4 cosas por las cuales no te contratan

En todas las industrias y en todas partes de mundo, conseguir el trabajo de tus sueños es un reto complicado, pero no imposible de alcanzar. Dejando a un lado los factores externos que no puedes controlar, la opción más objetiva es trabajar con uno mismo, dejar atrás la arrogancia y analizar de manera neutral la forma en la que estás buscando trabajo (o clientes, en el caso de que estés en el campo freelance).

1. Tu trabajo no es tan bueno
El primer análisis que tenemos que hacer es el de nuestro propio trabajo, hay que dejarlo de ver con ojos de amor y pensar si realmente es tan bueno como pensamos venderlo. Puede que sí lo sea y no hayamos encontrado al cliente o proyecto que vaya con él, por lo que te recomendamos buscar a la marca o proyecto con el que quisieras trabajar y que tu estilo gráfico comparte los mismos valores; se trata de darte cuenta cual es tu verdadera área de oportunidad.

En el caso contrario, de que en realidad a tu trabajo le falte pulir algunos detalles, lo único que necesitas es experiencia. Invierte en cursos en línea o incluso en clases básicas de arte o dibujo, si te enseñan algo que ya sabes podrás reafirmar ese conocimiento y si no, nunca es tarde para aprender.

2. Falta de consistencia
A diferencia de la creencia popular ser "todologo" es aún más contraproducente que no serlo. Si haces de todo y con todos los materiales, no tienes porque mostrárselo a la persona que te está contratando o a tu cliente, ya que puede que se sientan abrumados o que no tienes el grado de especialidad que necesitan para su marca. A diferencia de ti, ellos saben claramente lo que quieren y buscan encontrar.

La solución a esto es sencilla, un previo análisis (o una sencilla pregunta sobre qué es lo que busca el director de arte para el proyecto o hasta el mismo cliente) te puede dar una pista de que trabajos mostrar.

3. Demasiado general
O..puede que tu trabajo esté del lado contrario, en donde todo es demasiado ambiguo o sin algún toque de estilo. Éste es el mayor reto para muchos creativos, ya que generar algo que te caracterice no es tan sencillo. La solución aquí es introspectiva, conócete más, piensa en lo que te hace ser tú y exprésalo en tu trabajo, con un sólo toque de tu personalidad en él, verás que la diferencia será notoría.

4. El diseñador fantasma
Suele pasar que a lo mejor, alguien vio una ilustración tuya y quiere tener tu estilo dentro de su proyecto, pero no te encuentra. Pierde el miedo a las redes sociales y aprovecha que la mayoría tiene más de 1 millón de usuarios volando por ahí para compartir tu trabajo. No se trata de que te vuelvas un experto en Social Media, sino de romper las barreras de comunicación y contacto que haya entre un posible cliente o puesto y tú.

Esperamos que estos consejos te hayan ayudado y al final lo importante es que encuentres un trabajo donde se respete tu estilo y puedas tener nuevos retos para aprender y ser un master del diseño.

Si tienes algún otro consejo nos encantaría leerlo en la sección de comentarios.