Ayuda con cobro de proyecto de packaging y etiquetas
Hola a todos,
Soy nuevo en la comunidad Domestika, pero me he estado empapando muchos de los mensajes que hay publicados. Me han parecido muy interesantes y, sin querer alegrarme por las desgracias laborales de los demás, ver que este tipo de "putadas" no le pasan a uno solo, consuela, aunque no soluciona el problema.
Bueno, el tema es que ver todos estos casos, me han convencido para comentar un asunto que me está pasando y que ya no se muy bien como afrontar. Es un poco largo, pero creo que a lo mejor alguien se siente identificado o me puede aconsejar de qué hacer:
Soy diseñador freelance, antes estaba junto a un socio pero tras 8 años nos separamos. Llevo desde Enero trabajando en solitario, pagando mis impuestos, mis autónomos, mis alquileres y mis facturas. Hasta septiembre todo ha ido más o menos bien, meses mejor y meses peor, pero dentro de una normalidad.
A mediados de septiembre, mediante un cliente, que a su vez es, como decirlo, "representante", o "comercial" de varios clientes, (que lleva sus temas de impresión tanto de catálogos, etiquetas, cajas, etc...) y con el cual tenía ya varias experiencias positivas, pues me ha estado trayendo trabajitos, no muy grandes (adaptaciones de cajas, algún pequeño folleto...), me pide una línea de etiquetas para un cliente. Como antes no habíamos trabajado bajo presupuesto, al tratarse de cositas muy pequeñas, y no haber tenido nunca ningún problema, y dada la urgencia del trabajo, me puse manos a la obra (primer error).
Diseñé una propuesta (nunca trabajo con propuestas paralelas, siempre una y a partir de ahí pulir), que fue de su agrado. La pasó a su cliente, al cual también agradó, y éste la paso al cliente final, que dió su visto bueno para aplicar esa propuesta al resto de líneas.
El trabajo era una línea de cosméticos, con diferentes aromas. En la propuesta que presenté, hice tres etiquetas de tres aromas. El cliente, a continuación pidió cómo serían los 16 aromas que ofrecía. Esta propuesta utilizaba imágenes de banco, con lo que tuve que localizar 16 imágenes, acordes con los aromas, y diseñar las 16 líneas, en aspectos muy generales. Se fotografían los botecitos sin etiquetas y se simulan las etiquetas de una de las líneas en edición digital, para que el cliente final "se haga una idea" de como quedaría una línea. Una vez hecho, se vuelve a pasar a los clientes (al "representante", al cliente y al cliente final). Todos dan su visto bueno, hay incluso felicitaciones por el trabajo realizado. Bien, llega el punto de hacer una de las líneas completa, con sus 12 o 13 etiquetas, para imprimir una prueba física, pegarlas a los botecitos. También hay que preparar un catálogo físico, de unas 12-16 páginas, presentando el producto, para el cliente final. Se desarrollan dichas etiquetas y catálogo, el "representante" las imprime con un proveedor. Las cortamos, pegamos y enviamos a su cliente. Al recibirlas, todo correcto, muy bonitas, y las envía al cliente final, el mismo que había aceptado todos los diseños previos. Parecía que llegábamos al final del camino.
Pero los caminos del señor diseño son inescrutables, y ¡oh, sorpresa!, después de aceptar todos los diseños previos, simulaciones, pdf's y demas, el cliente final (de un país árabe, para más detalles), decide "que no es lo que había pedido". Que no se corresponde con el briefing (que nunca tuve en mi poder, segundo error) que mandó al cliente, y que no le gusta.
Llevo 2 semanas y pico (mas una semana de espera mientras le llega el paquete al cliente final, en Omán) trabajando exclusivamente en este proyecto. Llegados a éste punto, solicito una reunión con el "representante" y su cliente, para tratar el tema del briefing. También, preparo una especie de factura "proforma", con el trabajo realizado hasta el momento, por ver por donde va el corte. Empieza a ser una suma bastante elevada, saltando los 1000 euros ampliamente. Le presento la factura al representante, la ve bien. Se la envía a su cliente, y la ve bien. Seguimos con el proyecto (pero yo aún no he visto un euro, mala señal) Con el cliente final es imposible reunirse, pues como he comentado, es de Omán. Con el cliente "intermedio" no es posible dicha reunión, por los contínuos viajes del cliente.
Conseguimos una "explicación" del briefing por parte de alguien de la empresa, que consiste en hacer algo "con muchos dorados", y en una línea similar a dos marcas de cosméticos, X y Z. El trabajo ahora consiste en hacer 2 propuestas (yo siempre trabajo con una, pero acepté, tercer error). Literalmente me piden que "fusile" el diseño de las marcas X y Z. Me niego. Hago dos propuestas, en una línea completamente diferente a lo que había planteado anteriormente, y con cierta similitud a las marcas X y Z, siempre dándole personalidad propia y dejando un ancho espacio entre mis propuestas y las marcas X y Z. Se presentan los diseños al cliente, y los ve bien (no es exactamente lo que quería, ya que no es un "fusilado" como pedía, pero lo ve correcto y cree que le gustará al cliente final). Se prepara un documento, se vuelven a simular las etiquetas en las botellitas, esta vez por duplicado, presentando dichas propuestas, se envía por email al cliente final, y acepta una de las propuestas.
De nuevo, se vuelve a preparar un catálogo de 16 páginas, se vuelven a preparar todas las etiquetas de uno de los aromas, se preparan los artes finales, se llevan al proveedor de las muestras, se cortan, se pegan y se envían. Finalmente, parece ser que al cliente final le agradan y da por bueno el trabajo.
De nuevo, llegados a éste punto, me dispongo a contabilizar las horas de trabajo, el trabajo realizado (incluyendo fines de semana y tres o cuatro jornadas laborales maratonianas de 16/18 horas), y la factura empieza a rozar los 3000 euros. Falta adaptar las 15 líneas restantes, que es un trabajo relativamente sencillo, pues los ingredientes son los mismos, solo hay que cambiar el nombre del aroma y el color corporativo que se le ha asignado a cada uno. Le paso la factura "proforma" al "representante" y éste (supongo) se la pasa al cliente. El trabajo empezó sobre el 15 de septiembre, y estamos a mediados de octubre. Ha pasado un mes en el cual no he facturado nada más (no he tenido tiempo ni de abordar otros trabajos ni de salir a buscar clientes), lo que, unido a un verano un tanto flojo en cuestiones de facturación, dan como resultado una angustia económica grave. No me entra dinero, pero los pagos se tienen que hacer igualmente. Para más inri, el 20 de octubre como todos sabéis, se paga IVA. Tengo que aplazar el pago del IVA, no puedo afrontarlo. Pero tengo la esperanza de que, en tener mis casi 3000 euros por el trabajo realizado, mis penurias económicas se diluyan. Craso error (y ya van unos cuantos).
Pasan un par de semanas y sigo sin noticias de nadie. Llamo al "representante", y me dice que el cliente está negociando con el cliente final el pago, pero que le llame yo, para preguntarle cómo está el asunto. Yo no quería llamar al cliente del representante, creo que no es tarea mía, pero le llamo. Y cual es mi sorpresa que, en cuanto le pregunto que cómo iba el tema, que si podíamos empezar a realizar los artes finales del resto de líneas, que me dice que quién soy yo para preguntarle eso. Que él está muy ocupado para atender a proveedores, y que ya me vale, que estoy presionando sobremanera al "representante", que no para de llamarle para pedirle dinero y me adelanta que, hasta que la mercancía no esté embotellada, etiquetada, empaquetada y en un barco hacia Omán, no piensa pagar ni un euro. Me dice que considera que ha habido un error de diseño bastante grave en todo este asunto, al no "agradar" al cliente en la primera propuesta, y que no ve bien que tenga que pagar ese trabajo, puesto que no lo ha aceptado su cliente. Y que, por supuesto, los precios que le he pasado le parecen una barbaridad, totalmente fuera de mercado y que habrá que revisarlos a la baja. Todo esto con un tono bastante elevado, de indignación, como si le hubiese insultado.
Educadamente, le digo que yo normalmente trabajo bajo presupuesto y con la condiciones de pago pactadas antes de empezar, y que en casos de clientes nuevos o desconocidos, siempre cobro por adelantado al menos un 40% de la factura, pero por la amistad y el trato que tenía con su "representante", y por la urgencia que tenía con el trabajo, tuve el detalle de no pedir nada. Y me dice que eso será en mi mundo, que en su mundo él cobra a 60, 90 o 120 días, y que vamos, que es de ser iluso intentar cobrar por algo que aún no has hecho.
A todo esto yo estaba pegado al teléfono, colorado como un tomate de pura indignación y con la vena del cuello que reventaba. Total, que sigue con su discurso desafiante hasta que finalmente exploto. Me cago en algo bastante sagrado, y gritando le digo que quién c*** se cree que es para hablarme así, después del esfuerzo tanto físico como emocional que había hecho por él sin ni siquiera conocerle. Que a mi no me insultaba por teléfono y que sentía hasta vergüenza ajena de ver cómo era capaz de tratar a un proveedor que hasta el momento le había sido completamente eficaz. Y por supuesto, que me sentía insultado con su tono altivo y despectivo hacia mi.
En ese momento parece que se relaja (a veces pienso que igual me estaba poniendo a prueba, "a ver hasta donde aguanta", para conocer mi límite). Y empieza a hablar de una forma más razonable, más sosegada. Quedamos en que me avisaría cuando hubiese que terminar el trabajo, que sería cuestión de 15-30 días, y que tendríamos una reunión, "cuando yo lo tenga todo claro", para revisar los precios y ver condiciones de pago y finalización del trabajo.
Bueno, pues a día de hoy sigo sin saber nada del fulano. Su "representante" me dice que lleva casi un mes intentando cerrar una reunión con él, que a él le debe tambien casi 1000 euros de las muestras, y que tenga paciencia (mas), que tarde o temprano cobraremos.
Y este es el fin de la historia.
Ahora bien, mi pregunta es...
1) ¿Qué hago? ¿Qué medidas puedo tomar en la futura reunión que tenga con el fulano, si es que algún día sucede?
2) ¿Alguien me puede decir, si tiene el libro "El valor del Diseño", edición "actualizada" (la que yo tengo es la del 2001 creo), qué y cómo se valora un trabajo de packaging-etiquetas, que se adapte aproximadamente a mi caso? Es por tener un argumento de réplica en un futuro con este señor.
3) ¿A alguien le ha pasado algo parecido? ¿Cómo habéis actuado?
Muchas gracias, y lamento muchísimo la extensión del mensaje, pero es que entre que es un tema complicado de explicar y que necesitaba desahogarme, se me ha ido de madre completamente el post. Mil disculpas.
karenburstein
Llegue a tu historia hoy (5 años después) y muero de intriga de saber si finalmente lo cobraste!
salvacms
Joder!!
Malauradamente yo creo que no puedo serte muy útil, ya que no tengo experiencia, ni dinero, ni clientes suficientes como para hacerme autónomo. Pero sí que me he encontrado con gañanes que a la hora de cobrar de un trabajo (de realización y edición de vídeo en mi caso), me ha costado sudor y lágrimas para que soltaran las perras (y encima yo sintiéndome mal por tener que perseguirlos -lo siento, soy un debilucho sensible-). A partir de ésas experiencias, cuando aparece algo, SIEMPRE voy con un presupuesto por delante, aunque sea mi primo del pueblo, y haya la confianza de hasta dormir juntos. Si no se acuerda presupuesto no se trabaja. Pero bueno, qué te voy a decir que no sepas ya sobre ésto.
En cuanto a tus preguntas:
1. Cobra lo que es tuyo. ¿Cómo que revisar a la baja? ¿Qué coño te dice éste "fulano" que como el primer diseño no gustó no lo van a pagar? ¿Pero de qué van? Ni hablar. Tú has trabajado e invertido tiempo y dinero de acuerdo con unas directrices marcadas por el cliente. Si al cliente no le gusta lo que has hecho, pues se pueden hacer cambios, pero eso de que no te lo va a pagar ni hablar. Porque tú ya le has presentado algo. Ahí hay un trabajo hecho. Es como decirle a tu compañía de teléfono que no te cobren la cuota de éste mes porque no has llamado, o decirle al casero que no le vas a pagar el alquiler de éste mes porque has estado de vacaciones... y así mil ejemplos. Además, qué pasa, que no tienes tú tambien facturas que pagar? Que vivimos del aire o que? Además, eso de que después de presentar un diseño te metan por enmedio un briefing que poco tiene que ver con las directrices originales, es que vamos, yo lo cobraba como proyecto nuevo. Menuda jeta.
Tus horas de trabajo son tus horas de trabajo y tú has ofrecido un resultado. Que guste o no guste deja de ser tu problema en el momento en que alguien te contrata. Si te contratan, será porque les gusta como trabajas o por anteriores proyectos. No sé si me explico... Vamos, que se contradicen las cosas! Si no les gusta lo que has hecho con anterioridad, va a ser diferente éste proyecto? Sabes por donde quiero ir?
2. No tengo éste libro que comentas, pero he mirado y por 18 euros tienes la edición de 2008. Oye, y sino a consultar en alguna biblioteca, que seguro que lo encuentras (yo con el carnet de la uni aún puedo ir pillando librejos). Hasta ahí puedo llegar. Yo también tengo problemas gordos a la hora de valorar y poner precio a los pocos proyectos que me salen.
3. En "mi mundo", yo he ido persiguiendo a la persona responsable que se encarga de amollar. Tiene que responder. Tienes que hacerle entender -y veo que lo has hecho-, que eres un proovedor más, y que a los proovedores que te ofrecen algo, hay que pagarles. Que tanto tu trabajo como el suyo requieren una inversión de recursos humanos, horas, esfuerzo, etc. Y que eso no es gratis.
En fin, mis cinco céntimos... creo que no muy útiles pero con toda la buena intención.
P.S: Es que alucino con la JETAZA que tiene la gente, de verdad.