Las Hijas del Río

Mi nombre es Anabel, y una parte importante de mi vida es navegar por los ríos que conectan con nuestra floresta peruana, donde viven ancestralmente mujeres, artistas tradicionales amazónicas. Ellas crean con sus manos y corazón, encontrando su fuente de inspiración en todo lo que les rodea. El río susurra sus pensamientos. Desde hace años, mi vida ha estado entrelazada con la riqueza cultural y artística de los pueblos originarios amazónicos en mi país, Perú. Mi trabajo me ha llevado a recorrer los rincones más remotos del país, navegando por ríos que serpentean a través de exuberantes selvas y montañas majestuosas. En cada viaje, me sumerjo en las comunidades donde las mujeres tejen sus historias en cada tejido, cada color y cada textura. Es un intercambio constante de conocimientos y tradiciones, donde aprendemos unas de otras, creamos juntas y fortalecemos nuestros lazos de amistad.
El río se convierte en nuestro compañero de viaje, no solo como un medio de transporte, sino como una fuente constante de inspiración y conexión con la naturaleza. Las aguas que fluyen son testigos de generaciones de mujeres: hijas, madres, abuelas, cuyas vidas están entrelazadas con el fluir de las corrientes.
Este profundo vínculo con el río me inspiró a crear un proyecto que honra esta relación sagrada: "Las Hijas del Río". Es un espacio donde las mujeres pueden compartir sus historias, preservar sus tradiciones ancestrales y encontrar un sentido de pertenencia en esta vasta red de vida que nos une a todas.
Cada pieza de arte que creamos lleva consigo la esencia de nuestras experiencias compartidas: la fuerza del río, la belleza de la naturaleza y la sabiduría transmitida de generación en generación. A través de "Las Hijas del Río", buscamos no solo preservar nuestro patrimonio cultural, patrimonio biológico sino también fortalecer la diversidad y la creatividad de las mujeres indígenas de Perú.
En este viaje de descubrimiento y empoderamiento, cada encuentro es una lección, cada tejido una historia y cada sonrisa un recordatorio de la belleza y la fuerza que yace en la unión de nuestras voces y nuestras manos. Somos las hijas del río.