Decisiones

Para Perla era un día difícil lleno de sentimientos, sin embargo, no quería posponer más esa platica. Al llegar la acomodaron en una mesa en el jardín, debajo del gran árbol de flamboyán que por la temporada estaba totalmente lleno de flores que le daban un marco espectacular al lugar. Aún se sentía la humedad del riego de la mañana, la gran variedad de hojas verdes y el césped todavía conservaban las gotas que parecían cristales que reflejaban los rayos de sol que empezaba a salir. La mesa era pequeña con un mantel blanco, con un florero pequeño al centro, lleno de comida que se veía saludable y riquísima.
Él le daba instrucciones a su personal para el inicio del día y solo la saludo a lo lejos. El mesero le dio su recado de que no se demoraba en estar con ella.
No estaba segura de haber hecho lo correcto al pedirle que se vieran. Había pasado una semana de su último encuentro, en la que discutieron y las cosas no habían quedado del todo claras, pero fue necesario poner distancia para pensar y tomar la decisión correcta.
No pudo evitar suspirar por todos los bellos recuerdos que parecían desfilaban por su mente, desde que lo conoció supo que habían tenido una conexión especial y que valoro cada detalle que ella tuvo con su hermano apoyándolo en la apertura del restaurante. Por lo mismo, sabía que seguramente Dante había tenido que ver con esa mesa preciosa y había creado el momento para hacerlo especial. Tendría que pasarlo a saludar a la cocina antes de retirarse, pensó para si misma << sí todo sale bien, te daré la gracias mi chef favorito>>
Al levantar la vista pudo ver que él la observaba, no podía evitar ver esos ojos miel que la derretían, pero había decido ser firme con su decisión y no ceder con la petición que él le había hecho. Las cosas se tendrían que hacer a su manera y en su tiempo. Entendía el gran amor que él le tenía y que quería que ella estuviera con él en todo este proyecto que tenían en puerta, sin embargo, ella no estaba dispuesta a renunciar por lo que había luchado tanto, su trabajo, que, aunque a veces parecía complicado realmente le gustaba. Además de que toda su vida ella se había hecho cargo de sus gastos, de sus cosas. Por supuesto aún le quedaba ese mal sabor de boca de su ex marido y por lo tanto sentía que no podía soltar lo que le daba seguridad en caso de que las cosas no salieran bien.
Estaba inmersa en sus pensamientos que no lo vio venir, él la amaba tanto que no deseaba perderla, así que aprovechando que estaba distraída se acerco con toda la dulzura que pudo, hizo su cabello hacia atrás y le dio un beso en el cuello. Fue tan rápido, que ella no pudo evitar reaccionar automáticamente y buscar sus labios. Su perfume se había impregnado ya en ella, él le ayudo a levantarse para darle el beso que tanto extrañaba. No sabía cual era la decisión que ella había tomado, pero algo era seguro no quería tenerla un día más lejos de él.