Crónicas Con-fabuladas para tiempos de pandemia
by Manuel Pérez Báñez @manuel_pb
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Proyecto inicial de 15 fotomontajes digitales que toman como base e inspiración algunas conocidas obras de arte para reflejar en clave de humor y ligeros toques de ironía y surrealismo, el actual e inédito escenario generado por esta pandemia del Covid-19. Como dice un buen amigo , cada uno digiere, encaja y exterioriza como puede todo este drama, toda esta distopía que tanto nos está sobrepasando en todos los sentidos. Que me perdonen los artistas por apropiarme de sus obras y saquearlas con elementos extemporáneos. Si lo hago es, en parte, por la admiración que tengo hacia muchas de estas obras.
La historia del arte es como una inmensa despensa de inspiración, está llena de tributos que unos artistas hacen a otros, como aprendizaje en su formación o como sincera admiración hacia su obra. Muchas veces estos tributos consisten en copias o reinterpretaciones más o menos fieles. En otras ocasiones como la serie de "Las Meninas" de Picasso son una excusa para la experimentación artística. Otros artistas o colectivos como el Equipo Crónica utilizan de forma crítica y ecléctica las distintas imágenes de la historia del arte para dirigir la mirada hacia otros aspectos de la realidad social o política, para ello recurren al collage o al "apropiacionismo" de imágenes procedentes no sólo del arte sino también de otras fuentes como la publicidad, el cómic o el cine. Así, un contínuo bucle de homenajes y tributos fluye a lo largo de la historia del arte hasta nuestros días.
El arte es solo una posibilidad más de resistir en toda esta locura.
- No se esconda maese Velázquez, que sé que anda por ahí y le tengo que multar. Ni Orden de Santiago ni leches, es ya la tercera vez que vengo y le advierto que no va a venir ninguna infanta a posar y el cuadro lo tiene que terminar on line, que aquí no se puede estar. ¿On-liiiine, entendido? Qué dificil es entenderse con estos artistas, joé...
Las Meninas no necesitan mayor presentación. Las obras de artes siempre serán postmodernas en el sentido que abran generación tras generación nuevos interrogantes y se presten a interpretarlas desde ópticas y plateamientos distintos. La idea de "vaciar" Las Meninas tampoco es mía. Me he inspirado en el trabajo Espacios Ocultos que el fotógrafo José Manuel Ballester hizo para el Museo del Prado hace algunos años. Estos espacios vaciados estos días son una cruda realidad.
- Ni se te ocurra, chaval, ni se te ocurra
La pintura que tomo como referencia en este fotomontaje tiene el curioso título de "Huyendo de la Crítica" (1874) y es del pintor y profesor de dibujo Pere Borrel del Caso.
Es lo que se conoce en el argor artístico como un "trampantojo", una obra que muestra de manera muy clara lo que representa, por lo que consigue engañarnos a la vista mediante ciertos artificios artísticos como el uso ingenioso de la perspectiva o los efectos ópticos. En el Barroco fue muy popular su uso, aunque su origen lo podemos remontar a la época griega. Más info en este blog de Historia del Arte
Esta pandemia está afectando de una forma o de otra a todos los colectivos y estratos sociales. Nuestros mayores son sin duda quienes se están llevando la peor parte, por ser los más vulnerables y propensos al contagio.
En el otro lado de la cadena humana de afectados/as están los más pequeños y tambien más indefensos y vulnerables : los niños y niñas, que sin duda lo están pasando realmente mal en esta inédita y difícilmente comprensible para ellos/as, situación de confinamiento familiar, "atrapados" dentro de sus propias casas, sin poder salir a un parque o simplemente la calle a jugar o estar con sus amigos/as, tanto para el necesario "desfogue" y desarrollo tanto físico-motríz como para su estado emocional.
- Os lo dije, que aquí estamos dando mucho cante.
Que me perdone el gran maestro Manet por el sacrilegio artístico y tamaña profanación de su gran y reconocida obra “Déjeuner sur l’Herbe” . de 1863. llenándola de desperdicios y basura.
Estos desaprensivos e incívicos “domingueros” de turno que se esparcen en la hierba -con toda esa parafernalia de residuos y plásticos desperdigados- hacen referencia a la tanda de gente insolidaria e irresponsable que se salta el confinamiento a la torera para hacer lo que le viene en gana .
Pardon, Monsieur Manet ... lo cierto es que esta obra siempre me llamó la atención, no solo por la escena en sí sino por la modernidad y atrevimiento en el planteamiento de la pintura que sorprendió al público francés al incluir en la escena a una mujer desnuda almorzando despreocupadamente con dos hombres completamente vestidos, lo que ofendía a la moralidad de la época. Aparte de por el hecho que las personas del cuadro eran reconocibles por ser conocidos de los círculos de amistades del artista, su propia compañera entre ellos.
Ese fondo pintado toscamente que carece de profundidad, dando la impresión de que la escena no tiene lugar en ningún parque o bosque sino en un estudio o taller con un decorado de fondo, como el que usaban antes muchos fotógrafos antes de la era del Photoshop. Esta impresión se refuerza por el uso de una intensa luz «fotográfica» de un foco o incluso, un fogonazo de "flash" que casi no deja sombras. De hecho, la iluminación de la escena es extraña y nada natural. Por cierto, el hombre a la derecha luce un sombrero plano con una borla, de la clase que normalmente se usa en los interiores. El estilo de la pintura rompe con las tradiciones académicas de la época y fue la antesala de la eclosión del movimiento impresionista.
Grande Manet, muy grande.
Desinfección hiperrealista
Creo que nunca antes habíamos estado tan obsesionados con la higiene personal y con la limpieza y desinfección de nuestras pertenecias y enseres domésticos. Geles y otros productos desinfectantes están siendo estos días unos preciados trofeos de caza en los supermercados y tiendas del barrio.
La obra tomada como "víctima" de mi saqueo artístico y donde he metido (literalmente) las manos es "Lavabo y espejo" (1967) del reconocido pintor manchego Antonio López. Vaya por delante que no soy muy fan del hiperrealismo en conjunto, especialmente cuando algunos artistas representativos del género solo pueden presumir de un mero y anodino virtuosismo técnico sin más enjundia. En el caso de Antonio López tal vez sea distinto por su trayectoria y lo tenga tal vez algo más en consideración.. Viendo otras obras de interiores de cuartos de baño "más realistamente cochambrosas" realizadas también por el pintor manchego, pensé que no le vendría mal una manita de desinfectante a este lavabo, habida cuenta de la obsesión que hay en el ambiente con el tema.
Desinfección metafísica a la caída de la tarde
Qué decir de Giorgio de Chirico y sus inquietantes pinturas "metafísicas" con esos reconocibles espacios urbanos de ciudades italianas perturbadoramente vacías, atravesadas de largas e inquietantes sombras. Una distopía en su época que sin embargo hoy es una realidad más que aplastante. En Italia se destapó la voz de alarma del Cororavirus en Europa y ha sido el espejo donde nos hemos mirado a la hora de hacer frente a esta pandemia que al dia de hoy azota a practicamente todos los rincones del mundo.
La obra en cuestión donde nuestro afanado desinfectador se ha introducido es nada más y nada menos que "Las musas inquietantes" (1916-18) cuadro fundamental dentro de la obra de Giorgio de Chirico, creado en los albores del movimiento de la pintura metafísica y que será después inspiración para los surrealistas, especialmene Dalí, Paul Delvaux y René Magritte.
Cuando calienta el sol aquí en la playa
- ¿Y tu familia, chavalín ? ¿Dónde está tu familia?
Volviendo a tierras patrias, el buen tiempo se acerca y con él, irremediablemente el sofocante verano. Es realmente un misterio cómo se va a gestionar el tema de las playas una vez se levante el confinamiento, habida cuenta de la masificación tan brutal que podemos encontrar en muchas de ellas. Mientras tanto, la tentación de refrigerio es mucha en estas latitudes tan calenturientas y los agentes del orden se las van a ver y desear para mantener las playas vacías mientras dure el estado de alarma. Será como ponerle puertas al mar...
La obra "saqueada" en esta ocasión es "Niños en el mar, Playa de Valencia" (1908) del inconfundible maestro de la luz mediterránea Joaquín Sorolla
Desinfección hispánica
Y ya que hablamos de mares, de virus y contagios, dejemos hablar a la Historia, tal vez la que nunca venía en los libros...de Historia. Hace casi 528 años desde que Rodrigo de Triana, a bordo de La Pinta, gritó “¡Tierra a la vista!” frente a la costa de Cuba. La llegada de Colón y sus hombres a América tuvo radicales consecuencias para los indígenas pobladores de aquellas tierras, que vieron diezmada su población debido a las guerras, la esclavitud y muy significativamente, las enfermedades procedentes del Viejo Continente que tuvo como repercusión un desastre demográfico demoledor y una catástrofe ecológica. En menos de un siglo desaparecieron de su propio mapa varias decenas de millones de habitantes autóctonos. Por dar un dato, el 90% de la población caribe murió en los veinte años siguientes a la llegada de Cristóbal Colón y sus hombres en 1492. Y estos virus tenían el nombre con tan poco glamour de gripe, viruela o sarampión.
Así que, si pudiésemos distópicamente viajar en el tiempo, no hubiese estado mal una desinfección en toda regla ( también moral) a toda esta tripulación infectada hasta las cejas tras una penosa y apretada travesía, una bomba de relojería ambulante en las tierras vírgenes de las Américas.
He tomado como referente un grabado similar a esta pintura que representa no la llegada sino la salida de Colón del
Puerto de Palos un viernes 3 de agosto de 1492. En todo caso, tampoco hubiera estado mal que se hubieran desinfectados "en origen".
Inoportuno apretón del bueno de Hipómenes...
- No, Atalanta, no me hagas esto, que ese papel infame rasca como la lengua de las Harpías
Ya estaba tardando en sacar a relucir uno de los "productos estrella" o fetiche de esta pandemia. Me refiero, como no, al modesto papel higiénico que sin duda en materia artística está dando y va a dar mucho que hablar en adelante, casi tanto como los metros ( que digo, kilómetros y kilómetros) de papel que de forma compulsiva se ha hecho acopio estos días en todas las partes del mundo.
Y la "víctima" artística de mi saqueo en esta ocasión es el bueno de Guido Reni, oficioso pintor del primer Barroco italiano a través de una de sus obras mitológicas más conocidas "Hipómenes y Atalanta" (1619). La historia, fascinante, como toda la Mitología griega, sería algo larga de contar, así que remito a esta página para quien quiera curiosear
Bananalidades y otras rarezas del arte
Aquí, en este fotomontaje y en su aparente simplicidad, tenemos un auténtica parodia del arte contemporáneo en todo su esplendor, porque los pocos elementos de los que me he "apropiado" (el rollo de papel higienico sujeto a la pared, una sala medio vacía, un espectador y una cáscara de plátano) tienen algo grande que contar, empezando evidentemente por el protagonista absoluto de la escena que, como se puede ver, es un vulgar rollo de papel higiénico, elevado a la categoría de icono artistico con la precaria ayuda de un trozo de cinta adhesiva y por supuesto, del "papel" desempeñado en el coronavirus. Eso sí, es lo único realmente "de cosecha propia", ya que lo "compuse" en casa, lo fotografié y luego lo incluí en el conjunto final.
Del papel higiénico bien poco puedo añadir que a estas alturas no se sepa, así que vayámonos a la cáscara del plátano que también, en su inmundicia, tiene un porqué.
Hace ya tiempo que Andy Warhol elevó al plátano a la categoría de arte, plasmando uno en la ya icónica portada del primer disco de la Velvet Underground en 1967. El gran artista pop, al menos, lo pintó o más bien, serigrafió. El polémico artista italiano Maurizio Cattelan, en la edición de Art Basel Miami del pasado 2019 directamente pegó una banana a la pared con un pedazo de cinta adhesiva de esas que aquí llamamos "cinta americana". Pero ahí no caba la odisea del plátano. Al poco, un ¿conocido? artista del performance neoyorquino llamado David Datuna lo arranca de la pared y se lo come sin más ceremonia. “Me gusta realmente esta instalación. Está muy deliciosa”, escribió en su cuenta de Instagram, junto con un vídeo documentando su acción. Hasta ahí todo "normal",
Lo realmente "anormal" es que las tres ediciones de la obra se vendieron en un abrir y cerra de ojos por alrededor de -atención- 120.000 dólares (108.000 euros) cada una. Dicho esto, se veía venir el revuelo que levantó dicha noticia en los medios y foros artísticos de todo el mundo con encontradas reacciones que iban desde la defensa a ultranza de la libertaad de la artista hasta una certificación de la "bananalidad" que había alcanzado el arte contemporáneo.
Hay que verlo en su contexto también. Art Basel Miami constituye el último empujón de la temporada del mercado arte contemporáneo mundial . Convertido en cita obligada de ávidos millonarios coleccionistas, esa escenografía americana puramente kitsch y ostentosa convierte a la feria en el lugar perfecto para acciones como la de Cattelan y reacciones como la de Datuna. El plátano ha sido una de las estrellas mediáticas de la 18ª edición.
Pero dejemos también el resto de plátano. Vamos ahora al personaje que mira con atención (por el gesto podría ser perfectamente un crítico de arte y esa es la idea) esa "sublime" obra que tiene enfrente. Pues bien , dicho personaje tiene una historia ya que se lo he tomado prestado a la artista estadounidense Karin-Jurick que en " Artis A-Z" aborda una serie de cuadros sobre los visitantes a los museos donde estaban sus artistas y obras preferidas, Los retrata de espaldas mientras contemplaban absortos conocidas obras de arte, sus gestos, sus posturas, sus reaciones etc. Cada vistante elige la forma de acercarse, de mirar, de decidir lo que le llama la atención y lo que no, el recorrido que debe hacer . "Deambular" por las salas es literalmente "sacar a pasear" la mirada . El observador observado.
En concreto y como curiosidad este caballero pertenece a una de sus obras donde originalmente estaba contemplando nada más y nada menos que una obra de Bacon, artistaque siempre me resultó intrigante, tanto su vida como su propia obra.
Y lo que queda ya es el espacio, el lugar que sacraliza y legitimiza los objetos expuestos como "obras de arte" con todos los honores. Y ese espacio vacío en realidad es el protagonista de la obra de la artista cordobesa Dolores Cáceres, de su proyecto de 2015 “SinLimite567" que dió mucho que hablar, pues su arriesgada propuesta buscaba precisamente indagar sobre el sentido de la creación artistica y los espacios donde se exhibe el arte mostrando tres salas sin obras totalmente vacías. Una de ellas la he tomado prestada como contenedor para situar a mis protagonistas.
Y para cerrar esta crónica, nada mejor que esta cita de Bacon:
“Y he deseado siempre pintar la sonrisa, sin lograrlo nunca”
Halcones de la noche haciendo cola reglamentaria
La hostelería es uno de los sectores con más potencial económico en España y también uno de los que sufrirá una crisis más grave ante la pandemia del coronavirus que está azotando nuestro país. Según algunas fuentes periodísticas supondrá un "calambrazo" económico nunca visto en un sector que emplea a 1,7 millones de personas y genera 123.600 millones de euros, el 6,2% del PIB. Dicho de forma poética, la economía del ocio y la restauración se apaga para salvar vidas.
Eso solo en el aspecto económico ...
"Bares, qué lugares más gratos donde conversar" cantaban los Gabinete Caligari en aquella mítica canción de la movida "Al calor del amor en un bar". Y es que el bar es una las esencias de la cultura del ocio española, uno de sus "buques insignia". España destaca sobre los demás países de la Unión Europea por el número de los bares por habitantes. ¡Sobre cada 169 ciudadanos recae uno y en Andalucía hay incluso más bares que en Irlanda, Dinamarca, Finlandia y Noruega juntas.Érase un país a un bar pegado, que recitaría el bueno de Quevedo .
Ni en el peor de los escenarios distópicos podíamos imaginar ciudades y pueblos con todos pero todos los bares cerrados, los más de 300.000 locales bares y restaurantes cerrados a cal y canto . Sin saber aún cuando podrán volver a abrir, cada día surgen pistas que nos pueden dar a entender cómo funcionarán los bares y restaurantes tras el fin de la cuarentena.
Lo que sí se sabe son algunas de las previsibles medidas que se están barajando cuando se abran al público:limitar y controlar el aforo al establecimiento, poner mamparas de metacrilato ara separar mesas en restaurantes, los empleados y usuarios tendrán que mantener una distancia de un metro y medio, los empleados deberán llevar mascarillas de protección. Se tendrá que desinfectar todo cada dia y no se podrán poner servilleteros y elementos parecidos en barras. Tendrá que haber gel desinfectante y los clientes también deben mantener la distancia de seguridad. Un verdadera locura.
Dicho esto pues bueno, me vino como un flash esa imagen del famoso cuadro de Edward Hopper, "The Nigthawks" con esos solitarios personajes, esos "halcones" de la noche atendidos por un afanado camarero. Así que le añadí unos cuantos "extras" en forma de clientes haciendo cola , unos cuantos neones luminosos en la fachada y un contador de turnos en el interio rdel establecimiento para marcar el tiempo máximo que puedes permanecer dntro consumiendo.
¿Ciencia ficción?
La lechera youtuber
Las reacciones ante el coronavirus son insospechadas pero todo (o casi) tiene su porqué.
Para una muestra, solo hay que dar una vuelta por las redes sociales. Muchos amigos y familiares no paran de subir a sus perfiles fotos y fotos de bizcochos recién horneados, de pan artesanal, de tartas, magdalenas o galletas caseras hecha scon la ayuda de los más peques.
De repente vivimos como un boom de la repostería en estos tiempos de coronavirus.
Las estadísticas nos dan el dato: El consumo de harina se ha disparado hasta un 196% con respecto a semanas anteriores. Y la pregunta del millón es ¿Qué nos lleva a realizar frenéticamente esta actividad durante el confinamiento?
Bueno, como ahora salen expertos de todo y psicólogos/as para todo hasta debajos las piedras, nos lo explican muy convincentemente y así quedamos tan panchos.
Un argumento es que la cocina, y la repostería en concreto, nos hace no pensar en nada más, nos focaliza plenamente en una actividad, por lo que, incluso, se suele recomendar practicar esta actividad como terapia psicológica para tratar ciertas enfermedades mentales.
Otro orgumento es que en estos tiempos de estrés, ansiedad e incertidumbre, nuestro sistema de recompensa se dispara. Nuestro cerebro nos pide ‘caprichos’ para equilibrar la balanza de emociones y experiencias dispares. Ya lo dice el refrán... "con un ocho y un bizcocho".
Y otras eminencias dicen que nos apetece comer dulces y saltarnos la dieta porque esto nos ayuda a sentirnos mejor, nos damos un premio y calmamos la ansiedad a corto plazo.
O sea, que de repente, lo videotutoriales mas vistos en Youtube son no el último videoclip de la Beyoncé sino recetas para hacer bizcochos y panes caseros. Y es ahí donde tenemos en plan "youtuber" a nuestra progonista, la hacendosa lechera flamenca del l cuadrito pintado entre 1658 y 1660 por el holandés Johannes Vermeer y que se custodia en el Rijksmuseum de Ámsterdam que nos enseña como hacer un bizcocho de yogur paso a paso más fácil que un ocho...y sin báscula, a ojo de buen cubero.
No sé si (Resistiré)
Resistiré, para seguir viviendo
Soportaré los golpes y jamás me rendiré
Y aunque los sueños se me rompan en pedazos
Resistiré, resistiré...
¿Suena de algo el estribillo, verdad? Esta panademia tiene sus fetiches y tiene como no puede ser menos, su banda sonora. En algún momento y en algún lugar, a alguien se le ocurrió que esta canción original del Dúo Dinámico formase parte de nuestras vidas, cada tarde, cada día de cuarentena. Como se dice ahora, se ha vuelto "viral" en sus distintas versiones. Como si no tuviésemos suficiente con el susodicho virus. La canción no está mal, que conste, tiene su mensaje y su enjundia pero, parodiando a otra canción "de raza", se nos rompe el amor y el encanto "de tanto usarla".
Dentro de sus casas la gente puede echar mano de sus canciones y músicos de cabecera. Pero cuando se sale al balcón o se abre la ventana, el Resistiré empieza a sonar por todos los rincones. imposible evitarla, es el himno oficial de este coronavirus, es el coronahimno o el himnovirus tanto monta, monta tanto.
Y es curiosa la historia de esta canción y de sus artífices, el Dúo Dinámico. Durante el final de la década de los cincuenta y el inicio de los sesenta, los componentes del grupo arrasaron hasta la llegada de Los Beatles . Precisamente la llegada del cuarteto de Liverpool y sus replicantes españoles arrinconó al dúo. Lo que adoraba la juventud española a mediados de los sesenta era a Los Brincos. El Dúo Dinámico se repliega entonces. Incluso se llegó a retirar a principios de los setenta. Practicamente estaban missing hasta que a mediados de los ochenta les llega una oferta de una multinacional para que regresen al estudio de grabación. Les da pereza, pero acceden por amistad con el director de la compañía. Y se topan con el tema de Resistiré. La escribe un hombre en la sombra, Carlos Toro, por lo visto inpirada en su propio padre, en el Survival de Gloria Gainor y en una frase de Camilo José Cela que decía algo así como "El que resiste, gana".
Y es que el padre de Carlos Toro, Carlos Toro Gallego fue un personaje curioso que en honor a la memoria histórica bien merece que nos detengamos un poco en él, que le dediquemos la atención que por desgracia, no tuvo "por pensar distinto". Porque detrás de la historia de la letra de Carlos Toro nos encontramos un periplo de lucha, de resistencia durante los duros y largos cuarenta años de "pandemia" franquista, que hace de esta canción algo especial, aunque el contexto sea bien distinto. Carlos Toro Gallego, un luchador nato que sí que, como tantos otros y otras que pasaron por idéntico calvario represor, podría hablarnos con conocimiento de causa de lo que es verdaderamente "resistir". En este recomendable artículo Canción de una pandemia un periodista le hace un merecido tributo , pero no me resisto a citar estas palabras:
"Y cada una de las estrofas de la canción que su hijo compuso recuerda sobremanera a la capacidad de resistencia de un hombre que vivió bajo una pandemia que asoló España durante casi cuarenta años y que le recluyó una parte importante de su vida por pensar distinto".
Y volviendo a nuestro Dúo Dinámico , decir que el tema tuvo su tironcillo en las emisoras pero curiosamente, la canción revive llamativamente gracias a Pedro Almodóvar, que en 1990 la elige para cerrar su película ¡Átame! en dicha escena cuando circulan en un coche los tres protagonistas. encarnados en las actrices Loles León, Victoria Abril y Antonio Banderas que , tras poner una cinta de cassette, primero uno y luego los tres al unísono se suman para corear el estribillo: “Resistiré, para seguir viviendo/ Soportaré los golpes y jamás me rendiré/ Y aunque los sueños se me rompan en pedazos/. Resistiré, resistiré ...
Y bien que han resistido los mozos y sobre todo han ganado sus buenos maravedíes, menudo chollo con el que se ha encontrado a la vejez estos dos abueletes y la discográfica y la SGAE. En todo caso, siempre está bien saber que esconde en sus entrañas la Historia, aunque sea simplemente de una canción.
Así que la imagen de la famosa xilografía de Edvard Munch "El grito" se me vino a la mente como una aparición y fue una necesidad usarla para resistirme a tanto "resistiré" mediático aunque bueno, reconozco que conociendo ahora algo mejor su historia, como me comenta una amiga, podré resistir escuchándola y balconeándola el tiempo que haga falta.
Las clases telemáticas del Doctor Nicolaes Tulp
Hay estudios que indican que uno de los mayores anhelos de muchos empleados españoles es querer teletrabajar, pero sus empresas, por motivos diversos, no se lo permitían. Evidentemente, las medidas de distanciamiento social para frenar el avance del coronavirus han cambiado esta perspectiva. Sin casi tiempo para reaccionar, miles de compañías desplegaron lo necesario para seguir funcionando en remoto y sus trabajadores se familiarizaron con todo tipo de plataformas de comunicación y colaboración.
Para hacernos una idea, y según algunas fuentes que he consultado para la cuestión, solo entre el 14 y el 21 de marzo, el número de descargas en el mundo de aplicaciones empresariales para iOS y Android llegó a los 62 millones, cifra que supone máximos históricos .
En España las descargas de herramientas de videoconferencias como Google Hangouts Meet, Zoom Cloud Meetings y Microsoft Teams se multiplicaron.
pero no es oro todo lo que reluce. Las experiencias del teletrabajo obligado durante el confinamiento parecen tener resultados dispares. Es evidente que donde ya había una cierta cultura en torno a esta actividad no ha habido problema en continuar con la productividad habitual , pero en los casos donde se haya implementado con prisas ha llegado a ser en muchos aspectos contraproducente y motivo de malestar y quiejas continuadas, con ha sido en el caso del sector educativo, por ejemplo.
Esta situación, sin duda, ha servido para descubrir los límites de los mitos del teletrabajo y las fricciones de los mismos cuando se confrontan con la realidad.
Lo que ha triunfado son las videollamadas. Admitámoslo, eran usadas hasta hace poco solo por quien tenía amigos en extranjero, para chats eróticos o para eventos tenológicos o culturales muy concretos, pero desde que el Covid-19 ha confinado a todo el mundo en casa, quien más o quien menos ya se maneja con el vídeo y el audio de su teléfono y ha aprendido a enfocarse la cara para hablar con la familia, hacer una quedada con colegas, asistir a clases telemática s o participar en una sesión de yoga o pilates colectiva.
Así que he tomado prestado este conocido lienzo de "La lección de anatomía del Dr. Nicolaes Tulp" para recrear en clave de parodia distópica una clase de anatomía a sus asombrados alumnos. La lección de anatomía del Dr. Nicolaes Tulp es un cuadro del pintor holandes Rembrandt. Fue pintado en 1632. Se conserva en el Mauritshuis de La Haya.
Desescalada. Partida de mus en el bar de la esquina
Si "confinamiento" ha sido la palabra comodín hasta ahora y la habremos escuchado millones de veces, estos días otra palabra parece restarle protagonismo mediático y omnipresente estos días en las conversaciones en casa. Y dicha palabra no es otra que "desescalada". Desconozco a quién o a quienes se le he ha ocurrido el "palabro" en cuestión.
El caso es que en este país poco a poco vamos viendo la luz al final del túnel. La crisis del coronavirus mejora lentamente, pero evidentemente, no hay que bajar la guardia. Para intentar llegar a la ya denominada “nueva normalidad” los españoles debemos pasar por una serie de cuatro fases "de desescalada". Fases que han generado todo de especulaciones e incertidumbres dada su ambiguedad en muchas facetas.
Las cuatro fases durarán, dicen, como mínimo 6 semanas – todo dependerá de la evolución de la pandemia- y se aplicarán según las condiciones que se den por provincias o unidades territoriales. La fase cero empieza hoy lunes 4 de mayo, momento de redactar y publicar esta penúltima crónica con-fabulada.
Es un misterio cómo los distintos comercios y empresas afrontaran el reto de dicha "vuelta a la normalidad" habida cuenta dde todos los requisitos que en materia de seguridad y prevención deben cumplir. Lo cierto es que va a costar meses ( tal vez mucho más) quitarse la costra psicológica que nos ha ido dejando este largo confinamiento. El miedo y recelo es latente. Hay gente que habla del "síndrome de la cabaña". Normalmente lo presentan víctimas de secuestro, presos que han tenido condenas largas o pacientes que han estado ingresados en un hospital durante mucho tiempo. El "síndrome de la cabaña" corresponde en definitiva, al miedo a cambiar de entorno. El lugar en el que se encuentran actualmente no es el ideal, pero da seguridad. Mucha gente va a seguir confinada porque tendrá fobia social, fobia a salir a la intemperie.
En fin, hoy he tomado prestada" la obra de otro de mis artistas de cabecera: los jugadores de cartas de Paul Cezanne a los que les he interpuesto una pantalla de metacrilato con la que pueden seguir jugando a las cartas en el bar de la esquina pero sin echarse los "vapores" y con el gel desinfectante hidroalcohólico "a mano" sustituyendo a la botella de vino original . Pardon, Monsier Cezanne...
Tiempos de coronavirus.
Art Challenge
"Artselfis" los llaman en las redes sociales. Es el reto 'challenge' que más se extiende en cuarentena: ir hecho un cuadro. Obras maestras clonadas con ingenio doméstico.
Son los nuevos clásicos del arte que ha traído el covid-19. Luis XIV versión 'edredoning'. Napoleón cabalgando sobre perro. Cleopatra con corona del Burger King. San Sebastián acribillado por termómetros en vez de flechas. Mucha uniceja a lo Frida Kahlo, la alegoría de estos tiempos sin esteticistas.Y por supuesto, mucho higiénico p que hace las veces de pelucas victorianas y gorgueras barrocas.
Es lo que se lleva ahora: ir hecho un cuadro. Lienzos clonados con ingenio doméstico. Una forma de pintar algo en la vida aun sin salir de casa. Se ha convertido en reto viral. Ahora que el mundo vive confinado, son las obras de arte las que se liberan de sus marcos. Campan por las redes decenas de miles de 'remakes' de obras maestras, a cada cual más ingeniosa y delirante.
Se puede rastrear en las redes si sigues algunos de estos hashtags: #ArtAtHomeChallenge #ArtChallenge #tussenkunstenquarantaine.
Según parece, lo inició una estudiante de arte holandesa proponiendo un reto en esu Instagram: «Copiar una pintura famosa con tres accesorios de casa». Se estrenó ella misma a lo musa contemporánea de Johannes Vermeer. Posó como 'La joven de la perla'. A partir de ahí fue un no parar . Abrió una cuenta de arte casero: Tussen Kunst & Quarantaine (@tussenkunstenquarantaine). Significa «entre el arte y la cuarentena» en holandés. Es una parodia de un programa de televisión. Arte doméstico «para quien necesite algo de alivio». Se han unido al reto museos de todo el mundo. Lo compartió hace tres semanas el Rijksmuseum. Le siguió el J. Paul Getty Museum de Los Ángeles. Ya lo han lanzado desde el Metropolitan de Nueva York.
A nivel educativo también ha sido una de las propuestas más exitosas en estos días de confinamiento escolar y teledocencia, a tenor de las geniales y abundantes respuestas del alumnado. Basta mirar algunos blogs o cuentas de Instagram[ para ver el exitazo que ha cosechado esta propuesta.
Así que ni corto ni perezoso me animé yo también retratándome a lo Van Gogh para agradecer simbólicamente a esta chica holandesa haber tenido esta iniciativa tan genial que se ha extendido como un brote de creatividad y talento casero por todo el mundo.
Y con este último fotomontaje, doy por finalizada esta seri de Crónicas Con-Fabuladas.
Gracias a quienes la han seguido y han llegado hasta aquí.
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