Workshop_Tipografía, intervenciones, comunicación e identidad. El ojo en la calle.
por Hernan Ordoñez @hernanordonez
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El Diseño nos permite reflexionar acerca de su incidencia en el campo de la Comunicación Visual y el Paisaje Urbano. El desarrollo del proyecto se registra como parte de su condición efímera y memorable a la vez, proponiendo modalidades alternativas para la creación de piezas de comunicación y reinterpretación del paisaje urbano.
El objetivo de esta experiencia es explorar, idear, planificar, producir y registrar una intervención en distintos espacios de la ciudad, indagando en la potencialidad comunicativa de lo no diseñado, activando mecanismos para ejercer una mirada sensible al entorno visual, para el rescate de sus valores culturales.
No se trata de vandalizar, sino de interferir, no se trata de dañar, sino de resignificar el espacio. Se busca, a ese lector individual y colectivo que al “prestar su atención”, coopera y construye el mensaje.
Se trata de proyectos que comprendan la naturaleza material y simbólica de la ciudad y el paisaje, como el entorno en el que estamos inmersos y que nos contiene.
Los resultados son una bocanada de aire fresco, ameno y reflexivo; sacando los mensajes de sus escenarios más convencionales, poniéndolos en la calle a disposición del público. No se trata de una recepción pasiva como la de los mensajes publicitarios, sino de un trabajo de intrepretación en el que el transeúnte delibera y decide acerca de la veracidad y autenticidad del mensaje.
Es en verdad, la potencia del diseño como acción cultural y simbólica que se refleja en el espacio cultural de la sociedad.
En pocas horas hay que imaginar, concebir, planificar e implementar una idea, un hecho material, expuesto a la vista, a la lectura y a la opinión de los habitantes de la ciudad.
En esta conjunción entre concepto y presencia física a la vez, no caben explicaciones, sino la simple (y compleja) comprobación de la eficacia del mensaje diseñado. Entonces, no sólo el ojo, sino las manos, y sobre todo el cuerpo, operan en esta transformación efímera e intensa.
La sorpresa de encontrar lo inesperado, invita de inmediato al transeúnte a la búsqueda de un sentido: ¿Qué es esto? ¿Quién lo dice? ¿Para qué? Y la pregunta más importante: ¿Cómo debo leerlo? que es como decir ¿Cómo debo reaccionar?
En este punto se concentra la lógica de estos proyectos. En efecto, sin apelar a ninguna modificación estructural del espacio urbano, sin alterar su equipamiento, sin obstaculizar en el plano físico, éste se transforma por la lectura de un conjunto de signos tipográficos, señales y referencias, que lo cambian, que hacen reflexionar y decidir, opinar y debatir acerca de lo que se ve.
Claramente, los protagonistas no son sólo los asistentes al workshop, sino muchas otras personas que juegan uno de los juegos más antiguos y apasionantes de nuestra cultura: el de la lectura entendida como interpretación.

Una experiencia gráfico/urbana.
Una acción gráfica no comienza ni concluye en las páginas de una revista ni en la pantalla de un ordenador, sino que puede habitar también la percepción colectiva de los lugares cotidianos. Del espacio privado y digital al espacio público y material, como un rescate de la condición social de lo urbano, de la calle, de su realidad de soporte irremplazable para el intercambio de letras, de ideas, de códigos.
Nos enseñaron a mirar las cosas desde un solo punto de vista, captando una brevísima porción de información. sólo vemos lo que estamos dispuestos a ver. El resto lo dejamos de lado, porque no parece coincidir con lo que sabemos, o queremos saber.
Proponemos mirar a nuevo: mirar para comunicar, mirar para descubrir, para producir imágenes de lo que no conocíamos. Una mirada activa, que inserta otros datos, que inscribe otros signos en los espacios, los muros, las calles, el cielo, el suelo.
Símbolos, colores, superficies, perspectivas, gran o pequeña escala. La imagen fotográfica permite que lo real y lo virtual se confundan, que el plano de las cosas y el de los símbolos se encuentren en el mismo lugar y a la misma hora. Nos interesa que se pueda hablar desde las fotos mismas; que estas imágenes configuren un relato visual autónomo, una idea, un mensaje.
Producir dispositivos de reorganización de la percepción, modificar el estado habitual de las cosas para que perduren en imágenes, buscando efectos en la realidad visual, potenciando desde la ficción óptica las posibilidades comunicativas del paisaje, sus habitantes, sus acontecimientos, sus tiempos.

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