Mi Proyecto del curso: Introducción a la escritura narrativa
por Alexander Romero Saravia @alexromero_sv
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Orgullo
Era jueves y me levante a las seis de la mañana, como siempre, aunque me sentía un poco mal no le preste tanta atención al asunto, me prepare le desayuno y me fui al trabajo. Al llegar me di cuenta de que no tenía muchos pendientes, así que me tomaría la tarde libre. Salí del trabajo al medio día, unos amigos me habían invitado a almorzar, pero decliné la invitación y me fui a la casa pues no me sentía bien. Llegué a mi casa, me recosté en el sofá y me quedé dormido, me desperté a media tarde y me dispuse a ir al mercado a realizar algunas compras. Abrí el portón de la casa, me subí al carro, encendí el motor y lo saque a la calle, me baje, cerré el portón y luego manejé por diez minutos hasta el centro de la ciudad.
Poco me acuerdo del camino pues venía pensando en esa rara sensación que sentía desde la mañana, no podía explicar que era, solo sé que me sentía aburrido, sin ganas de hacer nada y me dolía un poco la cabeza. Llegue al estacionamiento y me dirigí al mercado, en verdad no recordaba por qué había ido, así que termine comprando queso para no hacer el viaje en balde, le pague al señor de la tienda y camine por algunos pasillos del mercado, ahí me encontré a un amigo e intercambiamos algunas palabras, me despedí y continúe mi marcha. Salí del mercado y al costado de la salida estaba mi padre, hacia mucho tiempo que no lo veía, lo mire, pero lo le hable, a lo mejor por el rencor que todavía le guardaba por habernos abandonado a mi madre y a mí. Caminé hasta el estacionamiento, me subí al carro, encendí el motor y me puse en marcha hasta la oficina donde trabaja un amigo, con quien habíamos quedado de reunirnos para tomarnos un café, pero él no estaba, se había ido unos minutos antes de mi llegada.
Salí del edificio y retome el camino a mi casa, llegue, me estacione enfrente, abrí el portón y guarde el carro, después camine hasta la cocina, guarde el queso en la refrigeradora y me fui a la sala. Puse un poco de música para relajarme, cuando de repente sonó el teléfono, era mi madre que me llamaba para avisarme que mi padre había muerto y que lo enterrarían mañana. Aquella noticia me tomo por sorpresa no sabía como reaccionar, recién lo había visto y por orgullo y resentimiento no le quise hablar, me invadió un sentimiento de tristeza, pero al final no lo extrañaría tanto, por qué cómo se extraña a alguien que nunca ha sido parte de tu vida.
Un comentario
rosanagrinberg8
ProComo ya tuve la oportunidad de hablar, aprecié la historia por su concisión y por transmitir emociones y sentimientos en pocas palabras, con un final inesperado.
¡Felicidades!
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