Mi proyecto del curso: Crónica no lineal de un experimento
Mi proyecto del curso: Crónica no lineal de un experimento
de ICiec Iriondo @iciectotoras
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_ Manden al transportista en busca de suministros_ dice Kaleb
_ Enseguida señor gobernante_ dice el vice
Kaleb, el gobernante, no puede creer que tenga que controlar todo. Por lo menos, para no aburrirse, enseña combate de 2am a 4am (ya que a las 5 hay toque de queda y, al no haber luz, la gente solo puede dormir las 5hs hasta un nuevo día).
Su rutina es tan aburrida que no tiene otra cosa que hacer más que dar ordenes, es mucho mas entretenido ser cocinero, transportista, constructor, granjero y hasta ser vice es mejor que ser gobernante.
_ Señor gobernante, me temo que ya no hay mas suministros del otro lado_ dice el transportista
_ ¡¿Que?!, ¿Cómo que no hay?
_ Eso me temo señor, ahora mismo los vices están decidiendo que hacer, me mandaron para avisarle.
_ Okey, gracias Rodrigo.
Es increíble el esfuerzo que tiene que hacer Kaleb para no ir al otro lado y darle un puño en la cara a Daira, esa chica va a volverlo loco.
Aun recuerda esos tiempos en los que eran inseparables, lastima que ahora estén distanciados; Kaleb se lamenta, pero no lo demuestra, ya que su orgullo impide demostrar algún tipo de sentimiento hacia ella.
_ ¡Señor gobernante!_ grita Arturo, el vice_ Tengo noticias, la señorita gobernante dice que se le terminaron los vegetales, su tierra dejó se ser fértil, lo que es extraño, ya que su tierra es mejor que la nuestra. Se acuerda de la pe…
_ ¡Arturo!_ dice Kaleb, interrumpiéndolo_ ¿Podrías ir al grano por favor?
_ S-si señor gobernante, disculpe. _ dice haciendo una reverencia_ El punto es que nos encomendaron buscar una nueva planta que sea comestible y fértil en nuestra tierra, dice que no podemos vivir sin comer verduras ni vegetales.
_ Agh_ Kaleb está tan cansado de vivir en este desierto de mierda_ está bien, manden a los cocineros en la hora que deberían estar entrenando a buscar plantas comestibles.
_ Si señor gobernante_ dicho esto se va, dejándolo solo de vuelta.
A Kaleb le gusta su vida solitaria, prefiere eso, a fingir estar feliz todo el tiempo (no lo está desde que se separó de ella). Aunque no lo admita siempre la va a extrañar, se acuerda de las horas y horas que pasaba entrenando y que, aun así, ella le ganaba; tenia un talento nato… ¡El entrenamiento! Se había olvidado por completo.
Corriendo, llega al salón de combate, todos los habitantes (salvo los cocineros y Arturo) están ahí esperándolo.
_ Perdón por llegar tarde, surgió una complicación con los del otro lado_ dijo el gobernante _ Bueno, dicho esto comenzamos; hoy vamos a especializarnos con cuchillos y armas blancas en general.
_ Pero acabamos de aprender los ataques básicos del Krav Maga_ se queja uno, un constructor por lo que ve.
_ Exacto, y por eso vamos a incorporar cuchillos a lo básico
Los alumnos, su gente, se quejan demasiado para el agrado de Kaleb. Estaba por explicar el golpe con el codo hacia la cara con cuchillo, pero Arturo, interrumpiéndolo, viene corriendo diciendo que uno de los cocineros murió.
_ ¡¿Que!? _ todos se dan vuelta por la exclamación del gobernante_ Hablemos en privado_ le dice a Arturo_ ¡La clase de hoy se cancela!
Kaleb no entiende nada, ¿cómo se pudo morir un cocinero? ¿por qué? Lleva al vice por todo el pasillo hasta su casa, ya son pasadas las 3, tienen una hora máximo para hablar.
_ Explícame ya que quisiste decir con que se murió uno de nuestros cocineros, ¿dónde está el cuerpo? Hay que hacer un entierro, ¿quién era el desafortunado?_ dice Kaleb muy rápidamente, “Ya me parezco a Artur” piensa.
_ El cocinero, Baltazar, murió de intoxicación; encontramos una única planta que puede crecer en nuestra tierra pero el costo de comerla es… demasiado alto, nuestro organismo no está lo suficientemente evolucionado para ingerir esa planta, lo que ocasiona la muerte_ dice el vice mas tranquilo de lo que Kaleb esperaba_ El cuerpo de Balti está siendo llevado al cementerio de animales enfermos, los cocineros decidieron hacerle un funeral donde solo ellos estén, no quieren que la gente se entere
El gobernador queda algo aturdido ante esta repentina información, se queda pensando un rato sobre como actuar y decide reunirse directamente con… Daira.
_ Organiza una reunión con la gobernante del bando Speranta.
_ Enseguida señor.
“No puede ser que ahora seamos 99 personas vivas”, piensa Kaleb. Él no soporta perder una vida mas, tiene que haber algo que puedan hacer para poder seguir comiendo de manera sana, igual tampoco pasaría nada si la gente no come verduras ¿o si? Desde que el misil explotó contra la luna en la 3ra guerra mundial ya no existen proteínas para sustituir a las verduras.
_ La señorita lo espera mañana a primera hora_ dice Artur interrumpiendo los pensamientos de Kaleb_ Señor, ya es tarde, es hora del toque de queda.
Dicho esto se empezó a escuchar el ruido del agua. “Genial, un Tsunami”
_ Vice, vuelva a su casa y dígale a todos que hagan lo mismo, esta noche vamos a tener que estar más alerta que de costumbre.
_ Si señor _ dice haciendo una seña militar completamente ridícula, luego de esto, se va.
La noche transcurrió un tanto ruidosa, pero nada que no hayan vivido antes, desde que no hay luna, los tsumamis, el cambio de clima y las pocas horas de sol son frecuentes. Por suerte a las 2pm ya había terminado, así que Kaleb pudo dormir 3 horas en un sueño tranquilo lleno de recuerdos de su antigua vida.
* * *
En la mañana, Kaleb se puso su mejor atuendo (quiere estar presentable para la reunión con Daira). Obviamente, él nunca va a admitir semejante barbaridad.
“No hay mucho que elegir”, se dice mientras se mira en el espejo. Lleva una remera blanca con unos shorts beige (que claramente robó de un Speranto) y, arriba de todo, lleva su túnica para cubrirse del sol (en su bando no hay arboles, así que hasta que llegue al bando de ella tiene que usar su túnica).
Es tan largo el camino de un bando a otro, hasta podría llegar a decir que es tedioso para Kaleb, ya que no está acostumbrado a los largos tramos de caminata. Cuando era pequeño solo caminaba mucho en las excursiones de la escuela, aunque siempre estaba dialogando con Daira, eso lo hacia más llevadero. Daira. Hace un año que no la ve, hace un año de la pelea (o quizás mas), el tiempo es relativo desde que los días y las noches son mas cortos.
Ya está cerca, y lo sabe porque ya se divisan algunos árboles y, a lo lejos, ya se logra ver la silueta de una persona. ¿Será Daira?
El corazón de él late tan rápido ante la perspectiva de su cercano reencuentro, que no se da cuenta de que no es ella hasta que la tiene en frente.
_ Hola Señor gobernante, soy Sabrina, la vice_ dice una mujer un tanto petisa y con cero autoridad para ser vice, pero, de igual manera, la intenta respetar. Que raro es el criterio de Daira_ encantado de conocerlo, si me lo permite, desearía escoltarlo hacia donde vive la señorita Daira.
No alcanza a responder y ella ya dio media vuelta, rumbo al lugar donde vive su mejor amiga (o por lo menos lo era).
_ Hola Sabrina_ dice cuando logra llegar a su lado sin mucho esfuerzo_ el gusto es mio, ¿Me puedo ya sacar mi túnica?_ lo único que obtiene como respuesta es un asentimiento de cabeza, que él toma como un si y se lo saca, dejando al descubierto la ropa que eligió para que Daira lo viera ¿Ella se habrá arreglado para él?
_ Ya llegamos.
Ante él, se encuentra una casa no muy ostentosa, hogareña, es justo lo que imaginaba de la vivienda de Daira.
_ Lo dejo solo para que puedan conversar tranquilos_ continua Sabrina_ si quiere algo, no dude en buscarme, vivo en la casa de al lado.
Y se fue, dejándolo solo en la puerta de la que era su mejor amiga. No lo piensa mucho y se atreve a tocar la puerta. Espera impaciente del otro lado, caminando de un lado para otro, hasta que se escucha un: ¡Ya voy!
Su voz, wow, es mucho para él, sigue siendo la misma voz, solo que con un tono más maduro que la ultima vez ¿Él habrá cambiado en algo o seguirá siendo la misma persona que siempre?
_ ¡Hola! _ está hermosa a los ojos de Kaleb, con su cabello suelto parece una diosa..._ ¿Kaleb?_ no puede creer lo bien que su nombre suena en sus labios, dios, que lindos labios_ ¿Está todo bien?
_ Eeh, si, ho-hola Daira _ ¿Qué le pasa? Él es el puto gobernador, tiene que actuar como tal_ ¿Puedo pasar así hablamos en privado?
_ Claro_ dice al tiempo en que abre la puerta, dejando a la vista su casa tan acogedora y tan diferente a la suya_ adelante señor_ dice con un dejo de diversión en su voz ¿Acaso está bromeando?
Su casa es chiquita, pero no por eso menos hermosa. Me dirijo a donde supongo que está el comedor y, claramente, acierto.
_ Creo que ya encontré una cura, o por lo menos algo que va a hacer que no muramos al ingerir esa planta_ ¡¿Ya?! ¿Tan rápido? Pero ¿cómo?_ El tema es que nadie va a querer jugar con su vida de esa manera, salvo que no lo sepan_ ya entiendo a donde quiere llegar.
_ Y como yo ya de por si soy malo, querés que sacrifique la vida de otra persona de mi bando, ¿es eso?_ obvio que es eso, Kaleb lo nota en su mirada. Pueden pasar siglos y, aun así, él podría identificar cada uno de sus gestos.
_ Si_ dice finalmente_ Aunque no alguien de tu gente, alguien de la mía…
_ Así que yo tengo que secuestrar a una persona, y obligarle a tomar esa supuesta cura ¿no?
_ No exactamente_ dice al cabo en el que larga un sonoro suspiro_ Quiero que le digas a uno de nuestros cocineros que tiene que probar dos ingredientes que descubrieron hace poco, primero le das la cura… Y luego la planta que tu gente encontró
Kaleb no recuerda cuando fue que se volvió tan... así, tan hostil. Ella no era así en lo absoluto, ¿Dónde quedó esa chica tan buena que él conocía tan bien? Debe seguir estando ahí, lo puede ver claramente.
_ Okey, entonces me dejas el trabajo sucio a mi_ dice el gobernante no muy convencido sobre el trato_ Si tu cocinero vive, tu eres la heroína, pero si muere…
_ Vos sos el villano_ termina ella
_ ¿Por qué debería hacerlo?
_ No tenés elección, te reto a una pelea_ dice con esa mirada desafiante que él conoce tan bien, sigue siendo la misma_ Si yo gano haces lo que te dije, pero si pierdo, lo hago yo.
Tiene tantas ganas de volver a pelear con ella que no se da cuenta de cuando fue el momento en el que le tendió la mano para consolidar el trato. Hace mucho que no peleaba con ella, está muy nervioso, y a la vez emocionado, pero tiene que concentrarse, ya que si pierde puede convertirse en un puto villano y él no quiere eso.
_ ¿Reglas? _ dice cuando ya están en un descampado, lejos de todos los habitantes de Daira, ella dice que es su lugar para conversar en tertulia.
_ Ningunas, hasta que el otro se rinda o esté en una situación crónica_ “ésta chica da miedo” piensa; pero no puede arrepentirse, no ahora.
_ A la cuenta de 1… 2… y
No llega a terminar de contar y ella ya está atacándolo. Cierto, sin reglas. Esquiva los golpes tanto como puede, está fuera de forma, ella sigue siendo buenísima peleando.
Cuando intenta asestarle un golpe directo hacia la cara, ella lo evade y le propina un gancho en el abdomen, dejándolo sin aire. Aunque no puede respirar, de igual manera se levanta para volver a intentarlo; esta vez, al levantarse, hace una barrida con las piernas y logra hacer que caiga. Kaleb aprovecha para subirse encima de ella y empezar a darle golpes en la cara, pero no logra hacerlo del todo... al darse cuenta de la posición en la que están, él se cohíbe, aflojando un poco el agarre para que, finalmente, sea Kaleb el que queda debajo de ella, perdiendo así la pelea.
_ Me rindo _ dice él con la respiración aún agitada_ Dame el maldito antídoto.
Ella, con una sonrisa de superación en el rostro, se levanta y ayuda a Kaleb a hacer lo mismo.
_ Ya te la traigo guerrero _ Dice con una sonrisa en el rostro, dejándolo un poco humillado.
* * *
Ya se hizo de noche, lo que significa que Kaleb va a tener que darle al cocinero esta cosa mañana, otro viaje al bando de ella, “genial, mi sueño hecho realidad”, piensa Kaleb con sarcasmo.
No pasa mucho tiempo hasta que por fin se duerme, teniendo la misma pesadilla de siempre…
Se levanta sobresaltado, recordando levemente lo que soñó: había tanta sangre, gritos y personas desesperadas, a sus padres lo mató un fragmento de luna… que suerte que él justo había salido.
_ Hora de ser el villano_ se dice al tiempo que se levanta de la cama y se pone un atuendo similar al de ayer (no hay mucha variedad de colores y estilos de ropa).
El viaje es igual que el de ayer, solo que esta vez le contó al vice lo que iba a hacer, va a necesitar a alguien que lo apoye si todo sale mal. Sabrina está más seria que ayer, supongo que sabrá lo que su gobernante cagona me ordenó hacer o, simplemente, tiene un mal día, anda a saber.
_ Llegamos… haga lo que tenga que hacer _ y, como siempre, se va sin despedirse.
Buscando la cocina, Kaleb le da un vistazo a este lugar, es tan hermoso y verde, está lleno de vida y alegría. Hay una cantidad innumerable de árboles, las personas ríen y conversan mientras trabajan, “es un lugar cálido” piensa Kaleb, él desearía poder construir un lugar así, tan lleno de… ella.
_ ¡Ey!, ¿Sos cocinero verdad?_ dice Kaleb al tiempo que el cocinero asiente_ Bueno, fantástico. Necesito que pruebes dos ingredientes nuevos.
_ ¿Y por qué yo? _ habla el cocinero por primera vez.
_ Porque...Daira me dijo que vos sos el que tiene mejor paladar_ dice Kaleb tendiéndole el antídoto primero _ Éste es el primer ingrediente.
El cocinero, sin dudar mucho, ingiere el antídoto poniendo cara de asco. Inmediatamente niega con la cabeza, diciendo que no piensa usar esa “especie” en su comida.
_ Y acá está la otra..._ dice mientras le da la planta tóxica.
_ Esta si me gusta, si si, muy buena.
Kaleb no puede contener tanta felicidad, ¡funcionó!, ¡el antídoto funcionó! Le dio las gracias al cocinero, y fue a decirle a Daira que salió todo bien.
No sé que pensaba (más que seguro que pensaba que se iba a morir), a Kaleb le da impresión la sangre y todo lo relacionado con la muerte, vivió bastantes cosas el pobre: se le murieron sus padres y sus mejores amigos, solo quedó Rodrigo y Daira… pero con ella no tiene mucha relación actualmente; hablando de ella, Kaleb recordó que le dijo que le de el antídoto a toda la gente de su bando y eso hizo, se las dió, con la excusa de que los cocineros querían hacer una encuesta sobre qué tan rico está esa especie y bueno… se le da bien mentir, eso es todo. Su gente nunca va a probar esa cosa, no nos hacen falta las verduras, podemos vivir sin ellas. Además, en el caso de que uno de los nuestros se enferme por algo, siempre podemos tomar la planta que cura todo.
Mañana ya va a empezar un día normal, fueron dos días muy agitados, pero ya pasó lo peor, ahora solo le queda volver a su casa y esperar un nuevo día lleno de rutina y entrenamiento, eso es todo.
Al levantarse, va a la cocina, le sirven el desayuno y luego va a entrenar a su gente; cuando ya casi es la hora de comer, Rodrigo viene corriendo hacia él.
_ ¡Señor!_ dice desde lejos y, al llegar, frena un tanto agitado_ La señorita está acá, dice que quiere verlo con urgencia…¿Qué le digo?
Rodrigo es el único que sabe la situación de Daira y él, por eso siempre es tan cuidadoso al llamarla señorita, cuando en realidad los tres eran muy unidos de pequeños.
_ No pasa nada, ya la voy a buscar yo. Por cierto, ¿dónde está?
El vice le indica que está en la entrada de su bando y sin una túnica, por lo tanto se va a hervir si hace un sólo paso más hacia nuestra dirección. Entonces, se dispuso a llevarle una que le quedó chica a él hace tiempo.
“¿Para qué habrá venido?” “¿Será que hice algo malo?” “¿Se habrá muerto el cocinero después de que me haya ido?” Estas, y muchas más, son preguntas que Kaleb se hace, siempre pensando en negativo, no fueron muy positivos estos últimos tres días así que ya se espera lo peor.
_ Ey, Daira_ dice Kaleb levantando la mano para que lo vea_ ¿A qué se debe la visita?,¿Ya me extrañabas?_ dice en tono burlón, que inmediatamente cambia al ver la cara de ella_ ¿Está todo bien?
_ ¡No Kaleb!, ¡No está todo bien!_ dice ella con lágrimas en los ojos_ La cura… el antídoto… yo…
_ Okey, okey_ dice un poco impactado ante lo que pasa, realmente no entiende nada_ Ponete esta túnica, así no te morís de calor, yo te voy a conducir a mi casa y luego, cuando te hayas tomado un té, ya vamos a tener tiempo para que me cuentes lo que pasó ¿si?
_ Es que no hay tiempo_ dice Daira poniéndose lo que Kaleb le dió y siguiéndolo hacia su casa_ Vamos rápido antes de que vengan también para acá.
_ ¿Antes de que vengan?, ¿Quiénes?_ Kaleb abre la puerta de su casa mientras sigue hablando con ella_ Daira, ya me estás asustando.
_ Tendrías que estarlo_ comenta mientras le indica a Kaleb que entre_ Después ya me darás mi té y te prepararás uno propio.
_ Bien… empezá a contar porque ya me tienes con los pelos de punta.
Resumiendo los llantos y gritos de exclamaciones, lo que Daira dijo fue que, las personas que ingirieron la planta junto con el antídoto, están mas agresivas y ya atacaron a varias personas de su bando, convirtiéndolas en los mismos monstruos. Su gente ahora está en la cocina encerrada, lejos del alcance de los infectados, pero no va a pasar mucho tiempo antes de que alguna de esas cosas descubra como entrar.
_ Tienen que ayudarnos_ terminó de decir ella_ Por favor Kaleb, tienes que darnos la planta suya que lo cura todo.
_ ¿Y por qué tendría que ayudarte?, no sé si recuerdas la primera pelea que tuvimos en cuanto llegamos acá; yo no sabía gobernar, no soy un líder, pero vos me hiciste elegir entre vos y lo creía correcto_ dice Kaleb aun resentido por lo que pasó_ Yo quería que vivamos todos juntos… quería vivir con vos, mi mejor amiga. Pero me diste la espalda cuando mas te necesité, necesitaba que alguien me dijera, en medio de toda esta catástrofe, que iba a estar bien cuando claramente no lo está_ no supo cuando fue que empezó a levantar la voz, ni cuando empezó a llorar; “Que patético” pensó.
_ Mira Kaleb_ empezó ella_ sé que lo que pasó no fue lo mejor, pero ya no podemos volver atrás en el tiempo, mi gente te odia y estoy segura de que la tuya me odia a mi, así que dejemos de lado toda esa porquería, y salvemos a las personas, Quién sabe, a lo mejor mi gente te empieza a tomar cariño y podremos vivir todos juntos, como debería ser.
_ Mi gente te quiere… nunca les hablé mal de vos_ dice con apenas un susurro_ Y, con respecto a lo otro, sé que mientes pero te voy a ayudar, mas que nada porque si alguno de tus zombies viene para acá, va a atacar a mi gente así que…
No lo deja terminar de hablar ya que ella ya lo empieza a abrazar y a decirle gracias; extrañaba tanto abrazarla, pero el momento es interrumpido por los gritos que se escuchan en el exterior.
Juntos, salen para ver que pasa, y entonces es cuando ven que una persona, no, mas bien un… una cosa, está intentando morder a una persona ¡Rodrigo! Los sistemas de alerta de él se le encienden y, sin pensar mucho, va con un cuchillo a cortarle la cabeza a ese desgraciado.
Rodrigo es la única persona, el único amigo que le queda; así que, con toda la fuerza que pudo reunir, le asesta un golpe en la cabeza; atontado así como está, logra perforarle la cabeza y, con un chirrido, el bicho, la cosa o lo que fuere cae con un golpe sordo al piso, dejando un charco de sangre al rededor.
_ Rodrigo_ hay un alivio en su voz_ que bueno que estas bien_ dice al momento en el que lo abraza. No es muy de abrazos, pero la situación lo ameritaba.
_ Tranquilo viejo_ comenta Rodrigo muy agitado aún_ ¿Qué era esa cosa? _ dice mirando en su dirección. Ahora que ya no quiere atacar a su amigo, sabe que es el cocinero al que le dio el antídoto junto con la planta...
_ Son infectados, ¿No te mordió o si? _ dice Daira que se había mantenido callada hasta recién.
_ Eh, no me mordió pero no entiendo nada.
_ Vamos a hacer una reunión de emergencia en el salón de prácticas, ahí vamos a poner al tanto a todos_ comenta Kaleb en el momento que hace sonar la gran campana de emergencias, es la primera vez que la usa.
Al terminar de contar todo lo que sabe sobre este virus a su gente, ahí es cuando empiezan los gritos, las preguntas a las que nadie tiene respuesta y, justo en ese momento de caos, Daira interviene para hacerlos callar.
_ Escuchen, sé que todo es mi culpa pero hay que afrontar las consecuencias juntos_ dice cunado por fin todos hacen silencio para escucharla_ Mi gente está atrapada en la cocina, hay un máximo de 8 contagiados vivos, su gobernante mató a uno recién_ quedan 90 personas… _ ahora es cuando les pido su ayuda. En mi bando, la única que sabe pelear soy yo, ustedes tienen entrenamiento desde que llegaron acá, les ruego que me ayuden a salvar a mi gente, ayúdenme a matar a los 8 infectados.
Y, luego de decir esto, la gente empieza a murmurar otra vez.
_ Esto es una pérdida de tiempo_ dice Kaleb_ No te van a ayudar, yo y Rodrigo te ayudamos, no te hagas drama.
_ ¡¿Me vas a meter a mi?!_ se indigna Rodrigo_ Okey, yo también te ayudo.
_ ¡Y yo! _ grita uno
_ ¡Yo también!
_ ¡Yo igual!
Y así es como se fueron sumando uno por uno, solo unos 10 no quisieron participar, pero en su mayoría todos van a ayudar a Daira... a matar a esos 8 bichos.
* * *
Kaleb les explicó un plan básico, acorralarlos entre nosotros porque somos muchos más que ellos y luego empezar a lanzarles cuchillos; él que no se sienta seguro podía arremeter contra ellos en una lucha cuerpo a cuerpo.
_ ¿Entendieron?_ terminó de decir Kaleb.
_ ¡Si señor!_ dijeron a coro.
Fueron de manera sigilosa hacia el bando de ella, está por caer la noche, así que tienen que ser rápidos para no quedar sumidos en la total oscuridad; tienen 3 horas, son las suficientes para matar a cada uno de esos… bichos.
_ Mira, ahí están_ dice Daira susurrando en el oído de Kaleb, él, con una seña, les comunica lo mismo a toda su gente, que se pone lista para atacar.
_ Okey, a la cuenta de uno,… dos,… y… ¡TRES!
Todos salen corriendo de acuerdo al plan y se agrupan al rededor de los infectados, haciendo que el espacio en donde están se limite cada vez más hasta que el enemigo ya está todo amontonado en el centro. Kaleb, contento con que su plan esté funcionando, les dice que empiecen a atacar y eso hacen pero cuando uno de ellos tira un cuchillo, este no llega a su destino, sino que vuelve por dónde vino cortándole parte de la oreja al que lo tiró.
_ ¡Aaah! _ grita uno de los suyos sin entender que fue lo que pasó. De inmediato otra persona se inclina para poder ayudarlo y curarle la herida, por lo que se apartan del circulo.
_ ¡No tiren más cuchillos!_ grita Daira_ ¡Ataquen con arma en mano!
Eso hicieron, se tiraron todos encima de los 8 infectados pero había un problema mas, ahora eran 5 ¿Y los otros 3 restantes?
_ ¡Arriba! _ gritó una chica_ ¡Pueden volar!
Los otros habitantes empezaron a desesperarse ya que esto no es para nada habitual a lo acostumbrado, nadie está acostumbrado a pelear contra rivales que vuelan y repelen cosas como boomerang. Recapitulando hay 2 que repelen, 3 que vuelan ¿y los otros 3? ¿Serán normales?
Los habitantes están ahora divididos, la mayoría están con los repelentes, hay unos pocos que son buenos lanzadores con los que vuelan y nuestros protagonistas están con los que no saben qué hacen. Kaleb y Daira se acercan con cautela mientras Rodrigo y unos cuantos más se quedan en la retaguardia; Daira decide dejar la cautela de lado y lanzarse de lleno pero, raramente, el oponente es más rápido que ella, lo cual le extraña ya que ella es súper rápida (Kaleb lo sabe muy bien). Estos últimos 3 son muy rápidos, nadie puede alcanzarlos, es una batalla pérdida y todos lo saben
_ ¡Retirada!_ grita Kaleb, no quiere perder más vidas_ ¡Hay que cambiar la táctica de ataque!
Y, dicho esto, todos se fueron con un terror gigantesco, tan grande que algunos se replantean en volver a pelear y otros que simplemente están asustados por las mordeduras que los infectados les dieron…
* * *
Vamos a resumir lo que pasó en las siguientes semanas: los que fueron mordidos, terminaron igual que los contagiados (que pasaron a llamarse Zombies trasmutantes), algunos, con poderes y otros, no .
Intentaron un millón de tácticas de ataque, pero esos bichos eran imposibles de matar. Ya sólo quedaban 30 personas cuando, un día, algo completamente extraño y nuevo pasó:
Que bueno que Daira, Rodrigo y Kaleb siguen vivos: pasaron unas semanas espantosas. Rodrigo se curó con la planta secreta que tienen los de su lado, Daira piensa que fue gracias a un buen médico, pero no fue así.
Kaleb, ahora mismo, se está bañando; es el único momento donde puede estar tranquilo, salvo por el día de hoy...
_ ¡Kaleb!_ grita Daira mientras entra en el cuarto de baño ante la sorpresa de Kaleb. Menos mal que se baña con short_ Pe-perdón, pero es urgente, no sabés lo que pasó_ dice mientras lo toma de la mano y lo lleva hacia el exterior.
Por suerte es de noche. Cierto, ustedes no saben, pero con toda esta movida de Zombies, Daira venia a visitarlo mas seguido, ya volvían a hablarse como antes, Kaleb estaba agradecido a pesar de todo.
_ ¡Ya voy mujer!_ al salir vieron una especie de aparato electrónico raro_ ¿Qué es esto?
_ No lo sé, por eso te llamé, ahí están todos, vamos_ y dicho esto, se encaminaron hacia el aparato.
Al llegar, una plataforma salió de adentro de esa cosa. Es circular y grande, de lejos parecía que volaba, pero no, está enganchada de unos tipos de hilos que, en vez de ser de un color especifico, eran mas bien transparentes, solo se ven de cerca.
Las personas (o algo así, fue difícil para Kaleb identificarlas como tales, ya que tenían más extremidades y cabezas maleables. Si, maleables; parecían hechos de líquido) bajaron de la plataforma y, sin mediar palabra, tiraron un tipo de láser a toda la isla; a lo lejos se empezaron a escuchar varios gritos. Gritos de los Zombies…
_ Bună, am eliminat deja mica ta problemă _ dijo en nuestra lengua señalando el lugar_ În schimb, vrem să vii cu noi pentru a face niște teste asupra sistemului tău imunitar.
Kaleb estaba asombrado, estas... personas, querian que a cambio de este favor que nos hicieron (matar a los bichos) seamos sus putos conejitos de indias
_ ¡Nici măcar să nu visezi!_ dice enojado Kaleb, ¿quien se creen que son? Que sigan soñando con que seamos parte de su experimentación.
_ No se pudo por las buenas _ dice uno de los extraños en otro idioma_ Será por las malas.
Dicho esto, una maquina salió de adentro del vehiulo que usaron para llegar aqui, esa maquina succionó a todos por dentro de esta, y los llevó a unos tubos con liquido conservador, para así, los monstruos, hicieron todos los experimentos que quisieron con ellos en contra de su voluntad.
¿Saben por qué esta historia no fue contada por Kaleb, ni Daira, ni por ninguno de los supervivientes de la masacre lunar? Porque no lograron sobrevivir a los experimentos de esos monstruos, como ellos nos llamaban.
Su último deseo fue que contara su historia, ¿Y quién soy yo para negarme?
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