El Talibán
by Maria Paulina Pérez Gómez. @maria_paulina_perez
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El Taliban.
Qué fue lo que paso con el taliban ?
Mi casa quedaba muy cerca de la Universidad, sin embargo diariamente abordaba un bus que me llevaba hacia allí: circular Coonatra 301 .
Las rutas de los buses son poco mutables y como los seres humanos son sedentarios entonces recurren a ellas para transportarse por el “gran lugar”.
El “gran lugar” tiene un tamaño distinto para cada humano sedentario.
La mayoría de personas tienen una casa que por lo general no se mueve; obedeciendo así a la condición sedentaria de los seres humanos.
Yo tengo una casa . casa es un objeto en mi “gran lugar”. Para llegar a casa (en este caso mi casa) se hace necesario viajar en el tiempo del bus, dicho factor esta determinado por la distancia que separa el objeto casa y la acción de entrar en el bus. Bus es a la vez un objeto que posee unas llantas que ruedan así como las naranjas que se comen los burros que también sirven para llegar a casa pero que no tienen ruedas como los buses.
Considerando la distancia que había entre el objeto casa y la acción de abordar el bus desde un objeto X, me di cuenta que yo era sedentaria y por consiguiente: Humano.
Una vez entendida dicha condición me fue fácil repetir constantemente la acción de abordar un bus, que al recorrer siempre la misma distancia hizo que mi casa nunca se moviera y así yo actuara como humano sedentario con facilidad.
Las ventanas son también objetos.
Los burros que sirven para llegar a casa no tienen ventanas de la misma manera que no tienen ruedas. Los buses así como tienen ruedas, tienen también ventanas, por las que se pueden ver objetos casa. Como esos objetos casa no se movían yo, podía tener la seguridad de que por las ventanas del bus siempre iban a verse las mismas casas durante la acción de montarse al bus y la de llegar a casa.
Fue así como durante muchos días de muchos meses y de un par de años yo como buen humano sedentario quise llegar a casa y ver con concreta atención a un sujeto que durante muchos días de muchos meses y hasta hoy ha permanecido en el mismo lugar. Me gusto tanto ese hombre que un día no quise verlo solamente por la ventana del bus. +
-Que haré?
-Vendré todos los días y tomate fotos…
Divagaciones, cuentos echados, discursos pobremente elaborados:
-Esas cosas son como bodegones-
-El me ha dado un curso ilustrado de historia del arte
-Él parece jugando ajedrez
-Él siembra piedras y nacen postes
Certezas:
-El taliban sabe leer y escribir
-El nunca me habla, pero no desconoce en absoluto mi presencia
-El no es un indigente
-No estoy interesada abordar o hablar de marginalidad.
-Él me extraña
-Él está enraizado a ese lugar
-El taliban extiende los significados, me invita a interpretar metáforas
Por otro lado y al llegar con mi experiencia a las aulas de clase, al tener que pensar en una entrega, me vi en fuerte conflicto con el museo como lugar para la obra; además yo ni siquiera sabia cual era la obra. La obra no era mía, era de el, yo solo obtuve un registro. Organice entonces EXPOTALIBAN. En tres ocasiones.
afiches promociónales en donde aparecía una e las primeras imágenes; la de la licuadora. También mostraba las primeras fotografías tomadas y unas abruptas intervenciones hechas en photoshop a algunas de estas. el vino era gelatina, el mesero era de resina y no tenia patas. Los cuadros ya estaban empacados.
Con el taliban quedaron muchos asuntos pendientes, casi cada expotaliban proponía una reflexión distinta, la que se dio alrededor al museo fue interesante y nunca dejo de ser evidente pero para mi era muy importante lo que pasaba en in situ y mi intención de llevar al taliban a su propia exposición siempre fue fallida. Con él nunca se entablo un lenguaje verbal , ese fue talvez el primer limite que visualize y quizas el que brindo el contorno mas hermoso a esta experiencia, sabia que había cosas que nunca quería hacer, como la de hablarle o darle un plato de comida, así sin ni una sola palabra se pudo entablar una relación de igual a igual . Por estos días había mucho interes en la fotografía documental, escuche a algunos de los fotoreporteos mas famosos, me empape un poco de las polémicas que hay con respecto a el fotoperiodismo dirigido y las polémicas que plantea la fotografía digital como imagen construida en varios tiempos y no captada de la cruda realidad. A la manera de Sebastio salgado me pareció acertado, sin embargo no me detuve mucho alli pues no estaba construyendo un discurso de realidad periodística, aparte de no entender muy bien lo de la realidad en si como pura y sin manipulación al ser transmitida. La cosa termino casi que como una telenovela, hubieron sentimientos encontrados que influyeron en las decisiones que tome, no supe finalmente en donde empezaba y en donde terminaba el asunto. Ahora bien, ¿cual era la obra?, ¿quien hizo la obra?, ¿donde está la obra?... Eso es quizás lo mas valioso que el taliban me ayudó a desaprender
Expotaliban III
Expotaliban II
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