Mel Egea

Mel Egea

Creative Copywriter

Barcelona, Espanha

Mel Egea

Año 2013. Me llaman de Havas Worldwide Buenos Aires para formar parte del equipo creativo. Lo celebro cruzando Avenida Santa Fe mientras pienso en qué ponerme esa noche, porque es viernes.
Corte. Estoy en Havas desayunando. Todo está buenísimo y entonces entiendo lo que está pasando: ¡Melisa, estás pensando para Peugeot, Nutricia, LG, Universal, Sony y Citroën! Decido ir a hacerme más mate.
Corte a ADN Comunicación. Ya está terminando el 2015. Lo sé porque me creció el pelo y ya no llevo flequillo. Estoy tocando una guitarra en la ventana de una casona gigante de Cañitas (Palermo, Buenos Aires) mientras me brifean para un spot de Clarín 365. El spot sale. Mi mamá se ríe cuando escucha el chiste que colé en el guión. Pienso que entonces es un éxito.
Corte. Es Junio de 2016. Ahora estoy arriba de un avión. Una azafata turca me regala una especie de bombón autóctono. Lo pruebo. Lo escupo con cautela. 27 hs después estoy llegando a Barcelona con una retención de líquidos espectacular.
Corte. Estoy frente a la Catedral diciéndome cómo no vi esto antes.
Corte. Paso frente a casa Batlló y me digo “qué lindo sería ver esto todos los días”.
Corte. 7 de Septiembre 2016. Mi vuelo de vuelta a Buenos Aires sale 17.30 hs. A las 14 hs decido quedarme para siempre y no coger ese avión. Lo hago.
Corte. Ya es 2018. Estoy tomándome un café con un grupo de catalanes en Aribau con París. Hace frío pero elegimos terraza igual (porque siempre elegimos terraza). Me siento parte del grupo y los considero mis amigos. Trabajo con ellos desde hace 2 años en OMD Barcelona. Entonces tengo una epifanía: ¡cambiaste el mate por café, Melisa! Pienso. ¡Los cojones! -me respondo internamente muy enojada, mientras me doy cuenta que acabo de putear en español.
Corte. Estoy en la Costa Argentina brindando porque empezó el 2020. Le sonrío a mi abuela mientras me confirmo para adentro que “esto de festejar años me resulta estúpido; que es una costumbre que me obligaron a tener y que yo solo lo hago por el brindis”. Me conforma la idea y propongo otro brindis.
Corte. Escucho una canción de Vendredi Sur Mer mientras siento vértigo en la panza. Estoy aterrizando en Barcelona. Lo sé también porque el piloto hace una vuelta rara sobre el mar y nos muestra la costa desde el cielo. Puedo identificar todos los edificios y no le saco foto porque esta es la vez número 378 y ya no me sorprende.
Me quedo dura mirando por la ventana y entonces entiendo lo que acabo de pensar: ¡Estás llegando a tu casa, nena!

Perfil profissional

Instituições de ensino


Ingressou em Dezembro de 2016