Busco Fórmula de emergencia para cuando el cliente pierde la cabeza con los cambios
Muy buenas a todos y a todas. Seré breve.
Me veo envuelto de rebote en una web que cerró un colega mío pero que al final no pudo hacerse cargo de ella. Así que me la pasó a mi pero ya con el presupuesto cerrado de 300€ y por necesidad yo acepté (algo rápido y sencillo, según habló con el cliente).
Tras el parón de las vacaciones, de nuevo he retomado el proyecto con el cliente, la web está al 80%.
PROBLEMA: el cliente pide cambios continuamente. No hubo contrato ni nada por escrito.
CUESTIÓN: ¿conocéis una fórmula para cuando el cliente pide cambios y luego más cambios? ¿Cuál es la forma "políticamente correcta" de actuar, de forma que se quede bien con el cliente?
En este caso, estoy comprometido porque no quiero dejar en mal lugar a este "socio" ni acabar mal con el cliente, pero éste debe entender que la web se debe acabar ya (se empezó en mayo). Y que no podemos pasarnos la vida cambiando cosas.
¿Qué hacéis vosotros en circunstancias como éstas? Ya sé que lo ideal es establecer todo por escrito, pero esta vez no ha sido así. ¿Qué técnicas usáis vosotros o cómo le decís al cliente que los cambios no son infinitos y que hay que terminar ya el proyecto?
Muchas gracias!
aldrinmoon
Perdona has dicho una web por 300€??
Llevo de forma remota el marketing de una empresa, los dueños encargaron una web nueva a un informático ( 1000€ ) y es muy muy feaaaa , cada vez que el informático va a realizar un cambio luego lo cobra por horas o por cambio, sea lo que sea .
Por 300€ que espero ya los tengas en tu poder les dices cordialmente que los cambios se los cobraras aparte a X, deben aceptar sino con la web al 80 % corren el riesgo de no tenerla .
aldrinmoon
Que sin miedo vamos, es tu dinero tu trabajo tus horas etc etcétera basta de tomaduras de pelo que 300€ es un chollaso .
A veces es mejor perder este tipo de clientes .
laperspectiva
Yo he tenido alguna vez un problema como el que me comentas, al final lo que le dije (amablemente) es que todo cambio que comprometiera la estructura original de la web lo consideraría como "nuevo diseño" y los cambios de acciones, textos (faltas,etc) aceptaría una sola modificación más, es decir, que me mandase TODOS los cambios que considerase oportunos y, siempre y cuando no comprometiese la estructura diseñada de origen (el diseño base aceptado) se lo haría.
Después de esas modificaciones (que no aceptaban revisión a no ser que fuese error mío) daría la web por finalizada, le entregaría los archivos (por el hecho de que tenga su producto aunque sea una tontería) y a partir de ahí entraríamos en un segundo apartado que sería el de "actualización". Ahí el precio el que consideres...
Eso si, todo muy amable, haciendo entender que no se puede marear de esta manera, que si necesitaba un tiempo para decidir que hacer no hay problema, etc
David Brat
Muy interesante tu respuesta @thirdfloorstudio. Creo que es lo más equilibrado y coherente.
Para que te hagas una idea, el cliente está empeñado en comunicarme los cambios por teléfono... Le he dicho ya unas cuantas veces que me lo mande por email y así queda todo por escrito, pero no hay forma...
En fin, paciencia.
laperspectiva
Pues sí, como mucho, y para zanjarlo cuanto antes, quedaría con él un día, anotaría todos esos cambios y después los enviaría por mail para que constara que son esos y no otros (que siempre está el nooo yo te dije, yo pensé...). Si la distancia es un problema entonces repetiría la misma jugada por teléfono pero no consigues el mismo feedback que insitu, donde le puedes ir guiando para que no tenga fantasías imposibles, etc.
Al final lo que más me ayudó fue pensar que el que se estaba complicando la vida es el cliente y que al fin y al cabo es su web y no la mía, si no quiere darse prisa para tenerla bien y publicada no voy a hacer más de lo que abarcan mis competencias, de lo contrario tendría insomnio cada noche!
Suerte!