Hola soy Silvia, ciudadana Argentina /Israelí, soy Técnico Ceremonial y gestión Protocolar, con una especialización en la organización de eventos, entre otras especialidades ( siempre relacionadas entre sí). Actualmente vivo en Israel desde hace cinco años y trabajo para Google Tel Aviv decorando los cuatro restaurantes desde hace dos años, decoración que cambia todos los días y que es acorde al menú temático del país, también trabajo en decoración para sus distintos eventos. Anteriormente trabajé 23 años en mundo de l
Protocolo del para el
Gobierno de una ciudad de Argentina. La decoración en si es algo que siempre me apasionó, y cuando escuche su presentación sobre cómo crecieron y cómo la mesa jugó un papel fundamental a la hora de reunir a la familia y los afectos, me sentí muy identificada con uds. Como algo tan simple y sencillo como la mesa, una comida pude volverse un momento de tanta conexión. En el mundo de la decoración muchas veces hemos escuchado la recomendación de que una casa debe representar a quienes viven allí. ¿Pero qué queremos que represente de nosotros?
Como sabemos, el arte de la decoración parte de dos supuestos. Por un lado, se encuentra aquello que podemos explicar, entre las modas y las tendencias, tan necesarias y que tanto nos influencian. Pero por otro lado, existe aquello inexplicable, que no sabemos muy bien por qué nos hace elegir lo que elegimos, que tiene que ver con algo interior. Tal vez nos trae algún recuerdo, alguna sensación especial, una emoción. La razón queda entonces unos instantes de lado, para privilegiar el corazón.
En este acaso ocurre lo mismo con la preparación de una mesa.
Más allá de nuestro esfuerzo por dejar bonita nuestra mesa , es interesante que haya una búsqueda de conciencia detrás de lo que estamos eligiendo. Encontrar un porqué, una validación interna, que no se consigue en catálogos o revistas extranjeras sino que se concreta en la intimidad, en las nuestras raíces.
La decoración emocional apunta a la vida y no a un estilo determinado; se aleja de las pretensiones, de los cánones fugaces, de lo políticamente correcto. Apunta a imprimirle valor a lo que elegimos, a lo artesanal, a lo simple, a la búsqueda de la naturaleza, bajo el filtro de nuestras más íntimas preferencias.
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Esto nos aporta una originalidad sin fisuras, porque nace de nuestra historia, tan singular, tan distinta de cualquier otra. Y nos permite reconocernos en ella a través de los elementos que elegimos. Intentar otorgarle un sentido a ese objeto que nos gusta que esté presente en esa mesa mesa, o descubrir por qué nos vinculamos con él a partir de una sensación, es un ejercicio interesante.
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Establecer una sintonía emocional con el table styling, una misma frecuencia, vuelve a toda elección algo verdaderamente propio, genuino, absolutamente personal. Y por extensión, no hay margen posible para el error. El éxito está asegurado.
Hoy deseo aprender más de la mano de ustedes.
Cursussen
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Geheimen van tafelstyling: kunst van een goed gedekte tafel
Een cursus van Folies
Architectuur en ruimtes