Patricia Gómez Borbolla

Después de más de diez años trabajando como diseñadora de moda en otras empresas, por fin estoy cumpliendo mi sueño de crear mi propia marca junto con la que considero la compañera de viaje ideal.

Armuseli es el nombre de nuestra marca, y poco a poco vamos dándole forma. Tenemos ya dos colecciones a nuestras espaldas, y entre planes de negocio, estrategias de comunicación y visitas a los talleres, consigo sacar tiempo para trabajar como freelance para otras marcas. Esto me permite estar activa, con la mente abierta, aprender continuamente de otros y organizarme la agenda como mejor me convenga.

Aunque he trabajado en empresas muy diferentes a lo largo de estos años, siempre he pensado que mi especialidad, y mi debilidad, es el Pret à Porter de mujer y niña, y los últimos años mi carrera profesional ha estado enfocada precisamente al segmento medio-alto.

De todas las cosas que hago, lo que más me gusta en en sí el trabajo de diseño, de crear la colección, darle forma, colores, elegir tejidos, diseñar los estampados y trazar las líneas de las prendas sobre las que irá cada uno. Luego a todas esas prendas hay que buscarles un compañero, un pantalón para esa blusa, un abrigo para ese vestido... Y así, poco a poco, ir definiendo los total look que, meses más tarde, con un poco de suerte, veré por la calle a las mujeres más estilosas de la ciudad...

Pero no sólo de diseño vive el diseñador. Después, con todos esas ideas, hay que hacer los pedidos de tejidos, fichas técnicas, rapports de estampados, fitting de prototipos, rectificaciones, hasta llegar al producto final. Y aún así, seguro que a última hora hay que cambiar algo, porque han llegado nuevos comentarios de los representantes, de los clientes, de la calle. Porque esto es así, nadie sabe lo que va a funcionar la temporada que viene, hasta que funciona.

Y para ello me valgo de dos de mis mejores armas: el análisis y la paciencia. Y para todo lo demás, contactos de proveedores, photoshop, illustrator, skype.