Yazmín Huerta: el placer de deshacer y rehacer para un collage surrealista
La satisfacción de romper papel y cortar con tijeras dan pie al arte de esta creadora
Mexicana nacida en el sur de Ciudad de México, Yazmín Huerta estudió Diseño y Comunicación Visual en la Facultad de Artes y Diseño de la UNAM, se autodenomina un pájaro de mil ojos que diseña, dibuja y anima; que ama el color, los patrones y las texturas para plasmar todo en collages surrealistas.
Su amor por el collage empezó cuando era niña, cuando jugaba a recortar muñecas de papel y vestirlas, al igual que coleccionar estampas en álbumes y recortaba revistas para forrar sus cuadernos y carpetas. Fue en aquella época cuando empezó a disfruta de destruir imágenes para reconstruirlas, para cambiar historias, para destrozar ídolos, para crearlos, deshacer y rehacer cada pieza de papel que caía en sus manos.
Su trabajo toma fuentes tan dispares como la música, la poesía, el cine, el arte, la danza, la religión, el ocultismo, la metafísica, la teología y la psicología. Y se construye con inspiración del trabajo de Max Ernst, Marcel Duchamp, René Magritte, Remedios Varo, Salvador Dalí, Leonora Carrington, Lola Dupré, Luis Buñuel, Storm Thorgenson, Frank Kozik, Emek o Alex Grey, dando lugar a un estilo compuesto por varias estéticas y corrientes artísticas como el dadaísmo, el cine negro, la estética renacentista, el surrealismo, el constructivismo, el rayonismo, el arte africano, la anarquía y la iconoclasia.
Los límites del color y la reconstrucción
Generalmente sus piezas nacen de los extremos estéticos gracias a paletas desaturadas, viejas y desgastadas, y por otro, a colores estridentes y ultradigitales súper vibrantes. Todo depende del concepto que Yazmín trabaje, aunque siempre destaca una fuerte carga de cultura africana gracias a su relación con productores de afro-soul, ancestral-soul, afro-jazz y afro-house.
La obra de Yazmín Huerta parte de una idea que da pie a ser materializada en una búsqueda de imágenes en libros, periódicos, revistas o producir las propias para intervenirlas. Selecciona la paleta de color y texturas complementarias, algunas veces boceta con sus recortes, mezcla y juega con la composición de estos para finalizar la pieza. Si se trata de collage digital, finaliza la composición y después de algunas pruebas de color; si la pieza es animada la envía a After Effects para darle movimiento.
Su sueño es intervenir arte renacentista hecho por Da Vinci, Miguel Ángel, Boticelli o Rafael, sin olvidar su amor por el hiperrealismo y tener una colaboración con el artista Víctor Rodríguez. Por ahora, Yazmín Huerta se permite experimentar con lo que está a su alcance, obteniendo resultados dinámicos, piezas explícitas que le permiten criticar y cambiar la lectura de las imágenes.
El collage le genera un extraño placer al romper el papel y cortar con tijeras, acción que compara con meditar para alcanzar la paz mental.
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