Sal del detallista

Nuestro ingrediente perfecto para decir 'gracias'.

En el estudio nos sentimos afortunados de tener los clientes que tenemos. Personas a las que admiramos y de las que aprendemos, con las que los proyectos son más interesantes y divertidos. Lo mejor de todo es que sentimos que a ellos también les gusta escuchar lo que tenemos que decir, ¿no suena a planazo?

Pensamos que sería buena idea darles las gracias diseñando un detalle para ellos, para cada una de esas personas que nos da los buenos días y confía en nosotros para contribuir en sus proyectos más importantes. Concretamos que un sello de calidad y un indicador de unidades limitadas comunicaría que nuestra relación es especial. Y luego se nos ocurrió que nada es más personal que nuestro nombre de pila.

Cuando planteamos tener un detalle, por supuesto queríamos que fuera algo diferente, útil, y que conviviera con nuestros clientes unos cuantos días. Queríamos algo que nos representara, que hablase del nivel de exigencia con el que afrontamos cada proyecto, de la importancia que damos a la exploración y la búsqueda de soluciones únicas, y de cómo nuestra forma de trabajar y habilidades generan ese valor diferencial que convierte a los proyectos únicos, incluso cuando se trata de soluciones sencillas.

Un ingrediente de cocina parecía el producto ideal. Así fue como dimos con Sal de Hierbas Encantada, la sal ecológica fabricada con sal y flores por la artesana conquense Lucía Navarro.

Desde entonces, además de colaborar en proyectos, intercambiamos alguna que otra receta con nuestros queridos clientes.