Lucia Allegra

Desde niña he sido buena tomando decisiones.

Cuando me dejaban sola, tardaba segundos en escoger un VHS de las decenas que tenía en casa. Películas
como La bataglia di Algeri, Midnight Cowboy o Taxi Driver me generaron muchas preguntas sociales y
políticas. Encontré algunas respuestas en la lectura (como Pasolini, Orwell y Kropotkin) y al crecer no tardé
en unirme a un partido político. Allí aprendí a perseverar, a tolerar el fracaso y a resolver problemas.
Estudiar economía y derecho me seguiría dando respuestas. Pero al graduarme, me di cuenta de que no era
el trabajo de mi vida.

En esa instancia comprendí algo revelador: el séptimo arte me había cambiado desde bien pequeña. Y el
cine me ofrecía unir mis convicciones y mis pasiones con mi trabajo. Así empecé a formarme y a rodar
colaborando en áreas tan diversas como maquillaje, arte y sonido. Pero a lo largo de los meses descubrí
qué área estaba hecha para mí, la que encajaba mejor con mis inquietudes y virtudes. Decidí dedicarme a la
producción. Así que me especialicé en la Escuela Internacional de Cine y TV de Cuba y actualmente vivo en
Barcelona, donde colaboro en distintos proyectos audiovisuales.

Creo firmemente que el cine puede influir, hasta cambiar, la sociedad en que vivimos; lo he visto conmigo
misma. Cada día el cine me cambia un poquito, pero ahora tengo las herramientas y las ganas de participar
en este cambio activamente.