Lucía Pascual Bretón

Esta es la historia de una tal Lucía que nació un 22 de junio en una familia de economistas. Y claro, esto supuso un antes y un después para los Pascual Bretón. Ya apuntaba maneras cuando a los diez años se gastaba la paga semanal en revistas de cine y las escondía debajo del armario para que su madre no se las descubriera. Y no digo nada, cuando le dijo a su padre que quería estudiar Comunicación Audiovisual. Digamos que se volvió un poco loco. Hasta el mismo año de la graduación de su hija, él creyó que su carrera se llamaba ‘periodismo audiovisual’. Pero todo cambió cuando ella le invitó a una proyección de su primer documental en Bilbao en el que hasta lloró de emoción. Tanto le gustó que apostó por ella cuando le dijo que quería entrar en el Máster en Guión Audiovisual de la Universidad de Navarra. Lo ha acabado. Ha vivido una experiencia increíble. Está lista para trabajar. Las ganas no le faltan.

Todo esto no hubiera sido posible si a Lucía no le gustase contar historias. Un vez hablando con ella me dijo algo que jamás lo olvidaré: "Nada ni nadie debe decirte lo que no puedes hacer. Hazlo, y si te equivocas aprende de tus errores. Llegará un día en que lo harás bien. La vida es muy corta y el mundo muy grande, y lo que no hagas hoy no lo harás mañana. Así que haz que tus historias cobren vida."