Introducción a la escritura de historias de terror juveniles

Proyecto final del curso

Un curso de Raquel Castro , Escritora

Escritora. Ciudad de México, México.
Se unió en marzo de 2020
97% valoraciones positivas (31)
1.035 estudiantes
Audio: Español
Español · Inglés · Portugués · Alemán · Francés · Italiano · Polaco · Neerlandés · Türkçe

Sobre el proyecto final del curso: Introducción a la escritura de historias de terror juveniles

Introducción a la escritura de historias de terror juveniles

“Muchas gracias por acompañarme en este curso. Espero que hayas disfrutado mucho y que todo lo aprendido te ayude a escribir una historia completa. Antes de despedirnos, vamos a repasar las fases clave del proyecto. Me gustaría que explicaras brevemente lo que has hecho en cada una y que acompañes la explicación con una o más imágenes. El tema Elige el tema para una historia de terror para jóvenes. En la unidad "Adolescencia y terror, una combinación ganadora" te propuse varios ejercicios para encontrar inspiración.

La preparación del proyecto Crea el esquema general de tu historia utilizando como base la plantilla “ficha de proyecto”. Crea también al personaje principal completando la plantilla que te compartí en el curso.
La escena Redacta una escena de alguna parte de la historia, incluyendo acciones, descripciones y diálogos. La extensión de esta escena será de un máximo de 2000 palabras.
Cuando hayas terminado de redactar, deja pasar al menos un par de días. Entonces, revisa y corrige tu ficha de proyecto y tu escena. ¡Y compártela en el foro! Acá puedes leer la escena que he escrito. En ella Charlie, el chistosito del grupo, despierta sintiéndose mal y termina convertido en un zombi de piedra.
Regina despertó por el frío. El viento helado se había metido en sus huesos y el dolor de espalda, húmedo y penetrante, la hizo levantarse del suelo. ¿Qué hora sería? Miró por la ventana. Afuera todavía estaba oscuro, aunque el cielo empezaba a pintarse de un tono rojizo que le causó un temblor involuntario al pensar en que era justo del color del polvo que se metía por todos lados en ese maldito pueblo. Sintió hambre. Tenía la boca seca. Recordó el desayuno que les habían dado en el rancho hacía… ¿cuántos días? ¿Dos? ¿Tres? Sus papilas gustativas recrearon con fidelidad la sensación de los frijoles con queso, incluso pudo evocar el olor de las tortillas recién hechas, la sensación del vaporcillo del café de olla acariciando la punta de su nariz. Dejó de torturarse con el recuerdo cuando escuchó que alguien tosía. Charlie. Era la misma tos seca y rasposa del día anterior, interrumpida de tanto en tanto por una respiración difícil, sibilante. —Está muy mal —susurró una voz a su espalda. Era Óscar. Regina asintió con la cabeza, preocupada. Pensó en lo que habían leído el día anterior en los informes médicos. —Hay que despertar a los demás —dijo ella. Un rayo de sol se coló por la ventana y cayó de lleno en la cara de Charlie. Liliana ahogó un grito: la piel del muchacho estaba seca y resquebrajada, como si fuera de arcilla. Por las grietas que surcaban sus labios, su frente y sus mejillas, rezumaba una sangre oscura y espesa que coagulaba casi de inmediato. —Se está volviendo uno de ellos —explicó Óscar. —No digas pendejadas —tronó Joserra. —No son pendejadas —se atrevió a contradecirlo Regina. Era la primera vez que le llevaba la contra en algo y sentía que la cara le ardía de vergüenza. Y le frustraba sentir vergüenza por algo así, sabiendo que tenía razón. Trató de dejar de sobreanalizarlo todo y continuó—. Está en los archivos que encontramos ayer. Cuando la luz del sol sea más fuerte… No pudo decirlo. El horror y la tristeza taponaron su garganta a partes iguales. En eso, Charlie intentó hablar, pero sólo consiguió que un largo ataque de tos lo hiciera doblarse sobre sí mismo. El esfuerzo llenó de sudor su frente, y Regina se cuidó bien de no mencionar que ese sudor era también rojizo y espeso. Cada vez que Charlie trataba de inhalar, un silbido crujiente subía por su garganta desde su pecho. Bruno derramó un poco de agua sobre sus labios. Aunque les quedaba muy poca, nadie se opuso ni se quejó. Charlie bebió con avidez y, luego de un momento, se esforzó en jalar aire. —Sá…quenme —dijo en un hilito de voz. Otro acceso de tos lo interrumpió. Tardó más en recuperar el aliento. —No… no quiero… las… lastimarlos —pudo jadear por fin. Joserra se puso pálido. —¿En serio se va a convertir en una cosa de esas? —preguntó con asco. —Sáquen… sáquenme… que a este sí lo mato —bromeó Charlie, con una expresión tristísima. Óscar y Bruno intercambiaron una mirada rápida y, sin decir nada, cada uno tomó de un brazo a Charlie y lo ayudaron a llegar a la puerta. El sonido que hacía Charlie al tratar de llevar oxígeno a sus pulmones era el de piedras machacando arena. Sus ojos, inyectados en esa sangre negruzca y coagulada, se veían opacos, las pupilas convertidas en dos puntos diminutos. —Huele a lodo —murmuró Liliana. —No, no es lodo —dijo igual de quedito Regina—. Es… No se atrevió a decirlo. Era el olor de una fosa séptica, de un canal de aguas negras. Intuyó que era el hedor de los órganos internos de Charlie, descomponiéndose por la acción de las esporas. Al alcanzar la puerta, un nuevo acceso de tos tiró a Charlie sobre sus manos y rodillas sin que Óscar y Bruno pudieran evitarlo. Entonces, Charlie vomitó durante un largo rato un líquido viscoso de color rojo oscuro. Luego, extenuado, cayó sobre su propio vómito y volvió a convulsionarse. Por recato, por pena, todos desviaron la mirada, hasta que Joserra gritó: —¡Ya cierren la chingada puerta! Regina se volvió a mirarlo. Se dio cuenta de que Joserra estaba a punto de llorar y volvió a sentir que la ternura por él la inundaba. Era absurdo, pero no lo podía evitar. —No la chingues, Joserra —le respondió Bruno—. Es nuestro compa, nuestro carnal. Mínimo espérate a que estemos seguros de que… —¡Cierra! —chilló Liliana, a la vez que señalaba con un dedo tembloroso a Charlie. Y es que mientras todos se habían vuelto a mirar a Joserra, Charlie se había puesto en pie, y ahora daba un paso lento, lentísimo, como si apenas estuviera descubriendo la relación entre sus huesos y sus músculos y tendones, como si poco a poco probara que realmente estuvieran ligados el pie y la pantorrilla, el muslo y el tronco. Pero eso que se había levantado y caminaba hacia ellos, eso no era Charlie. Su rostro ya no parecía reseco y agrietado, sino tallado en una roca. Era totalmente inexpresivo y, al mismo tiempo, rezumaba un odio profundo y peligroso. Como si despertaran de un sueño, Braulio y Oscar entraron al edificio y cerraron la puerta. Se recargaron en ella, procurando mantenerla firme sin hacer ruido, mientras las lágrimas bañaban sus caras. Lo que antes había sido Charlie ahora golpeaba la puerta y rugía con un sonido que parecía venir de las entrañas de la tierra. Y luego… silencio. Unos minutos después, por la ventana, los adolescentes pudieron ver cómo eso que antes había sido Charlie ahora se inclinaba sobre un montículo de polvo para echarse un puñado de tierra rojiza en la boca, y luego otro, y otro más. Entonces se irguió y, tambaleante, se unió a un grupo de monstruos que se alejaba hacia la plaza principal del pueblo.
Ahora comparte tu proyecto final con la comunidad dando click en "Crea tu proyecto". Recuerda compartir tanto el resultado final como los pasos que te han llevado hasta él. Estoy deseando ver tu proyecto y darte feedback. Aunque te pido paciencia, intentaré estar atenta al foro todo lo que pueda y lo que me permitan mis proyectos profesionales. Por último, quiero invitarte a que participes activamente en el foro, no solo compartiendo tus avances, sino también dando consejos e intentando ayudar al resto de la comunidad. ¡Nos seguimos viendo!”

Transcripción parcial del vídeo

“Proyecto final Lo logramos, ya estamos en la recta final. Primero que nada, te agradezco muchísimo que te animaras y que le dedicaras el tiempo para llegar hasta acá. Espero que lo hayas disfrutado tanto como yo y que ahora sientas que tienes los elementos para poder escribir una historia completa. Realmente, con todo lo que vimos a lo largo de estas lecciones, tenemos los elementos que hacen falta para poder hacer una historia. Se trata solamente de jugar al alquimista, combinar los personajes, los motivos, los problemas, las soluciones, las atmósferas, las descripciones y las acciones par...”

Generamos automáticamente esta transcripción y puede haber erratas.


Resumen del curso: Introducción a la escritura de historias de terror juveniles

  • Nivel: Iniciación
  • 97% valoraciones positivas (31)
  • 1035 estudiantes
  • 4 unidades didácticas
  • 16 lecciones (2h 44m)
  • 2 recursos adicionales
  • Categoría

    Escritura
  • Áreas

    Escritura, Escritura creativa, Literatura infantil , Narrativa, Storytelling

Raquel Castro

Raquel Castro
Un curso de Raquel Castro

Profesor Plus
Escritora

Raquel Castro es una apasionada de las historias: de escucharlas, leerlas, verlas en la pantalla... pero sobre todo, de inventarlas. En particular, le gusta escribir humor y horror, además de sobre temas relacionados con la adolescencia y la infancia.

Su primer libro, Ojos llenos de sombra, ganó en 2012 el Premio Gran Angular de Novela Juvenil (en su edición mexicana). Desde entonces, ha escrito y publicado varias novelas, un libro de cuentos, uno de ensayo y, a cuatro manos con el escritor Alberto Chimal, un manual de escritura titulado Cómo escribir tu propia historia.


  • 97% valoraciones positivas (31)
  • 1.035 estudiantes
  • 16 lecciones (2h 44m)
  • 22 recursos adicionales (2 archivos)
  • Online y a tu ritmo
  • Disponible en la app
  • Audio: Español
  • Español · Inglés · Portugués · Alemán · Francés · Italiano · Polaco · Neerlandés · Türkçe
  • Nivel: Iniciación
  • Acceso ilimitado para siempre

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Introducción a la escritura de historias de terror juveniles. Un curso de Escritura de Raquel Castro

Introducción a la escritura de historias de terror juveniles

Un curso de Raquel Castro
Escritora. Ciudad de México, México.
Se unió en marzo de 2020
  • 97% valoraciones positivas (31)
  • 1.035 estudiantes