Claudio Moreno

No hace mucho me encontré viéndole a los ojos a la muerte, como Aureliano, pero no era un pelotón de fusilamiento, era la vida que se llevó a mi hijo a causa de una diabetes muy lábil tipo 1 la cual había hecho estragos en sus riñones, vista y luego corazón. Eso fue repentino y me desintegró. Luego de a poco cuando pude unir mis partes dispersas, que aún no encuentro algunas, me di cuenta que estaba inmóvil tanto de cuerpo como de alma. Hasta que la vida me obligó a moverme, o tal vez fue la muerte otra vez, que en menos de dos años se llevó a mi esposa por un cáncer imparable. Fueron meses de internaciones hasta su final. Meses en los que recordé que escribir era lo único que me rescataba de cualquier cosa.
Desde un punto de vista laboral hace muchos años, como treinta y cinco, me desempeño como publicista y unos veinte como dibujante de comics para Italia, Suiza, Francia, Estados Unidos e Inglaterra. También he incursionado en el Audiovisual, el Teatro, la Música y la Pintura. Muchas veces siento que la naturaleza me ha jugado una trampa dándome un poco de condiciones en muchas cosas. Y pienso que si hubiera volcado esos gramos de talento en una sola, tal vez hubiera llegado al kilo en algo. Pero lo cierto es que todo lo hago con gran placer y sacrificio, pero increíblemente nunca me enfoqué profesionalmente en la escritura, siendo una de las habilidades con las que menos esfuerzo produzco.