Nuevo proyecto
by Maria Eva Peluso @filantropica
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Ésta es una pequeña oda a "El águila que vuela" de Krishnamurti.
Partituras de sedimentos.
Parte I
El miedo está floreciendo
desde la mágica sazón milenaria
sin danzar fuerza
en el vuelo raquídeo del águila
inmune al corazón
escamado de gemas.
El miedo no duerme sin su dosel
los sueños del más allá,
consternado
consternando,
sospecho tu inicio
por más longevo
que éste sea
pero me martiriza
me atosiga tu final.
No distingue el color del cielo,
ni el féretro del sol,
por estar tan abnegado
con la forma de mirar
que tienen las paredes,
no se ocupa
ni preocupa
del reptante dolos del ser
ente mismo de su esbeltez.
Parte II
La solidez,
su hermana tuerta,
que lo sigue a donde va
es su umbría taciturna
que lo despierta,
lo curiosea todo... Enterito,
lo desborda de aposentos
de seda, pluma y calidez.
Estropeada por oleajes que no rompen
que estremecen
se compenetran dentro
de la cualidad extensa
del ente sutil
sin pensar en el pensamiento
sin querer...
¡Calla, calla miedo!
Eres la alegoría
a la peor concepción
orbe que hay.
Parte III
Mejor no calles
¡Mejor vocifera todo miedo!
Quiero saberte
deseo atenderte
para entenderme
para continuar mi esencia
y fundirme sin embotar
ni segregar más periferias
de las que ya hay.
El simple cauce
de los átomos dulces
acaramelados de quimeras colosales,
elásticos universos
los vemos desplazarse
dentro y entre la tabla rasa
de innatas ideas del más acá
un millón de años luz más acá.
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