Ángel Abstracto

Tratándose de favores, en ocasiones, somos incapaces de encontrar la verdadera razón por la que se accede, o accedió, a realizarlos. Y esta tarea es un claro ejemplo de ello: cuando aún estaba formándome y en plena etapa estudiantil, una de mis conocidas tuvo un antojo bastante particular. Dicho antojo se tradujo en querer, fuera como fuese, una camiseta… Y hasta ahí todo bien. Sin embargo, al explayarse sobre aquello que tenía en mente, la camiseta anteriormente mencionada debía lucir una imagen elaborada en exclusiva por un servidor.

En realidad, la petición fue bastante sencilla: recrear la figura de un ángel. Mas no uno cualquiera, éste debía ser peculiar en todos los sentidos, con formas irregulares y, a ser posible, mostrando algún rasgo distintivo femenino. A la hora de ejecutarlo, me decanté por una silueta no del todo simétrica, con características de mujer como bien me comentó —¡premio para quien las identifique!—, pero sin centrarme mucho más de la cuenta los pequeños detalles ni en su definición.

Una vez vio la pieza final, quedó satisfecha con el resultado. Y debo admitir que yo también. Además, no podemos olvidarnos de la famosa frase de «el cliente siempre tiene la razón». Incluso cuando no es un cliente como tal.

Dicho lo cual… ¡A volar!