsado del país por una malhumorada capitana que mira mi visa de forma sospechosa,
Capitana -¿Qué hace usted en el país?,
EL aquí presente-Preparo un documental.
Capitana-Tiene usted dos semanas para abandonar el Líbano.
Regreso a una España en plena crisis, donde encontrar trabajo es una odisea, mi madre enferma del corazón, convivo su enfermedad, se recupera tras ser operada, le aplican un marcapasos. Mi padre pierde su trabajo, el alcohol le va mermando sus facultades, busco trabajo, no hay trabajo, me enamoro de una chica chilena, no quiero tener que elegir, parto hacia Armenia, ella me esperará.
Entro a trabajar en un espacio completamente único, un centro de tecnologías creativas grátis para niños y niñas, doy clases de cine digital a niños y niñas de entre 11 a 17 años, entro en una rápida inmersión a las nuevas tecnologías, las narrativas transmedia, la creación de videojuegos, el diseño web, conozco a grandes cineastas, artistas digitales, personalidades del mundo de las dot-coms.
Estoy en medio de la vanguardia educacional en un lugar donde a penas unos meses no podía situar en el mapa. Ereván a 17 bajo cero, las primeras semanas me avisan del peligro al salir del centro en pleno invierno glacial del la presencia de perros callejeros, el monte Ararat lugar de gran importancia para los Armenios, ya que como cuentan las escrituras, es el lugar donde Noé salvó con su arca la humanidad, se cierne sobre la ciudad en el lado turco, hay una presencia constante en el aire de estoicismo, esta es una geografía cargada de lucha, el Caucáso, el millón de muertos en manos de los turcos, el drama de la diáspora, la fuerte presencia cultural de la Antigua Unión Soviética, la comunicación por señas en los comercios de la ciudad...
Me caso con Kris, hace un frío gélido de Febrero del 2011, parece que solo las piedras de este pueblo medieval soportan el enorme frío, mis padres se reencuentran para mi boda, vienen amigxs de varios países, mi esposa me toma de la mano, tiene las mejillas sonrosadas y un par de vodkas encima, se sonríe, !estamos casados!.
Partimos a Chile, Santiago es un enorme enjambre a los pies de los Andes, la dictadura sigue presente en su faceta neoliberal económica, la gente es introvertida y desconfiada inicialmente, las desigualdades sociales son profundas tamizadas por un mensaje triunfalista económico.
Mi madre enferma de cáncer, regreso a España, es grave, muere tras tres meses casi inconsciente, paso todo el tiempo a su lado, mi hermano me releva algunos días, mi padre también tiene cáncer, parte a acompañarle, todo se derrumba, estoy unos días con mi padre alternando entre hospitales, mi madre empeora, en el climax de la desgracia mi vecina me llama, la Chica, (mi perro) se ha envenenado tras comerse una cinta de vídeo VHS, ¿qué más puede pasar? ese día Trump gana las elecciones, me río mientras miro por la ventana que se le ve el trasero a un enfermo mientras pasea por la plaza del hospital.
Muere mi madre, me caigo, estoy desecho, me tomo un tiempo para regresar a Chile.
Pasan los años en el país andino, la gente esta cada vez más harta, se produce finalmente una implosión, llega el esperado levantamiento social, la gente toma las calles, arden las paradas de metro, los más jóvenes lideran el movimiento, regresa la esperanza, se puede conversar entre extraños entre gases lacrimógenos y disparos de balines de los pacos. Hay bajas, hay violencia al tiempo que renovada esperanza, el gobierno no se arruga, sigue la lucha, de pronto el mundo enferma y la lucha se detiene, ¨un virus chino¨ como lo define un psicópata estadounidense que gobierna el país mas poderoso de la tierra, nos noquea.
Nos confinamos, entramos en un lugar desconocido, el mundo cambia, los números de infectados y decesos es inmenso, la comunicación digital impone su presencia, las economías caen, hay incertidumbre y miedo al futuro...
Me acuerdo del niño con la barra de pan bajo el brazo, me sonrió.
2 comentários
antonionunezstorytelling
Professor PlusMuito obrigado pela sua história e colagem, @francisco_varvaro .
Acho que sua história é um ótimo exemplo do uso eficaz de Sensations e do poder evocativo dos detalhes ao narrar.
Seu relato também é magnífico em termos de visualização das cenas principais.
Para aprimorar o texto, sugiro que você reflita sobre o Significado Vital que deseja comunicar com a história. Em sua citação de Rilke, ele se refere à infância e ao longo do texto são coletados seus diversos itens e também de entes queridos, que não estão mais em sua vida. Que ideia ou ponto de vista você quer comunicar sobre a infância ou os jogos? Percorra cada parágrafo de sua história para ver se todo o texto leva ao Sentido Vital, a ideia que você deseja comunicar.
Se seu objetivo é comunicar-se sobre a infância, sugiro que se estenda ainda mais nessa parte de sua vida e conecte suas decisões e comportamentos adultos com o que experimentou quando criança.
Muita sorte!
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Francisco varvaro
Obrigado, Antonio.
A presença da infância e o seu sentido vital conjugam-se de duas formas: como ponto de partida da viagem, da partida constante da infância, uma constante na minha vida, enquanto, como espaço emocional a que pertenço, um espaço que está localizado fora das fronteiras físicas, na própria memória.
Obrigado pelo feedback
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