MARÍA YÁÑEZ BRIZUELA

¿En qué piensa María?

Si quieres que la gente se ría, cuenta tus penas María.
Tranquilos, no vengo a hablar de mi libro,
no obstante, siempre hay un roto para un descosido.

Un día alguien me dijo que nunca llegaría a ser creativa,
pero donde las dan las toman, y aquí estoy,
posteando como directora de arte (trainee),
en una tipografía que viene por defecto.
Sin lugar a dudas, el que la sigue, la consigue.

Como no soy vengativa, cuando aquello me dije,
pelillos a la mar, y lo pasado a olvidar,
y para combatir a ese personaje entré en “The Atomic Garden”,
a grandes males, grandes remedios,
sin ni siquiera saber lo que era un concepto
y, como al que le falta ventura, la vida le sobra,
me arriesgué.

De oportunidades perdidas está la vida llena,
y ésta era una que no iba a dejar escapar.
Se dice que cada hombre cuerdo, lleva un loco dentro,
aunque en mi caso, creo que es más bien al revés.

Ya sabía yo que no todo el monte es orégano,
pero sarna con gusto no pica y
más vale llorar que lamentar.

Y como no hay dos sin tres,
pasé mi periodo de invernación taguero y entré en una agencia,
a coger callo con el trabajo del día a día;
lo que no mata, engorda.

Sin embargo, todos te preguntan que harás con tu vida al acabar el trainee,
pero soy de la opinión de que más vale un hoy, que dos mañanas.

Solo estoy segura de dos cosas:
no hay mal que dure 100 años
y de que nunca digas de esta agua no beberé,
aunque “son tiempos difíciles para los soñadores”.

Creativa, para nada, el mundo del refrán aunque bien tirado está muy trillado,
pero como dice el dicho, gente refranera, gente puñetera.