Alfonso Caso

Al sur de la Ciudad de México se encontraba este espacio con más de 220 metros cuadrados de concreto en una isla de calor generada por falta de vegetación. Una cancha deportiva en desuso que a través de los años había generado un microclima poco favorable para el cliente.

El reto de este proyecto fue la transformación de este espacio en un jardín secreto, con la premisa de no demoler ningún metro cuadrado de concreto y tampoco generar mucho desperdicio, no tener materiales pesados y realizar todo antes de treinta días. La solución a dicha petición fue realizar una gran jardinera permeable utilizando como base una capa de tezontle, malla geotextil y tierra vegetal contenida por durmientes de madera reutilizados de las vías férreas; con ello logramos tener profundidad para los estratos menores y se recurrió al uso de macetas recicladas y contenedores de fibra de vidrio para los arbustos más altos y el estrato arbóreo, respectivamente.

Una de las condicionantes del desarrollo de este jardín fue incluir diferentes atmósferas de la vida del cliente a través de un recorrido lineal pasando desde la infancia, la juventud, la madurez, la vejez e incluso la muerte; por ello se utilizó una paleta vegetal diversa para cada estadio de vida. Al final del recorrido se encuentra el árbol de la vida, que simboliza la trayectoria misma de nuestro pasar por la Tierra.
Incluimos mobiliario urbano y esculturas lúdicas diseñadas por Ariel Rojo Design Studio y a petición de la propietaria, se integró un sistema de riego por goteo para hacer más eficiente el consumo de agua para el mantenimiento del mismo.
El proyecto se terminó en el plazo prometido y a casi un año de su creación, el esplendor del mismo sigue impresionando día a día a aquellos que lo visitan.