Aunque el Grabado tuvo su auge en los siglos XVII-XX, aun hay personas como yo que se esfuerzan y
luchan por mantener este arte tan laborioso vivo.
El significado de “grabar” es mucho más extenso que hacer un trazo en una superficie con una
herramienta incisiva... hay palabras y hechos que también se quedan grabados en la cabeza y el
corazón, por eso cuando estoy grabando una pieza ornamental me gusta pensar que estoy creando un bonito recuerdo para una persona.
Me siento como pez en el agua…..
De mi paso por antiguas técnicas de grabado ya sea en piedra (Litografía), madera (Xilografía) y metal
(Aguafuerte, Aguatinta, Punta Seca, Mezzotinta , Barniz Blando , Tinta China con azúcar y Buril), es
sin duda con este último con el que me siento identificada. Siendo la técnica artística mas difícil para
plasmar un dibujo. Está íntimamente relacionada con el mundo de la joyería en el que se graba
principalmente en materiales blandos como el oro y la plata, aunque grabar en material duro como el
acero te da otras posibilidades.
Con el tiempo he sabido combinar mis estudios de joyería pudiendo así crear piezas de principio a fin
sin la intervención de otras manos. La combinación del sentido manual, unos dedos hábiles y una gran dosis de paciencia y constancia son la clave en mi opinión del secreto de este arte.
Una nota de color……
Con mis clases de esmalte al fuego he logrado tomar contacto con otro arte de gran complejidad que
requiere mucha paciencia y constancia puesto que su práctica no tiene fin .Hay que tener en cuenta
factores externos como son los soportes y las temperaturas entre 750º-850º, un pequeño despiste puede arruinar tu trabajo en un momento o producirse una variación inesperada..
Entre muchas de sus técnicas, la que más utilizo cuando grabo es: Champlevè (campo elevado) que
consiste en vaciar con el buril para dejar al mismo nivel.
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