María-Proyecto de Escritura de escenas y secuencias de ficción
by Dean Reyes Vallejos @deanreyesvallejos
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1.
INT. BAÑO DE LA CASA DE MARÍA - NOCHE
La luz está apagada. Las velas están encendidas y rodean el jacuzzi donde se hallaba en su interior MARÍA (34), mujer de cabello castaño rozando el anaranjado.
Tiene los ojos cerrados. Se toca la frente con la palma de su mano. Está angustiada.
Se mete un poco más en el agua del jacuzzi, hasta que solo quedara la mitad de su cabeza.
MADRE DE MARÍA (VOZ EN LA MENTE/EXIGENTE): ¿Cuándo pensarás casarte?
MARÍA (RECUERDO DE LLAMADA/PRESIONADA): No falta mucho, mamá.
MADRE DE MARÍA: ¿Cómo que no falta mucho?--
MARÍA, en ese recuerdo, también se había tocado la frente como ahora.
Apoya su espalda contra un apoyo de la cocina.
MADRE DE MARÍA: --Tú bien sabes lo que pasará si no consigues casarte antes de perder la oportunidad de tener hijos. Lo perderás todo. Absolutamente todo.
INT. FRENTE AL ESPEJO/BAÑO DE LA CASA DE MARÍA - NOCHE
MARÍA enciende la luz. Apoya las manos cerca del lavadero. Con la mirada hacia abajo, menea la cabeza varias veces lentamente.
Se siente presionada.
MARÍA detiene el movimiento de su cabeza, colocando la parte repleta de cabello frente al espejo.
Levanta la cabeza. Ella ve su lamentado rostro en el espejo.
Respira rápido. Respira más rápido. Respira aún más rápido. Respira extremadamente rápido.
Ella, enojada, cerrando los ojos, arroja todos sus artículos de perfumería al suelo. No quiere ver ninguno cerca del lavadero. Sigue arrojando hasta que no quedara nada cerca.
El enojo va bajando. Ella mira el desastre que cometió. Se dirige al inodoro, con una adolorida caminata, como si se hubiera embriagado hace poco.
Apoyándose de la pared, consigue sentarse y empieza a llorar.
Con sus manos, trata de quitarse las lágrimas.
Sube las piernas y las abraza. Pone su cara entre las rodillas y sigue llorando.
INT. HABITACIÓN DE MARÍA - NOCHE
María había terminado de llorar. Ella se encontraba recostada sobre la cama. Se halla en un punto entre la desesperación y la melancolía.
Se pone de costado y ve en su mesa de noche su celular negro.
Ella piensa a quién llamar.
Debilitada, coge el celular y, deslizando el dedo sobre la pantalla, revisa su lista de contactos.
Ella encuentra a alguien que se llama Cristopher. Suspira con dureza, y pulsa con la yema de su dedo el botón de llamada.
CORTE A:
2.
EXT. RESTAURANTE DE VARSOVIA - NOCHE
Día siguiente. MARÍA traslada lentamente su coche hasta al lado de la acera junto al restaurante.
Se detiene y se desabrocha el cinturón. Se da cuenta de que CHRISTOPHER (28), hombre vigoroso, cabello rubio y ojos azules, se encuentra echado sobre la pared. Ella sonríe y él también hace lo mismo.
MARÍA abre la puerta de su costado y saca sus piernas para subirse a la acera.
CHRISTOPHER la ayuda sujetando su mano.
Ambos echan una corta secuencia de risas. CHRISTOPHER la mira a los ojos, pero MARÍA, aún sonriente, se niega a verlo.
CHRISTOPHER (CONTENTO): No es la primera vez que lo hago.
MARÍA levanta la cabeza y recién lo mira a los ojos.
MARÍA (CONTENTA/PENSANDO EN COMPROMETERSE CON ÉL): Sí. Y tal vez no sea la última.
Ella sonrío más y caminó sujetando su chaqueta negra en el antebrazo derecho.
CHRISTOPHER mostró un rostro extrañado desde atrás. Se despreocupó de inmediato, luego de que MARÍA abriese la puerta.
Ella, sonriente, miró detrás de una forma coqueta.
INT. RESTAURANTE DE VARSOVIA - NOCHE
De las veinticuatro mesas que habían dentro, veintidós estaban llenas, incluyendo a ellos. Se ubicaban en el centro de todos riendo mutuamente con la copa de vino levantada de la mesa.
MARÍA (CONTENTA): ¿Cuánto tiempo estuvimos sin reírnos? ¿Dos o tres años?
CHRISTOPHER (IGUAL): Cuatro exactamente.
CHRISTOPHER dio una sonrisa plana y conformista. Se inclinó hacia delante y enredó sus manos por debajo de la mesa.
CHRISTOPHER (SERIO): Dime, María, ¿cómo va la empresa? ¿Algún progreso?
MARÍA apoyó el codo sobre la mesa y el antebrazo contrario también.
MARÍA: Todo se encuentra en orden.
Finalizó con una sonrisa.
Ella aleja su cuerpo de la mesa y deja la copa de vino sobre esta.
CHRISTOPHER (MIRANDO HACIA OTRO LADO): Me alegro.
CHRISTOPHER se encoge de hombros.
MARÍA: ¿Has extrañado verme?
Las cejas de CHRISTOPHER descienden. No comprende.
CHRISTOPHER: Bueno, sí, claro que te extraño un poco.
El ambiente se pone algo incómodo. CHRISTOPHER está confundido y MARÍA está con una expresión coqueta al verlo.
MARÍA: ¿A qué te dedicas? Supongo que...
Ella masajea la pierna de CHRISTOPHER con la suya. Pero él decide retirar la suya.
CHRISTOPHER: María, ya soy un hombre casado, por favor. Es muy raro sentir eso viniendo de otra mujer.
MARÍA se sintió sin aliento. Sus ojos lucieron cansados. Experimentaba presión en el pecho.
MARÍA: Espera, ¿hace cuándo te casaste?
CHRISTOPHER: Dos años.
MARÍA expresó confusión.
MARÍA: ¿Y por qué aceptaste venir conmigo cuando tienes una mujer esperándote en casa?
CHRISTOPHER: Necesito un empleo, María. Tú tienes una empresa. Lo sé. Puedes hacer que yo trabaje ahí.
MARÍA (MOLESTA/SUSURRO/RODANDO SUS OJOS A SU ALREDEDOR): No es cierto.
CHRISTOPHER se señaló a él mismo.
CHRISTOPHER: Por favor, no sé cómo voy a mantener a mi hijo. Te prometo que te lo compensaré.
MARÍA tenía la cabeza deambulando. Entró en la realidad nuevamente y la rabia se le quedó en la garganta. Ella cogió su copa de vino y le aventó el líquido a CHRISTOPHER.
Todos, a su alrededor, vieron la escena con impresión, al igual que una madre reaccionando a una novela mexicana que pasaban por la televisión.
MARÍA se levantó y lo miró con decepción.
MARÍA (ENOJADA): No te quiero ver en mi maldita vida.
Ella colocó su chaqueta sobre el antebrazo derecho y se marchó. Abrió la puerta y salió al exterior.
CHRISTOPHER abrió los ojos. Sacudió sus manos, soltando líquidas gotas de sus mangas. Y dio un suspiro que dejaba la tensión de lado.
INT. AUTO DE MARÍA - NOCHE
MARÍA manejaba. Agarraba el timón suavemente, pero luego cogió los extremos con demasiada fuerza.
El corazón se le aceleró, se inclinó hacia adelante y podía contemplar que la vista se le cegaba.
El auto comenzaba a desviarse un poco del camino.
MARÍA (IRRITADA/DEPRIMIDA): No puedo.
Ella se detuvo a mitad del bosque. Aparcó su coche sobre la tierra, con la luz encendida.
Se echó en el asiento. Y lloró nuevamente. Se cubrió la boca y continúo ahogándose en sus llantos.
Se inclinó hacia adelante y continuaba.
Apagó la luz, no quería que alguien la pudiera ver de esa forma.
Estrelló su cabeza contra la ventana lateral. Soltaba ríos, pero no expresaba su dolor con su garganta.
Abrió los ojos y miró el bosque.
CORTE A:
3.
INT. OFICINA DE LA PRESIDENTA - DÍA
La temperatura era fría. Refrescante, pero algo excesiva. MARÍA dejó que así estuviera la oficina: el calor le hacía recordar situaciones que la volvían loca en el pasado. Ella solo quería olvidar.
Ordenaba los papeles. Su café estaba sobre su escritorio.
La SECRETARIA, piel trigueña, entró, levantó los hombros y se abrazó cubriendo el pecho.
SECRETARIA (TEMBLANDO DE FRÍO): Acá hace frío. ¿Usted no tiene frío, presidenta?
MARÍA la miró. Dio un suspiro y dejo los papeles.
MARÍA (SERIA): ¿Qué sucede?
La secretaria echa un informe sobre el escritorio de la presidenta.
SECRETARIA: Viene por un trabajo.
La SECRETARIA señaló el informe.
MARÍA lo abrió y vio el currículum de un chico joven de cabello castaño y piel blanca oscura.
MARÍA levantó la mirada.
MARÍA: ¿Sabes que ya no puedo contratar más personas en esta compañía? Estamos escasos de dinero.
SECRETARIA: Lo sé, pero ha sido muy insistente. No paraba de llamar desde ayer.
MARÍA cerró el folder que contenía el informe. Y vio el color manila.
MARÍA: ¿Cómo cuantas veces llamó?
SECRETARIA: Cien veces.
MARÍA la miró sorprendida.
INT. OFICINA DE LA PRESIDENTA - MOMENTOS DESPUÉS
El joven se hallaba sentado al frente de MARÍA, quien revisaba con la mirada de inicio a final el curriculum de él.
Su nombre apareció. Se llamaba ANTHON (23).
ANTHON (NERVIOSO): ¿Qué le parece? ¿Puedo trabajar?
MARÍA lo miró, echó los brazos sobre el escritorio y relajó los hombros.
MARÍA: Señor Ando...
ANTHON: Anthon. Es mi nombre. Es muy raro, pero...
MARÍA: No puedo aceptarlo.
MARÍA, sentada, se alejó de la mesa. Dio un profundo suspiro.
ANTHON: Pero...Pero--
Él se levantó e hizo caer la silla.
No le importó eso a MARÍA, quien masajeaba su sien con sus dedos ante la difícil situación.
ANTHON: --Ni siquiera--
Él cogió agresivamente su curriculum y mostró la parte frontal a MARÍA.
ANTHON: --lo leyó bien.
MARÍA: Lo leí--
Ella se quitó los lentes.
MARÍA: --todo, señor ANDON.
ANTHON: ¡Anthon es mi nombre!
El pecho de MARÍA sintió un gran punzón. El miedo entró de inmediato.
MARÍA: Okey, ¿podemos tranquilizarnos un poco?
ANTHON: No. ¡No me puedo tranquilizar! ¡Este trabajo vale mucho para mí!
MARÍA apretaba varias veces el botón por debajo de su escritorio. Estaba llamando a los guardias.
ANTHON: ¡Necesito un empleo! ¡Necesito un ingreso que ganar! ¡Aunque sea lo mínimo!--
ANTHON golpea el escritorio con la palma de sus manos.
ANTHON: ¡Necesito ganar!
MARÍA lo miraba con ojos llenos de terror. La agitación empezó a recordarle las situaciones en las que mantenía relaciones sexuales. Su mente recordaba a los chicos de aquellas veces. Estaba sintiéndose excitada.
Cerró los ojos y giró de izquierda a derecha la cabeza en un instante. Negó su excitación, y mostró su firmeza.
MARÍA: Lo sé, todos queremos ganar, señor Anthon. Pero hoy no creo que sea su día.
Los guardias abrieron la puerta inmediatamente. Miraron confundidos al comienzo, como si estuvieran esperando una orden.
MARÍA: Llévenselo.
Los guardias abrazaron con sus brazos cada codo del chico. Se lo estaban llevando.
ANTHON: ¿¡Por qué!? ¿¡Por qué me está haciendo esto!? ¿¡Por qué!?
MARÍA, levantada de su lugar, lo vio yéndose con un poco de lamento.
La puerta se cerró. Se había quedado sola.
Se sentó de nuevo, y exhaló profundamente.
Con la yema de sus dedos, masajeó la piel que cubría sus ojos y lanzó suspiros de agitación.
El calor le hacía llegar recuerdos de aquellas noches con hombres.
Ella, con la palma de su mano, apretó fuerte donde se encontraba su parte íntima debajo de su falda.
El corazón le latía fuerte y el rostro aún continuaba sudando.
MARÍA (EN SU MENTE): ¿Qué me pasa?
CORTE A:
4.
EXT. EDIFICIO DE NEGOCIOS - NOCHE
MARÍA camina mientras hacia su auto, mientras está estresada y cansada.
Ella saca las llaves del bolsillo derecho de su pantalón rojo oscuro.
Introduce en la cerradura de la puerta de su coche y baja la cabeza para entrar.
INT. AUTO DE MARÍA - NOCHE
MARÍA introduce la llave en el arranque para encender el coche. Este se activa junto a LAS LUCES. Ella pisa suavemente el acelerador y avanza.
La noche está muy SILENCIOSA.
VOCES (MOLESTAS/EN SU MENTE): ¿Cuándo tendrás un esposo? El tiempo se te acaba. ¿Qué pasará con la herencia?
Ella sigue avanzando. Su rostro tiene un aspecto TRISTE. Solo quiere llegar a casa. Suspira.
De pronto ve a ANTHON (23), chico delgado que había hecho problemas en la oficina porque quería un puesto laboral. Está sentado en la vereda, al lado izquierdo de MARÍA, abrazando sus rodillas.
MARÍA se detiene, porque el SEMÁFORO LE ORDENA.
MARÍA se ve confundida. Escucha los latidos secos de su corazón.
El SEMÁFORO SE PONE EN VERDE. Desde atrás le tocan el claxon. Ella avanza y FRENA al lado de la vereda donde se hallaba ANTHON.
MARÍA se halla en una situación difícil. No sabe si hablar con el chico o irse a casa.
MARÍA SUPONE QUE TIENE LA RESPUESTA A SU PREGUNTA.
EXT. CIUDAD DE VARSOVIA - NOCHE
MARÍA se baja del coche y SE ACERCA A ANTHON. Ella ve que la maleta del chico está apoyada encima la pared. Ella inclina su espalda y baja la cabeza hacia el chico.
MARÍA (NEUTRAL/POR DENTRO PREOCUPADA): Disculpa--
ANTHON LEVANTA LA CABEZA, CON EL ROSTRO DESMORONADO.
MARÍA: --¿Estás bien?
LAS PUPILAS DE ANTHON SE DILATAN.
ANTHON (NERVIOSO): Señorita--
Él se levanta, corriendo su cuerpo por la pared. MARÍA se para firmemente en el mismo momento que él.
ANTHON: --Señorita María, ¿qué hace usted aquí?
MARÍA juega con el mechón izquierdo de su cabello y rechaza mirar directamente a los ojos de ANTHON por vergüenza.
MARÍA: Sí, yo sé que no debería estar aquí. Solo iba a casa. ¿Y tú qué haces aquí?
MARÍA DETIENE SU HABLA UN SEGUNDO Y MIRA CON OJOS ACHINADOS A ANTHON.
MARÍA (PREOCUPADA): --¿No deberías estar en casa?
ANTHON no respondió hasta los dos segundos transcurridos. Su respiración se oía fuerte, se rehusaba a mirar a MARÍA por vergüenza. Sus ojos se cristalizaron.
ANTHON: Quisiera estar, pero hace poco me botaron.
ANTHON suspira, cerrando los ojos.
MARÍA, más preocupada, LO MIRA FIJAMENTE.
MARÍA: ¿Entonces no estás preocupado de enfermarte o de que te roben a mitad de la noche?
ANTHON (FRUSTRADO): ¡Sé lo que me pasaría!
ANTHON da un nuevo suspiro.
ANTHON (ARREPENTIDO): No me haga recordar mis carencias, por favor. Estoy bien, se lo juro. Conseguiré un trabajo mañana o en unos días. Estoy seguro.
MARÍA (CON LOS OJOS CRISTALIZADOS): ¿Y si no?
ANTHON LA MIRA FIJAMENTE.
ANTHON (INSISTENTE): Seguiré esperando.
MARÍA cierra los ojos y deja salir el aire por su boca. Un poco sonrojada, LO VUELVE A MIRAR.
MARÍA (DECIDIDA): ¿Quieres trabajo?
ANTHON mira confundido.
ANTHON: ¿Pero tú misma me rechazaste?
MARÍA: Sonará raro, pero...¿Estás dispuesto a hacerlo?
ANTHON baja la mirada.
ANTHON (TRISTE): Por supuesto.
MARÍA: Sé mi prometido.
ANTHON se echa para atrás impresionado. Está conmovido.
ANTHON: Aguarda, ¿¡me estás diciendo que sea tu prometido!?
MARÍA SE ACERCA MÁS, HASTA SENTIR LA RESPIRACIÓN DE ANTHON, Y LO MIRA DE MANERA DESAFIANTE.
ANTHON: Bueno, no puedo decir que no.
De repente, COMIENZA A LLOVER EN GOTAS GRANDES.
INT. AUTO DE MARÍA - NOCHE
ANTHON cierra la puerta de su lado, mientras MARÍA coloca la mano izquierda al volante. Ella introduce con la mano derecha la llave en el arranque.
ANTHON respira profundamente y se jala el cuello de la camisa. Quiere evitar mirar a MARÍA, pero la ve de una manera distinta, es decir, es más bonita ante sus ojos.
MARÍA enciende el coche, mira a ANTHON y sonríe.
MARÍA (CONTENTA): Bien, iremos a mi casa.
ANTHON siente una descarga eléctrica correr deprisa por su cuerpo.
ANTHON (NERVIOSO): A...¿¡A tu casa!? ¿¡Cómo me aseguras que no me estás secuestrando!?
MARÍA lo mira con decepción. Luego coloca sus ojos al frente.
MARÍA: Deja de intuir. ¿Acaso una criminal trabajaría como la presidenta de una empresa?
ANTHON: No, pero...
MARÍA REGRESA UNA MIRADA DESAFIANTE A ANTHON.
MARÍA (MOLESTA): Escucha, sé que esto es difícil de comprender para ti. Solo ve el lado bueno, ¿quieres?
ANTHON está conmocionado.
ANTHON: Bien--
MARÍA acelera el coche y se va.
ANTHON: --Lo intentaré.
CORTE A:
5.
INT. MANSIÓN DE LOS PADRES DE MARÍA - DÍA
MARÍA y ANTHON están reunidos con los padres de ella, alrededor de una pequeña mesa en la sala, donde hay cuatro tazas de café, cada una con una cuchara. Cada pareja está sentada en un sofá frente a la otra. El PADRE DE MARÍA (65), hombre firme, bigote recto de señor, mira a ANTHON de forma seria.
PADRE DE MARÍA (65): Luces bastante joven para ser el prometido de mi hija. ¿Cuántos años tienes?
ANTHON toma una postura recta, sentado, y levanta la cabeza.
ANTHON (NERVIOSO): Tengo--
MARÍA (FELIZ): --Tiene treinta, papá.
ANTHON LA MIRA EXTRAÑADO Y DESCONCERTADO.
MARÍA LE SONRÍE Y LE GUIÑE EL OJO.
PADRE DE MARÍA: Me alegro.
El PADRE DE MARÍA toma de su café, mientras cierra los ojos. LA MADRE DE MARÍA (62), parecida a MARÍA pero más anciana, le entrega una sonrisa fingida a la pareja.
MADRE DE MARÍA (SIMULANDO FELICIDAD): Nos alegra que hayas conseguido un prometido luego de tantos años. Supongo que a tu hermana le alegraría escucharlo.
MARÍA, SORPRENDIDA, MIRA FIJAMENTE A SU MADRE.
MARÍA: ¿¡Mi hermana vendrá!?
HERMANA DE MARÍA (CONTENTA/EXTROVERTIDA): Hermana, ¡¿no sabía que vendrías de nuevo a la casa?!
MARÍA se da una palmada en el rostro y mueve sus cabezas varias veces en señal de arrepentimiento. No quiero darse la vuelta, pero LO HACE.
La HERMANA (30), segura de sí misma, cabello rubio, se acerca con una caminata extravagante hacia MARÍA y ANTHON. Apoya sus manos por encima del espaldar del sofá donde se están los dos sentados.
La HERMANA, con una gran sonrisa, mira a ANTHON.
HERMANA DE MARÍA : Vaya, qué chico tan apuesto te conseguiste, hermana.
ANTHON la miraba nervioso. Se sentía presionado.
MARÍA veía angustiada a su hermana.
HERMANA DE MARÍA: Supongo que ya le dijeron a ustedes--
La HERMANA miró a sus padres.
HERMANA DE MARÍA: --Cómo se conocieron
MADRE DE MARÍA: No, todavía no nos han dicho. Casi recién acaban de llegar.
La HERMANA mira a MARÍA.
HERMANA DE MARÍA (TONO SOSO): En serio, hermana, tan misteriosa saliste.
MARÍA frunció el ceño.
ANTHON (INSEGURO): Nos conocimos en un lugar.
La HERMANA lo mira sorprendida y SE MARAVILLA.
HERMANA DE MARÍA: ¡Vaya, qué específico! ¿Y cómo se llama ese lugar?
ANTHON: Bueno, es--
MARÍA cierra los ojos y relaja un poco el ceño.
MARÍA (INCÓMODA/SECA): En la Rakieta. ¿Quieres que sea más específica?
La HERMANA regresa la mirada en MARÍA.
HERMANA DE MARÍA: Qué aburrida eres hermana. Espero que no le hayas contado todavía la experiencia que tienes acostándote con hombres desconocidos.
MARÍA y ANTHON se sienten quebrados como un vidrio que acaba de chocar contra el suelo. La MADRE se muestra indiferente, al igual que el padre, quien le da un nuevo sorbo a su café.
ANTHON permanece callado e impactado. Se agarra la cabeza, con cada mano en cada extremo. Mira el café, con pupilas dilatadas.
MARÍA SE LEVANTA CON EL CEÑO MÁS FRUNCIDO.
MARÍA (ENOJADA): ¡No expreses tus suposiciones frente a la familia, hermana! ¡No digas otra tontería más! ¿¡Oíste!?
MADRE DE MARÍA (SERIA): Entonces demuéstralo.
MARÍA mira a su MADRE, la cual se levantó de su lugar. Le costaba inhalar, le facilitaba exhalar.
MADRE DE MARÍA: Demuestren que ya has dejado esa vida de amantes y compórtate como una futura esposa. Llévalo a una cita lejos de aquí y demuestra a todos que mentimos.
La MADRE toma decisión de dirigirse hacia la cocina.
MADRE DE MARÍA : Con permiso.
La MADRE pasa por encima de las piernas de su esposo. Ella camina hacia la cocina.
MARÍA se regresa a su HERMANA con enojo.
MARÍA (PREOCUPADA/ENOJADA): ¿Sabes lo que has hecho?
HERMANA DE MARÍA (MIRADA FRÍA/SECA): Bueno, yo no estoy tan jodida como tú.
MARÍA mira de nuevo a ANTHON. Lo ve atrapado en su propia respiración, parece verlo arrepentido. MARÍA está preocupada por él.
CORTE A:
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