Tips para crear el peor portfolio online

En estos días en los que existen cada vez más plataformas para difundir y conocer el trabajo de diseñadores y creativos alrededor del mundo, tener un portfolio es fundamental. Un buen portfolio puede abrirte las puertas, pero uno malo puede hacerte famosos por las razones incorrectas.

Así que aquí les compartimos algunos consejos, para crear un portfolio tan malo, que se haga ejemplo de lo que nunca se debe hacer:

1. Poner todo menos los básico
Cuando buscamos un portafolio que posea un diseño increíble y una interfaz que haga que cualquiera pase más de 5 minutos mirando nuestro trabajo, podemos olvidar lo básico: detalles de contacto, marcas con las que haz trabajado y por supuesto ¡muestras de tu trabajo! Lo que alguien que busque tu trabajo quiere saber es: tu trayectoria, de dónde eres y cómo puede contactarte (incluyendo redes sociales). Otras historias pueden ser contadas cuando estén a punto de cerrar algún negocio.

2. Usar las redes sociales como portfolio
Existen plataformas con una estructura predeterminada (como en Domestika) donde puedes compartir tu trabajo y las redes sociales, no forman parte de esta categoría. Recuerda que su uso es difundir y promocionar tu trabajo, no para usarlo como portfolio.

Aunque el portfolio de Pure Design atraería a cualquier cliente por su variedad, no denota un objetivo específico. Incluso las únicas plataformas donde está es en Béhance y Shutterstock, ¿qué pasaría si alguien quisiera hacerle una entrevista? Respuesta: Nunca podría contactarlo.

3. Tener un mismo portfolio para todo
Algunos piensan que todas las personas llegan por las mismas razones a tu portafolio y la verdad es que cada uno tiene un motivo específico por el cual quiere conocer más de tu trabajo. Con los portafolios sucede de la misma forma que con los CV’s no puedes entregar el mismo para diferentes vacantes, ya que cada persona tiene un objetivo diferente para el cual está buscando en el amplio mundo del internet.

Si tu trabajo se trata justamente de "saturar" de colores de manera estructurada, elige una opción simple en el fondo como Christopher Lee. Así atraparás la atención hacia la parte más importante de tu portfolio: tu trabajo.

4. Haz que tu diseño oscile entre el extremo de la saturación o de la simpleza
El diseño de un portafolio habla más del diseñador o creativo de lo que crees. Decir que es una “extensión de tu estilo” no es exagerar, ya que justamente tu portafolio también es parte de mostrar tus alcances creativos, ya que esto le demuestra a la gente tu dedicación. Si imprimes creatividad y tiempo en un proyecto tan personal como lo es el diseño de tu portafolio, seguramente lo harás con el trabajo que pongan en tus manos.

5. Copia estilos de otros portafolios para ser más “exitoso”
Una cosa es inspirar y otra, es copiar totalmente el diseño, estructura y hasta palabras de otras personas han usado en sus portafolios. Recuerda que como te lo hemos comentado en el punto 4, el diseño de un portfolio es un reflejo de la personalidad del diseñador, así que si éste es una copia de otro, transmitirás que tu trabajo también lo es cuando en realidad no…¿o si?

6. Diseña un portafolio para ti mismo
Aunque tu portafolio es una extensión de tu personalidad, es un producto que estás creando para la gente. Piensa del otro lado de la computadora y analiza: si fueras un cliente ¿Qué información tendría que tener un portafolio para convencerle en contratar a un diseñador como tú?

Si tienes dudas sobre qué tipo de estructura seguir, siempre opta por lo sencillo y visualmente atractivo. Studio Steve en este caso utiliza un modelo minimalista y cuyas imágenes hablan por su trabajo.

7. No incluyas ninguna estructura al presentar tus trabajos
Lo más importante es contar una historia cuando muestras tu trabajo. Al presentarlos busca que la forma en como presentas tu trabajo tenga una fuerza narrativa de principio a fin. Que capte la atención del otro desde cómo desarrollaste la idea, hasta el resultado final.

8. Deja tus proyectos sin explicación o datos interesantes
Compartir tu trabajo de manera visual es una excelente idea, no complementarlo con información escrita es todo lo contrario. Un portafolio también debe poseer información de los retos que has enfrentado con cada encargo asignado. Si es un proyecto que no tuvo un final feliz con tu cliente, puedes publicarlo como personal (a menos de que hayas firmado un contrato donde diga lo contrario) y compartir cómo lo resolviste.

9. Muestra todos tus trabajos, desde los peores hasta los que nunca terminaste.
Hacer una selección previa de todos tus trabajos es una tarea difícil, ya que con algunos puedes tener una conexión sentimental o por el arduo labor que fue terminarlo. Sin embargo, haz un análisis más objetivo y siempre muestra los mejores, es decir: los que han representado un reto a nivel profesional, con los que el cliente quedó más satisfecho o los que tuvieron un impacto importante dentro de tu industria.

Una de las secciones que más nos llamó la atención del portfolio de Infinito, fue como presentó su proceso creativo a sus clientes. No devela nada, pero dice mucho.

10. Jamás incluyas tus procesos creativos
El secreto de la creatividad es que no existe tal. Si tienes miedo de que alguien copie la forma en la que haces las cosas, permítenos decirte que estas equivocado, ya que la creatividad es la forma más clara de mostrar la originalidad y la particularidad que cada uno tiene para trabajar. Mostrar los procesos es un poco romántico, pero seguramente capturarás a algunos con la forma en la que resuelves en tu trabajo.