Los Sabores del Altar: Descubre la comida que honra a los seres queridos en el Día de Muertos

En el Día de Muertos, la tradición mexicana brilla con una luz especial. Este ancestral tributo a nuestros seres queridos fallecidos es una celebración llena de colores, alegría y sabores que rinden homenaje a aquellos que ya no están con nosotros. Una parte esencial de esta conmemoración es el altar de Día de Muertos, que se llena con ofrendas que incluyen flores, velas, fotografías y una variedad de alimentos que encantan a los vivos y a los difuntos por igual.

Uno de los elementos más significativos del altar es la comida, que se coloca estratégicamente para deleitar a los espíritus de los difuntos cuando regresan a visitarnos. Estos alimentos tienen un significado especial y están llenos de sabores tradicionales que evocan recuerdos y conexiones con quienes se han ido.

Pan de Muerto

Este icónico pan redondo y decorado con crujientes "huesitos" en la parte superior es un símbolo indiscutible del Día de Muertos. Su textura suave y su sabor ligeramente dulce son irresistibles. Se cree que el pan de muerto alimenta el alma hambrienta de los seres queridos difuntos.

Calaveras de Azúcar

Estas coloridas calaveras de azúcar, conocidas como "calaveritas," son una deliciosa golosina decorativa que se coloca en el altar. Además de ser una representación artística, también son una muestra de aprecio y respeto por los seres queridos fallecido

Cempasúchil (Flor de Muerto)

Esta vibrante flor de color naranja es esencial para el altar de Día de Muertos. Su aroma y color sirven como guía para los espíritus, quienes se cree que siguen el camino de los pétalos hacia el mundo de los vivos. Aunque no es una comida, su presencia es fundamental.

Mole

El mole es un platillo emblemático de la cocina mexicana. Su rica mezcla de chiles, chocolate y especias es una verdadera delicia. En el altar, el mole se coloca como un recordatorio de la diversidad de sabores que disfrutaron nuestros seres queridos en vida.

Frutas y Dulces

Manzanas, naranjas, plátanos y otros tipos de frutas se colocan en el altar como una ofrenda de sabores naturales. Además, no pueden faltar los dulces tradicionales, como las cocadas y las jícamas con chile, que añaden un toque de dulzura a la ocasión.

Bebidas

El tradicional atole, champurrado o chocolate caliente son bebidas que suelen acompañar a las comidas en el Día de Muertos. Estas bebidas calientes y reconfortantes son un recordatorio de la hospitalidad y el cariño que brindábamos a nuestros seres queridos en vida.

El altar de Día de Muertos es una oportunidad para compartir recuerdos y sabores con aquellos que ya no están físicamente con nosotros. Al disfrutar de estos alimentos y bebidas, estamos fortaleciendo los lazos que nos unen a nuestra herencia y a las personas que amamos.